Podemos prepara la guerra de los Presupuestos y reclama mantener el techo de gasto récord de 2021

En su constante lucha interna con el socio de coalición, la confluencia morada se ha tomado la orden al pie de la letra y, según ha podido saber este periódico, ya tiene todo preparado. Y a su negociador en jefe, el secretario de Economía de los morados, Nacho Álvarez, en guardia por si este año le toca otra vez tomar las riendas personalmente.

Pero no es que estén ya hechas las cuentas de las cinco carteras de la confluencia que lidera Yolanda Díaz, claro. Lo que sí se ha trazado es la estrategia de los temas económicos, sociales y, sobre todo, políticos en los que quieren incidir. Porque, igual que cuando estaba Pablo Iglesias en el Gobierno, aprovecharán este hito y la negociación previa para volver colocar sus prioridades.

Para empezar, el IVA de las peluquerías. El portavoz parlamentario, Pablo Echenique, ya ha anunciado que "este gobierno debe volver a bajarlo al tipo reducido del 10% porque son un servicio básico". Y que ésta será una de sus reivindicaciones "en los Presupuestos Generales del Estado".

Pero la exigencia inicial, sobre todas, será mantener un techo de gasto que creció un 53,7% el curso pasado. La excusa al incluir los fondos europeos que se recibirán el próximo año, la misma que utilizaron María Jesús Montero y Nadia Calviño para explicar que el Estado fuera a gastar hasta 196.097 millones de euros en 2021. Sin embargo, de esta cantidad unos 94.402 millones, cerca de la mitad (el 48%), están formulados con déficit público. 

De hecho, esta capacidad de gasto máxima se formuló en una situación en la que el Estado ha tenido que mantener un gasto enorme en prestaciones sociales y en sanidad. De ahí que se hayan mantenido partidas particulares para las comunidades autónomas. De hecho, las entregas a cuenta para las regiones de este año también fueron las más elevadas de la historia de España.

Reforma fiscal

Y el método que propondrá Unidas Podemos es el de adelantar la reforma fiscal que comprometió el PSOE en el acuerdo de coalición ya para el año que viene. El curso pasado, el presidente se fue de vacaciones anunciando que, a causa de la profunda crisis económica que produjo la Covid-19 y las restricciones que trajo consigo, "la necesaria reforma fiscal se pospondrá hasta que esté consolidada la recuperación económica y del empleo".

Y precisamente, las cifras de reducción de paro de este último mes de junio fueron tan espectaculares que la maquinaria de comunicación de Moncloa organizó una rueda de prensa conjunta entre la vicepresidenta tercera y José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social. En junio, se registró el segundo récord consecutivo tras el de mayo, en una caída histórica de tasa de paro, al tiempo que se generaron 233.000 nuevos cotizantes de media, con lo que ya hay más que antes de la pandemia. 

Fuentes de Unidas Podemos consideran que "ya parece no haber excusa", pues, para aplicar el programa de gobierno. El punto 10 del Acuerdo de coalición progresista se dedica completo a la "Justicia fiscal y equilibrio presupuestario". Y en él se compromete a impulsar "una reforma fiscal justa y progresiva que nos acerque a Europa y en la que se eliminen privilegios fiscales"... una frase muy de Podemos.

Pero Hacienda no prevé empezar a abordar toda su revisión de impuestos, tasas y deducciones hasta el año que viene. La comisión de expertos reunida a tal efecto tiene hasta febrero para presentar sus conclusiones.

Ya en julio

Desde el departamento de Hacienda confirman que el techo de gasto será aprobado a lo largo del mes de julio. La Constitución marca en su artículo 134.3 que "el Gobierno deberá presentar ante el Congreso de los Diputados los Presupuestos Generales del Estado al menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior". Es decir, el 30 de septiembre a más tardar.

Y teniendo en cuenta que, antes de las vacaciones, el último Consejo de Ministros es el 3 de agosto, en realidad, ya hay poco tiempo para trabajar.

Este año el presidente, Pedro Sánchez, ha dado la orden de que los Presupuestos Generales del Estado se presenten en tiempo y forma. Para el ejercicio 2021 se logró por los pelos, acelerando los trámites en el último mes y forzando que el Senado no aprobara ninguna enmienda al texto, algo prácticamente inédito. Así, el 22 de diciembre se dieron por aprobadas las cuentas.

Pero el año pasado no se cerró el acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos -y con órdagos de madrugada en la última noche- hasta el 28 de octubre. Unidas Podemos recuerda que aquel retraso se debió a las reticencias del lado socialista para aplicar medidas del programa que para la formación morada son "prioritarias". Una de ellas, la Ley de Vivienda, comprometida en el acuerdo de coalición, lleva ocho meses de retraso.

Así, precavidos ante la experiencia del PSOE tratando de incluir a Ciudadanos en el acuerdo y escaldados por los "incumplimientos" en el tema del control del mercado del alquiler, la confluencia que encabezan Yolanda Díaz y Ione Belarra exigirá ponerse a trabajar desde ya. Pero fuentes de Hacienda advierten de que el techo de gasto es competencia privativa de ese Ministerio y que "se puede comentar", pero que no entra en la negociación, que ésta será después.

En los planes futuros del Ejecutivo no se encuentra mantener este techo de gasto. Como ya ha comunicado a la Comisión Europea y a pesar de que las reglas fiscales están suspendidas en toda la Unión Europea, el Ejecutivo tiene la intención de iniciar ya una senda descendente del déficit.

Hacienda cuenta con que la recuperación de la actividad tras la retirada de restricciones permita retirar la mayoría de las medidas de gasto establecidas, tales como los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) o las ayudas de autónomos, que han tenido un importante peso.

Las líneas maestras de las cuentas públicas para 2022, según indican las fuentes, serán "impulsar la transformación y modernización de la economía española" al calor de los Next Generation EU. Se pretende avanzar hacia un país más verde, más digital, más igualitario y más cohesionado social y territorialmente. Y los morados quieren recuperar el programa comprometido ya. Eso sí, con el grifo del dinero abierto.