Santiago Abascal calienta la cumbre ultra europea boicoteando y mofándose del día de la Constitución
El líder de Vox vuelve a marcar perfil antisistema antes de la reunión del próximo mes de enero cargando contra "el consenso progre".
7 diciembre, 2021 06:52Noticias relacionadas
Algunos de los ataques más duros al Día de la Constitución no vinieron por parte de los partidos separatistas, que se ausentaron del acto institucional tras cargar contra la Carta Magna en un furibundo escrito difundido en la víspera, sino de Vox. Su líder, Santiago Abascal, calificó el 43º aniversario de la Ley Suprema como "una burla" y "un espectáculo cómico" que escenificó a la perfección el "consenso progre".
Esta acometida se produjo apenas 48 horas después de que el líder de Vox anunciase para enero una reunión en España de los partidos de extrema derecha europeos. De esta forma, Abascal sigue calentando su agenda contra "el consenso progre", que fue el pretexto del político vasco para justificar su ausencia de los actos del 6-D.
Abascal también hizo referencia a cómo PSOE y PP aprobaron durante la pandemia las restricciones con el paragüas del Estado de Alarma -decretado insconstitucional- y al pacto para renovar los órganos constitucionales: "El Gobierno que ha pisoteado la Constitución y la oposición que lo apoyó y con la que se han repartido los jueces del Tribunal Constitucional, harán homenajes que ya son una burla".
Pero no ha sido la primera ausencia de Abascal en el día en el que los grupos parlamentarios celebran la Carta Magna. El año pasado, por ejemplo, prefirió acudir a los actos conmemorativos en Barcelona, en los que participó junto a su candidato para las entonces cercanas elecciones catalanas, Ignacio Garriga.
Nótese que por ello no parece casual que Macarena Olona fuera la escogida para representar a Vox en ausencia de Abascal, ya que es la presumible candidata de este partido a la Presidencia de la Junta de Andalucía.
La diputada de Vox en el Congreso, abogada del Estado en excedencia, aprovechó los focos para cargar contra Pedro Sánchez y Meritxell Batet, así como para pedir su dimisión, por haber "cometido los mayores atropellos contra la Constitución", en referencia, por ejemplo, al cierre inconstitucional del hemiciclo durante los meses duros de la pandemia.
Con su ausencia, Abascal se sumó al grupo de partidos antisistema con representación en el Congreso: ERC, PNV, EH Bildu -habituales socios parlamentarios del Gobierno de España-, PDeCAT, la CUP, Compromís y el BNG.
Perfil antisistema
Y es que precisamente lo que las mofas de Santiago Abascal hacia el Día de la Constitución esconden es la adopción de un perfil cada vez más antisistema. Desde su partido entienden que hay un establishment en el que impera el "consenso progre" y contra él "sólo queda Vox", como repiten machaconamente.
El pasado mes de octubre, en la celebración del acto Viva 21. La España en pie, Abascal ya dejó entrever su intención de erigirse en el outsider español de la política con un duro discurso contra la Agenda 2030 de las "élites globalistas" de la Unión Europea (a quienes se refirió como "talibanes" y "burócratas") y contra Pedro Sánchez y Pablo Casado, a los que equiparó como "élites de la progresía": "No son una alternativa. Son un burdo relevo con caras distintas".
Ahí, en el acto celebrado en IFEMA, estuvieron presentes in situ líderes europeos como el populista portugués André Ventura y la conservadora italiana Giorgia Meloni, además de participar telemáticamente el primer ministro de Polonia, Mateusz Jakub Morawieckiy (que reivindicó "la verdad, la familia y la patria"), y el de Hungría, Viktor Orbán, que señaló a España como "víctima del mainstream europeo", que es "rehén de las corrientes izquierdistas radicales".
La cumbre
Estos dos últimos líderes europeos estarán presentes en la cumbre que Vox ha organizado para el próximo mes de enero, junto a otros dirigentes como el líder del polaco Partido de la Ley y la Justicia (PiS) Jaroslaw Kaczynski.
La idea es reeditar la reunión que 13 partidos de derecha y extrema derecha mantuvieron este pasado sábado en Varsovia, con el objetivo a largo plazo de organizarse en torno a un único grupo en el Parlamento Europeo, ya que se encuentran actualmente separados entre el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) y el grupo Identidad y Democracia (ID).
En el ECR confluyen partidos como Vox, Fratelli d’Italia (liderado por Giorgia Meloni) y Prawo i Sprawiedliwość (PiS, partido gobernante en Polonia), mientras que en ID figuran el francés Rassemblement National (RN, encabezado por Marine Le Pen), la italiana Lega (liderada por Matteo Salvini), el austriaco Freiheitliche Partei Österreichs (FPÖ) y los alemanes de Alternative für Deutschland (AfD).
Aunque en distintos grupos, los partidos comparten sustrato ideológico. Así es que el pasado verano, sin ir más lejos, firmaron una Declaración Conjunta sobre el Futuro de Europa en la que denunciaban la "peligrosa tendencia de imponer un monopolio ideológico" en la UE. Además, reivindicaban, "la tradición, el respeto a la cultura y a la historia de los Estados europeos, la herencia judeocristiana de Europa y los valores comunes que unen a nuestras naciones" frente a quienes pretenden su "destrucción".