Yolanda Díaz acude a la cita de Moncloa segura de que Sánchez no rebajará 'su' reforma laboral
Pedro Sánchez y las dos vicepresidentas se reúnen este martes en la primera de las reuniones acordadas entre los socios de coalición.
2 noviembre, 2021 06:03Noticias relacionadas
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El Palacio de La Moncloa alberga este martes la primera reunión de coordinación sobre la reforma laboral, que presidirá Pedro Sánchez y a la que asistirán las vicepresidentas primera y segunda, Nadia Calviño y Yolanda Díaz, protagonistas destacadas de las discrepancias sobre esta materia en el seno del Gobierno de coalición. Díaz llega al encuentro confiada y segura en que no se rebajará su propuesta, después de que haya vuelto a emplear el término "derogar" en relación a la reforma acometida en 2012 por el Gobierno de Mariano Rajoy, como hizo por ejemplo en el reciente congreso de CCOO.
Fuentes de su cartera ministerial, la de Trabajo, consideran, no sin cierta ironía, que toda la polémica de la semana pasada sobre el "metodo" para abordar la reforma parece haberse quedado en agua de borrajas, para finalmente terminar hablando del contenido. Así lo hizo Calviño el pasado sábado, en declaraciones a la prensa en Roma, donde asistía a la cumbre del G-20 junto a Sánchez.
La vicepresidenta económica fijó cuatro puntos para abordar entre la parte socialista del Ejecutivo y Podemos. El primero la "simplifcación" de los contratos y la reducción de la "excesiva" temporalidad; el segundo la regulación de las subcontratas; el tercero el "reequilibrio" de las partes en la negociación colectiva -un enunciado algo críptico en el punto donde se discute la prevalencia de los convenios de sector o de empresa y la ultraactividad de los mismos- y el cuarto y último "el establecimiento de un mecanismo permanente de flexibilidad, en línea con la experiencia positiva de los ERTE". Esto último con el objetivo, dijo Calviño en la capital italiana, de que "el ajuste no se produzca con intensas destrucciones de empleo como en crisis anteriores".
"Para no haber problema con los contenidos, los ha enumerado todos" subrayan desde el equipo de Díaz. Veinticuatro horas después de las palabras de Calviño, el propio Sánchez, durante su rueda de prensa de balance final del G-20, y a preguntas de los enviados especiales españoles, hacía un llamamiento más genérico a los sindicatos y la patronal para "modernizar las relaciones laborales".
Se trata de una transformación de calado que, a su juicio, debe ir acompañado del cambio de modelo productivo en nuestro país, todo ello como gestos hacia Bruselas por la recepción de los fondos Next Generation que aprobó tras la pandemia la Unión Europea.
"Algunas cosas"
"Queremos que alguna de las cosas que se hicieron mal en 2012 se reconstruyan" sintetizaba el presidente del Gobierno, quien evitaba el término derogación y recordaba que la reforma laboral tendrá que estar lista antes de final de año. Además, Sánchez puso como ejemplo de la senda a seguir en la negociación entre los socios de Gobierno la tarea legislativa realizada ya por su Gobierno para regular el teletrabajo, que eclosionó durante la pandemia, o la regulación realizada recientemente sobre los llamados riders.
A la reunión de este martes asistirán, además de Sánchez y las vicepresidentas, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el de Seguridad Social e Inclusión, José Luis Escrivá, y la titular de Educación, Pilar Alegría. Estarán, por tanto, todos los que Sánchez nombró en público como los departamentos "implicados". Algo que ya soliviantó en su día a la parte de Podemos, desde donde se consideraba que otros ministerios como Igualdad o Universidades, liderados por Irene Montero y Manuel Castells, dos de los representantes morados en el Gabinete, también tienen mucho que decir en el marco de las relaciones laborales.
A partir de la primera reunión, habrá encuentros semanales con representantes de los distintos ministerios, aunque a niveles inferiores a los de los titulares de cada cartera. Eventualmente se podrán incorporar otros departamentos si la materia específica que se negocia lo requiere. Pero todo ello, y así se cerró la crisis interna de la semana pasada entre Calviño y Díaz, asumiendo ambas partes que Trabajo lidera la negociación, pero con una fuerte presencia en la misma de Economía y otras carteras socialistas.