Patxi López: "No hago locuras en la playa, pero me he quemado el culo por tomar el sol desnudo"
"Nunca me he sentido incómodo cuando se me ha caído la toalla" / "Confío en C. Tangana para subir el nivel de las canciones del verano" / "En vacaciones compro cuadros de pequeño tamaño de pintores callejeros".
16 agosto, 2021 01:16A los políticos les gusta mucho decir esta frase: "¡No somos marcianos!". Pero a veces les cuesta demostrarlo. No es el caso de Patxi López. El expresidente del Gobierno vasco hace nudismo -con mascarilla- en Caños de Meca (Cádiz). A veces, con demasiada fruición: se quemó el culo de tanto tomar el sol.
Conocemos ahora la versión más asilvestrada del también expresidente del Congreso de los Diputados. Charlamos con Patxi, un hombre de Baracaldo enamorado de la novela negra que no tira un solo bañador.
Pese al origen marxista de su partido, no volverá a veranear en Moscú. Dice que lo han insultado estando de vacaciones, pero que no llega a las manos con nadie desde los siete años. Si se le cae la toalla, no está incómodo. Y si suena C. Tangana, mejor.
¿Cuáles han sido sus chanclas más horteras?
Prefiero las sandalias a las chanclas, pero lo más hortera que me he puesto ha sido una imitación de las Kroos, de un azul eléctrico imposible. Me las compré en Croacia para poder pisar las playas de piedra y... las tiré a la papelera en cuanto acabaron las vacaciones.
¿Y el bañador que más le costó tirar?
Todos. Debo de tener síndrome de Diógenes porque me cuesta tanto tirar la ropa, que lo hace Begoña cuando no estoy.
Un lugar en el que no volvería a veranear jamás.
Dedico una parte del verano a visitar países y ciudades. Si no me gustan demasiado, siempre les doy una segunda oportunidad; pero no volvería a Moscú, que ya ha consumido todas las suyas.
El destino de veraneo que más feliz le ha hecho.
Siempre ha dependido más de la compañía y la edad que del lugar. De pequeño, Tuña, un pueblo de Asturias al que me llevaban mis padres; de joven, recuerdo especialmente un viaje a Marbella con la cuadrilla. Y de mayor, Croacia con Begoña y dos amigos.
¿Qué le diría hoy a su primer ligue de verano?
Pá lo que hemos quedao…
Su mayor locura en una playa.
Nunca he sido de hacer locuras. Me he quemado el culo por tomar el sol desnudo; hemos hecho carreras de artefactos navegables; he dormido en muchas playas y he visto muchos amaneceres después de buenas gaupasas… Soy disfrutón, pero no explosivo.
¿Y en la montaña?
Pues eso.
¿Se pondría mascarilla en una playa nudista?
Ya lo hice el año pasado en los Caños de Meca.
Lo mejor y peor que le ha pasado yendo de campamento.
Lo peor, una noche de tormenta en San Vicente de La Barquera: la tienda estaba anclada sobre arena y el agua la levantó. Prácticamente, tuvimos que salir nadando. Lo mejor, conocer gente extraordinariamente abierta y divertida.
El sitio más incómodo en el que se le ha caído la toalla.
He perdido varias, pero nunca me he sentido incómodo cuando se me han caído.
¿Es más fácil veranear siendo de derechas?
Es más cuestión de posibilidades que de ideología. Los que tienen más dinero podrán elegir mejores sitios (o eso piensan ellos), pero ser feliz y pasarlo bien es otra cosa: depende más de tu actitud y de con quién compartas el tiempo de vacaciones.
Una canción del verano que todavía escuche.
¿El madrileño ha colado ya alguna como canción del verano? Confío en C. Tangana para subir el nivel de la lista.
En el verano se compran cosas absurdas. ¿Qué compra usted?
Tazas de recuerdo del sitio que visito y cuadros de pequeño tamaño de pintores callejeros.
¿Alguna vez ha comprado en el top manta?
Prefiero comprar en los mercadillos: en verano los hay por todos los pueblos de España y buena parte de Europa. Me encantan.
¿Le gusta la sangría?
No. Prefiero unas cañitas bien frías.
Lo peor del verano del político es…
Estar pendiente de si tienes que volver a toda prisa porque ha pasado algo que no estaba previsto y que es de urgente respuesta. Planificas las vacaciones a última hora y a poquitos.
¿Alguna vez ha llegado a las manos con alguien?
Aunque en ocasiones he tenido que soportar insultos y amenazas estando de vacaciones, creo que no me he pegado con nadie desde los siete años.
Qué libros va a aprovechar para terminar.
Mucha novela negra que me ayude a desconectar. La intensidad de la tensión política obliga a tener un momento de respiro.
¿Va a pasar algún día con un adversario?
Mis amigos son muy plurales en sus afinidades políticas, pero en verano está prohibido hablar de eso. Las discusiones más intensas son sobre dónde vamos a comer hoy.
¿De quién no quiere saber nada hasta septiembre?
De quien me quiera hacer más entrevistas como ésta.