El 'congreso de la unidad' superó los dos millones de euros, el más caro de la historia del PSOE

Preguntadas al respecto, fuentes oficiales del partido rehusaron este lunes a precisar cuál fue el precio exacto de la organización del evento.

El PSOE, según ha podido averiguar este medio, presupuestó inicialmente una inversión de 1,1 millones de euros. La cantidad de partida doblaba los 550.000 euros del presupuesto del 39 Congreso Federal en el que Pedro Sánchez se impuso a Susana Díaz, y rebasaba también ampliamente los 700.000 del último Congreso Extraordinario.

El montante, sin embargo, fue engordando con el paso de las semanas. Primero ascendió a 1,4 millones, después se situó en el millón y medio y, finalmente "se superó con creces" este último importe, según manifiestan las mismas fuentes.

Técnicos asombrados

Los técnicos encargados del montaje se quedaron asombrados con el resultado, muy superior al de los eventos ha acogido Feria Valencia desde que estalló la pandemia. "Esto tiene que haber costado más de 2,5 millones de euros", aseguró a este periódico un experto de este tipo de instalaciones al contemplar y calibrar el despliegue de medios.

Feria Valencia tampoco quiso precisar cuánto ingresó por la cesión del espacio. Pero existe un sonado precedente que permite deducir el desembolso. Se trata del XVI Congreso Nacional de 2008 celebrado por el PP de Mariano Rajoy en el mismo lugar. Los populares no pagaron hasta 9 años después, cuando el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Madrid condenó a la formación a abonar los 568.511 euros en los que se valoró únicamente el alquiler de las instalaciones.

En el caso del PSOE, la cifra aportada por el espacio fue inferior, ya que el PP ocupó más pabellones. En concreto, todo el llamado 'nivel 3', los pabellones 1, 2, 3 y 4 de esa planta. Los socialistas, en cambio, apostaron por el Centro de Eventos, que es con su cúpula de cristal la zona más vanguardista de Feria Valencia, y por la explanada en su totalidad para generar un ambiente distendido al aire libre.

Felipe González, Pedro Sánchez y José Luis Rodríguez Zapatero, frente a la inmensa pantalla del escenario principal. EE

En cualquier caso, el grueso del coste del PSOE fue tecnológico. El PSOE no escatimó en enormes pantallas. La del escenario principal era majestuosa, de cientos de metros cuadrados. Ocupaba todo el ancho del escenario en el que reapareció Felipe González, alrededor de 30 metros lineales. Pero no era la única. Otra gran pantalla recibía a quienes accedían al pabellón y ejercía, a su vez, de fondo del escenario "Ágora".

En el centro del escenario principal colgaba un cubo con otras cuatro grandes pantallas más, al más puro estilo de los estadios de la NBA. Y reinaba también la tecnología en el resto de escenarios interiores, los espacios denominados María Cambrils, Tomás Meabe, Txiki Benegas y Pedro Zerolo.

En el exterior también echó el resto el PSOE. Habilitó tres grandes carpas en la explanada con mobiliario de madera. Dos de ellas contaban con una gran barra de bebida, y la principal con cuatro food trucks que alimentaron a todos los presentes durante todo el fin de semana. A excepción del sábado, cuando los socialistas sufragaron dos paellas gigantes para todos los presentes.

Globo aerostático

El ambiente era el de la zona de recreo de un festival de música, o el de una feria andaluza. Hubo dos escenarios en los que grupos de música fueron contratados para interpretar versiones por la noche. Y más espectáculos. La noche del viernes concluyó con la exhibición de un acróbata que descendió en un globo aerostático, en el que se proyectaron imágenes. También con fuegos artificiales.

Desde el PSOE habían criticado que, dos semanas antes, el PP cerrara en Valencia su Convención Nacional con un mitin clásico, en el que apostó por congregar, como en los viejos tiempos, a una gran masa de gente -12.000 personas, según la organización-. Al acceder al Congreso Federal socialista esta crítica parecía cobrar sentido, pues lo primero que se encontraron los delegados fue el espacio abierto de la explanada, muy distinto a la Plaza de Toros escogida por Pablo Casado.

Pero el escenario principal en el que dio su mitin Pedro Sánchez también fue un tradicional baño de masas. El aforo llegaba hasta las 10.000 personas, según los socialistas. Tal fue la apuesta por lograr una gran área diáfana repleta de gente que el PSOE cambió completamente la disposición el domingo para la intervención del presidente del Gobierno. Desmontó tanto los escenarios secundarios como la costosa pantalla gigante para introducir más gradas, con el coste añadido que ello supuso para engordar un presupuesto ya desorbitado.