Marcos Ondarra Brais Cedeira

La Comunidad de Madrid quiere evitar a toda costa imágenes como las del fin de semana pasado, cuando 25.000 jóvenes organizaron un macrobotellón en el campus de la Universidad Complutense de Madrid. Para ello, movilizará a 300 policías -municipales y nacionales- para controlar las juergas nocturnas del jueves, viernes y sábado.

Así se consensuó en la reunión celebrada este martes en la Delegación del Gobierno entre la titular del organismo, Mercedes González, el Área de Seguridad del Ayuntamiento de la capital y el Rectorado de la Complutense, que fue quien la solicitó.

Todas las partes ahí reunidas mostraron su preocupación por un fin de semana que promete ser uno de los más complicados de los últimos meses, pues Madrid acaba de relajar las restricciones en hostelería y ocio nocturno. De hecho, las discotecas ya abren hasta las seis de la mañana aunque no pueden contar aún con barra abierta al consumo ni pista de baile.

Macrobotellón en Madrid

Es por eso que el Ayuntamiento de Madrid ha anunciado un refuerzo "especial y específico" para controlar de manera disuasoria Ciudad Universitaria, el intercambiador de Moncloa o el parque del Oeste, así como otros lugares del centro de la capital.

Lo ha hecho a través de la portavoz municipal y delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, que ha apelado este jueves en rueda de prensa a la "responsabilidad individual de los jóvenes": "Sin ella, va a ser materialmente imposible, por mucho esfuerzo que pongamos, atajar este tipo de situaciones en su totalidad".

Y es que, según ha explicado Sanz, la Policía Municipal cuenta con una plantilla "mermada y escasa" que no tiene la capacidad de "estar en todos los puntos de la ciudad". Una postura que confirman los agentes contactados por EL ESPAÑOL.

"Estamos desbordados"

En las últimas semanas, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se encuentran con múltiples inconvenientes y problemas a la hora de atajar estas grandes concentraciones. "Es una locura. Lo que se debe hacer es prevenir que se celebren antes de que se celebren", explica uno de los agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP), más conocidos como antidisturbios, destinados en Madrid.

"Es imposible intervenir cuando se junta tanta gente a no ser que sea necesario imperiosamente", insiste: "Es imposible intervenir y más tan concentrados, tanto para nosotros como para el servicio de Emergencias. Los jóvenes están fuera de control".

La encargada del dispositivo será la Policía Municipal en toda la ciudad. Este fin de semana se reforzará la cantidad de agentes que velarán por el control de la noche. Sin embargo, distintas fuentes del cuerpo local aseguran que resulta inútil sumar más efectivos, habiendo ya muchos enfocados en esas tareas.

La solución pasa por otra vía: "Por poner más policías no se va solucionar nada. Se solucionará con mucha pedagogía, educación y sobre todo abriendo ya el ocio nocturno. Los jóvenes no aguantan más restricciones. Necesitan divertirse", asegura otro agente que trabaja en la zona centro de la ciudad.

"Las cosas están muy complicadas -asegura otro agente de la Policía Municipal-. En mi distrito tuvimos que atajar un botellón de más de 200 persona, pero es imposible combatirlo". Aún y todo a las tres de la madrugada ya tenían desalojadas las zonas de ocio. "El trabajo nos desborda".

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