El "nazismo" ha sido uno de los temas abordados hoy en la Asamblea de Madrid. En primer lugar, por la marcha nazi que desfiló el pasado sábado por Chueca, que ha servido a Isabel Díaz Ayuso para cargar contra la delegada del Gobierno en la región, Mercedes González, por haber sido "negligente" o "sectaria" al permitirla.
Más tarde, a raíz de la Proposición de Ley presentada por el Grupo Parlamentario Popular para "eliminar las subvenciones y ayudas públicas a entidades que fomentan el odio antisemita". Ésta ha salido adelante con los votos favorables de PP, PSOE y Vox, pese a la abstención de Más Madrid y el voto en contra de Unidas Podemos.
La posición de la formación morada no debería de extrañar si se tiene en cuenta que ha apoyado en 79 ayuntamientos de toda España mociones discriminatorias contra los judíos promovidas por el Movimiento BDS dentro de la campaña Espacio Libre de Apartheid Israelí. Así lo ha recordado el diputado de Vox Pablo Gutiérrez de Cabiedes, que ha acusado a la extrema izquierda de "mantener posiciones idénticas al nazismo".
Las prácticas de "boicot" a Israel han tenido como punta de lanza la Comunidad Valenciana, donde más de una docena de ayuntamientos regidos por la izquierda han promovido el boicot a los productos del Estado de los judíos con el apoyo de PSOE, Compromís, Podemos y Esquerra Unida. Iniciativas, por cierto, tumbadas en muchos casos por los tribunales por inconstitucionales.
Esto demuestra, en palabras de Gutiérrez de Cabiedes, "la radical falsedad e hipocresía de Podemos, Más Madrid y PSOE" cuando señalan el "discurso de odio" de Vox como instigador de actitudes como las vividas el pasado sábado en el barrio madrileño de Chueca, donde decenas de radicales marcharon al grito de "fuera maricas de nuestros barrios", "fuera sidosos de Madrid" o "tú no eres español porque eres blanco".
"Con la eliminación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkernau tendríamos que habernos liberado del antisemitismo, pero no es así", ha comenzado el diputado de Vox, que ha censurado unas prácticas por parte de la extrema izquierda española que, en su opinión, guardan un "parecido bochornoso con la Alemania Nazi".
La iniciativa
Pero no ha sido Vox, sino el Grupo Parlamentario Popular quien ha llevado la Proposición de Ley a la Asamblea de Madrid, con el fin de modificar la norma reguladora del Derecho de Asociación para luchar contra el antisemitismo.
Almudena Negro, defensora de la iniciativa, ha recalcado que "en el año 2016 un total de 31 países, entre los que se encontraba España, adoptaron la definición internacional de antisemitismo". Y antisemita, según la RAE, es aquel que "muestra hostilidad o prejuicios hacia los judíos, su cultura o su influencia".
En este sentido, Negro ha asegurado que "queremos trasladar al Congreso de los Diputados la necesidad de recoger de forma expresa en la legislación española la prohibición de contratar o dar ayudas públicas a toda entidad que incurra en prácticas antisemitas".
La Comunidad de Madrid no tiene competencia para modificar los requisitos y condiciones que para ser beneficiario de subvenciones se establecen de forma básica en la Ley estatal, y por eso han elevado la cuestión al Congreso de los Diputados.
Un problema nacional
La relación de la izquierda con el antisemitismo extiende sus raíces por todo el país: Avilés, Barcelona, Cádiz, Gijón, Pamplona, Santiago de Compostela… entre otros ayuntamientos. Así, hasta llegar a más de 100 instituciones que han sido declaradas Espacios Libres de Apartheid Israelí (ELAI).
Es decir, consistorios que han aprobado no contratar a ninguna empresa, producto, entidad y organización israelíes o que tuvieran relación con el pueblo judío.
Esta persecución antisemita ha sido denunciada a lo largo de estos años por el colectivo judío ACOM (Acción y Comunicación sobre Oriente Medio), que ha logrado revocar judicialmente gran parte de los acuerdos discriminatorios alcanzados entre BDS y formaciones de izquierda. Estos incluyen ayuntamientos, diputaciones, cabildos y una universidad.
En las pasadas autonómicas, ACOM expuso su preocupación por que Más Madrid o Unidas Podemos pudieran llegar al poder, recordando que las cuentas de Twitter de los líderes de ambas formaciones, desde Isa Serra a Íñigo Errejón y Rita Maestre, "están plagadas de odio contra nuestra gente".
Su presidente, Ángel Mas, también criticó que en 2021 "la ultraizquierda intentó aprobar en la Asamblea que Madrid se declarase Espacio Libre de Apartheid Israelí y que se uniera a la campaña BDS".
Es por eso que no debería de extrañar que este jueves la extrema izquierda madrileña haya votado en contra -o se haya abstenido- de "eliminar subvenciones y ayudas públicas a entidades que fomenten el odio antisemita".