En junio entró en vigor la ley que regula la eutanasia dentro del Sistema Nacional de Salud. Desde entonces es un derecho incluido en la cartera básica de servicios, esto es, costeada por la Seguridad Social.
Ahora, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) está preparando un protocolo de donación para las personas que soliciten la eutanasia, tal y y como ha confirmado a EL ESPAÑOL la directora de la institución, Beatriz Domínguez-Gil.
Domínguez-Gil recuerda que, desde el momento en el que entró en vigor la ley, la ONT pensó en dar la posibilidad de ser donantes a las personas que solicitaran la ayuda a morir.
"Durante la Comisión de Trasplantes del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud tomamos la decisión de elaborar un protocolo que se preparara para este tipo de donación, porque es una donación en asistolia de personas que fallecen en un hospital", explica.
Desde la ONT confirman que ya hay dos personas que han recurrido a la eutanasia y han decidido donar sus órganos. Concretamente, seis órganos sólidos que han sido recibidos por cinco receptores diferentes.
El objetivo de la ONT con este protocolo es cumplir un compromiso "ético" y facilitar a la persona que solicita la ayuda a morir y, a su vez, quiere ser donante, la "posibilidad" de la donación. "Tenemos una obligación ética con esa persona", insiste la directora del este organismo, vinculado al Ministerio de Sanidad.
Beatriz Domínguez-Gil reconoce que en otros países donde la eutanasia es legal (como Canadá, Bélgica u Holanda) también existe esta posibilidad de donar.
Hay que recordar que España es uno de los países con mayor porcentaje de donaciones a nivel mundial y que la gran mayoría de españoles apoya esta práctica clínica que salva miles de vidas.
En estos momentos, y a falta del protocolo final que estará vigente en el primer trimestre de 2022, la ONT ha dado unas pautas a los coordinadores de trasplantes "por si llegaban peticiones".
En un hospital
Tanto en las recomendaciones genéricas como en el protocolo nacional, los principios en los que se basa esta donación son: la independencia en la toma de decisiones (los profesionales que toman la decisión de eutanasia son unos y los de la donación son otros) y la vinculación al entorno hospitalario.
Uno de los problemas más graves con los que se encuentra la ONT a la hora de que las personas que optan por la eutanasia donen sus órganos es que se vincula, directamente, con el entorno hospitalario. Al ser una donación en asistolia, el donante debe de estar en un hospital y no puede morir en su hogar, uno de los puntos más humanos de la Ley de Eutanasia.
Según los datos que recoge la ONT, en Bélgica se han registrado más de 50 donaciones desde 2011 entre personas que han recibido la eutanasia, la cifra se eleva a 100 en Canadá (desde 2017) y a 80 en Holanda (desde 2012).
En estos momentos, España está en una fase muy inicial del proyecto, pero el hecho de que más de diez personas hayan solicitado ser donantes y dos lo hayan llegado a conseguir es un primer paso.
Hasta ahora, la iniciativa parte de los pacientes, pues no existe un protocolo para que las personas que soliciten la eutanasia sean notificadas de que pueden donar sus órganos. Eso es algo que quieren cambiar desde la ONT.
Su objetivo es que el equipo asistencial, cuando cursa la petición de eutanasia, informe al paciente de la posibilidad de donar sus órganos al fallecer y le pregunte "si quiere recibir información al respecto".
"Está siendo algo reactivo. Ellos lo solicitan y les ayudamos. Sin embargo, creemos que se les debe informar de que existe la posibilidad para que el paciente pueda reflexionar sobre ello", añade Domínguez-Gil.
Una de las cosas que más puede contrariar a los posibles donantes es que tengan que recibir la eutanasia en un hospital, pues la experiencia indica que prefieren estar en el domicilio y rodeados de familiares.
"En algunos países se han hecho procedimientos complejos que permiten a la persona morir en su hogar, pero nosotros estamos empezando y, de momento, debemos hacerlo así. Seguiremos avanzando con el objetivo de cumplir con todos los deseos del paciente", añade la directora de la ONT, abriendo la puerta a que, en un futuro, exista la posibilidad de que la persona donante pueda despedirse de sus allegados en su hogar. "El objetivo del programa", concluye, "es que todos los que quieran puedan ser donantes".