La tercera jornada de la convención nacional itinerante del PP se celebraba este miércoles en Madrid con un polémico invitado estrella, el ex presidente francés, Nicolás Sarkozy. Polémico siempre por sus rotundos posicionamientos, que no suelen dejar indiferente a nadie, pero en esta ocasión también por la condena por corrupción que recibió este año por irregularidades en una de sus campañas -algo que podría repetirse este mismo jueves, cuando un tribunal de Francia debe pronunciarse sobre otra de sus causas abiertas- y de las que se declara totalmente inocente, habiendo recurrido ya la sentencia en su contra.
Fuentes del PP insisten en que se le invitó antes de hacerse pública esa condena en el mes de marzo, pero lo que quedaba claro en la convención es que su presencia era un empeño personal de Pablo Casado, para el que el líder galo ha sido desde hace muchos años, cuando se iniciaba en política, una figura en la que inspirarse. Sarkozy le pedía a Casado y a todos los dirigentes del PP que le escuchaban que no fueran "timoratos" ni inmovilistas ni conservadores, a pesar de ser "de derechas y no de izquierdas" para "ampliar" su base.
El propio Sarkozy desvelaba la primera vez que se conocieron durante el coloquio entre ambos en el auditorio del Museo Reina Sofía, al que seguía una visita privada al Guernica de Picasso, la principal obra de la Pinacoteca, y un almuerzo mano a mano. "Cuando nos conocimos, hace nueve años, yo le dije: 'Vas a ser presidente del Gobierno', aunque no hacía falta ser muy inteligente para darse cuenta" cumplimentaba el invitado a su anfitrión, que le daba palabras de bienvenida en francés.
Sarkozy se refería a un encuentro en 2012, el último año de su presidencia, pues fue derrotado por el socialista François Hollande en las elecciones presidenciales de aquel año. Entonces el joven Casado, con treinta y un años y ya diputado nacional por Palencia, su tierra natal, tenía la oportunidad de conocer a uno de los principales líderes conservadores europeos, al que fue a ver a París en calidad de responsable del Atlantic Basin Iniciative del centro de relaciones trasatlánticas de la Universidad John Kopkins.
El hoy presidente del PP ya había quedado impresionado seis años antes con el discurso que Sarkozy, entonces en calidad de ministro del Interior de Francia y líder de la Unión por un Movimiento Popular (UPM), las siglas de la derecha francesa, dio en 2006 en otra convención del PP que lideraba Mariano Rajoy y que, como ahora, afrontaba la oposición a un gobierno del PSOE. El que un año después se convertiría en presidente de la República del país vecino arengó a sus correligionarios españoles de manera parecida a la que hacía ahora, ya retirado de la vida política, quince años después.
Casado lo recordaba en el coloquio conjunto de este miércoles: "Entonces no hubo, como hoy, traducción simultánea, pero no hizo falta por su energía y su capacidad de comunicar" afirmaba entre risas. "Nuestra labor común de la UMP y el PP es convertir a la UE de nuevo en próxima, accesible y comprensible" dijo en aquella ocasión Sarkozy, mucho antes de las turbulencias financieras y políticas que ha afrontado en la última década el club comunitario.
Y ahora, ante un PP rejuvenecido en su dirección, pedía una "Europa fuerte" como única vía para hacerse "respetar" ante EEUU. Todo tras criticar a Joe Biden por su reciente acuerdo militar con Reino Unido y Australia, que ha provocado un notable enfado en Francia, principal perjudicado por el mismo. "Nuestros amigos americanos tan solo respetan a los fuertes yo soy amigo de Estados Unidos, pero un amigo de pie, no acostado" puntualizaba Sarkozy al respecto, ante la atenta escucha de Casado.
"Recuerdo aquella campaña"
El líder de la oposición española, que definía a su invitado como el primer dirigente "que se tomó en serio la colaboración antiterrorista" para derrotar a ETA, elogiaba en otros aspectos al ex presidente francés.
Por ejemplo en el económico ya que, decía, "no es casualidad que durante el mandato del presidente Sarkozy los franceses tuviesen más industria, más empleo... recuerdo esa campaña [afirmaba girándose hacia él y pronunciando en francés el lema electoral de la UMP en 2007] 'trabajar más para ganar más', el esfuerzo indivual, el que no te regalen las cosas, el decirle a la persona que puede progresar por sí mismo, y que ahí está la República, o el Reino de España, en nuestro caso, para quien lo necesite, para quien se tropieza, para quien necesita una ayuda, pero que la sociedad emprenda" afirmaba Casado.
Igualmente, le elogiaba afirmando que "en tu época" Francia "decidió unirse a EEUU, en un eje de la mayor prosperidad y por tanto de pujanza geoestratégica global" y en contra, argumentaba el líder popular, de la tradidicional postura de los gobiernos galos, tanto a izquierda como derecha.
Sarkozy terminaba lanzando "vivas" a España y al PP y su líder. Casado, ya fuera del discurso, pero lo recogía un micrófono indiscreto, le agradecía sus palabras y le decía: "Has estado magnífico". Aun tendrían más tiempo durante la comida conjunta de intercambiar impresiones. A todos en el PP les quedaba claro que Sarkozy y su era en el Elíseo es una de las referencias fundamentales de su líder.
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