Felipe VI aprovechó su recepción a los embajadores para enviar un mensaje a Marruecos. Esas palabras han gustado en Rabat, donde ya se contempla al monarca español como el "único salvador" posible de la crisis diplomática. En el encuentro no estuvo la representante marroquí en Madrid, Karima Benyaich. Prueba de que queda mucho camino por recorrer.
A ojos de Rabat, el mensaje de Felipe VI se ha hecho esperar demasiado. Ha caído bien, pero piensan que esas palabras llegan con retraso. De ahí que Marruecos piense que la cumbre entre los dos jefes del Estado deba nacer de una llamada de Zarzuela.
“El rey Felipe VI tardó cinco meses en responder a Mohamed VI. Por lo que se espera una llamada de los Reyes. Tiene que ser España quien tome la iniciativa”, explican a EL ESPAÑOL fuentes de la inteligencia marroquí.
A partir de ese momento, se podrían restablecer las reuniones previstas para este mes de altos funcionarios marroquíes en Madrid. Al mismo tiempo, fuentes del Ministerio del Interior marroquí sostienen que “ambos países no necesitan terceros intermediarios porque no se ha llegado a las armas, como pasó con el conflicto de Perejil, en la época de José María Aznar”.
Además, muestran seguridad al afirmar que en un futuro próximo, “con el apoyo de grandes potencias a Marruecos, como EE.UU y Reino Unido, para el desarrollo estratégico del estrecho de Gibraltar y el control del Sahel, España se queda sola. Así que tendrá que volver al camino, y meterse en el club”.
Para Rabat, Francia está detrás de este acercamiento de España. Según relatan a EL ESPAÑOL, “las relaciones de los franceses con el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, le empujaron a que el presidente Pedro Sánchez contase con la monarquía” para intentar buscar el diálogo en una crisis enquistada.
“Sánchez no quería que interviniera el Rey español, pero tiene las elecciones en 2023 y tendrá que rebajar el tono con Marruecos para recuperar el equilibrio porque Unidas Podemos y los partidos independentistas ya se ve que están fuera del gobierno en el futuro”, sostiene uno de los analistas consultados.
Rabat, además, considera que "el Partido Popular y Vox están con Marruecos en el tema del Sáhara, ya que no aceptan al Polisario": "Eso sí dejando al margen el tema de la soberanía de Ceuta y Melilla".
PP y Vox
De hecho, el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, defendió el martes la necesidad de restablecer las relaciones con Marruecos, pero “siempre que el país vecino respete a España y no la amenace o le lance inmigrantes ilegales”.
Por su parte, el líder del PP, Pablo Casado, mantuvo dos reuniones con los líderes de dos partidos marroquíes, uno de ellos el del actual primer ministro, Aziz Akkhannouch, durante los momentos tensos en las relaciones bilaterales.
Las palabras de Felipe VI han cambiado el clima en el país vecino. “La declaración de Felipe VI ha hecho eco en todo el territorio y ha dado esperanza al pueblo, que confía más en la Corona que en el Gobierno de España”, coinciden diversas fuentes consultadas por EL ESPAÑOL en Marruecos. Y recuerdan las relaciones históricas entre ambas casas reales, “que hablan por sí solas”.
Felipe VI aludió a una “nueva relación”, al igual que hizo el rey Mohamed VI en su discurso del mes de agosto de 2021, con el que llamó a la reconciliación entre España y su gobierno, haciendo alusión directa al presidente Pedro Sánchez.
“Ahora ambas naciones debemos caminar juntas para empezar a materializar ya esta nueva relación. Se trata de encontrar soluciones a los problemas que preocupan a nuestros pueblos”, dijo el lunes Felipe VI en la recepción de embajadores.
Se trata de su primera referencia pública a la crisis abiertamente declarada por Marruecos a España desde la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. El conflicto ya tiene nueve meses de vida.