José Manuel Albares ha lanzado un mensaje a los socios y aliados de España. Una vez demostrado el compromiso de nuestro país, con el anuncio del despliegue de hasta 650 soldados de Tierra, Mar y Aire en las fronteras rusas incluidos en el contingente de la OTAN, el ministro de Exteriores ha reclamado el "compromiso" de la Alianza Atlántica y la Unión Europea "con la vecindad sur". Es decir, ante la crisis fronteriza y diplomática que nuestro país mantiene con Marruecos desde finales de 2020.
Ese fue parte del mensaje que el jefe de la diplomacia española transmitió a Antony Blinken, en su reunión del pasado martes en Washington. Y ése es el enfoque que nuestro país le pondrá "al diálogo que está abierto en la OTAN" y al diseño de "la Brújula Estratégica en el seno de la Unión Europea".
Albares protagonizaba este viernes un desayuno informativo organizado por Europa Press y ha hecho un repaso de todas las políticas de su departamento. En ellas, hay dos hitos clave: la cumbre de la OTAN y la presidencia de España en el Consejo de la UE de la segunda mitad de 2023.
En junio de este año, Madrid albergará la cumbre de la Alianza que definirá el nuevo concepto estratégico de la Alianza. El documento base define a China como "rival" pero a Rusia como "enemigo". Eso es lo que se ha ganado el régimen de Vladimir Putin con su expansionismo en los últimos 23 años.
Aunque Albares dijo que "la política exterior es política de Estado", admitió no haber mantenido ningún contacto reciente con el Partido Popular". De hecho, no nombró en su discurso al otro partido de Gobierno de España ni agradeció el "apoyo total" que ofrecía este jueves al Gobierno de España en la escalada bélica frente al desafío ruso. "Estamos en un momento dificilísimo, la crisis de la pandemia se duplicó con una crisis económica y se triplicó con una crisis social", apuntó de inicio el ministro.
"Ahora, estas tres vertientes de la crisis están marcando la política internacional, y todos contenemos la respiración, pero España participa de la unidad europeos y transatlántica en la búsqueda de la desescalada, la distensión". Eso sí, entretanto "debemos dejar claro que también estaremos unidos en la disuasión si llega ese escenario".
Paralelismo con Marruecos
Albares quiso hacer paralelismo constante entre el compromiso demostrado por España en las fronteras orientales de nuestros socios y "el inaceptable uso de la emigración irregular para presionar" a España por parte de Marruecos.
En breve se va a aprobar un documento clave en el que nuestro país tiene mucho que decir. Josep Borrell, Alto Representante de la UE, está liderando la llamada 'Brújula estratégica' y "el Ministerio está trabajando intensamente en ello", dijo Albares. "Si en junio tendremos la cumbre histórica de la OTAN en Madrid, en la que se va a aprobar el nuevo Concepto estratégico de la Alianza Atlántica, y el año que viene, España presidirá el Consejo de la Unión, Europa debe decidir qué percibe como amenazas en el mundo y cómo queremos enfrentarnos a ellas".
Albares dejó claro que eso quiere decir que la vecindad sur tiene que tener el mismo peso que la vecindad oriental. "Estamos trabajando en una relación sólida, en la que sea imposible las acciones unilaterales" con Rabat. Pero lo cierto es que el Gobierno de Mohamed VI ha exigido recientemente "claridad" en la posición española respecto al Sáhara Occidental.
España está demostrando su compromiso mirando al este en el seno de la UE y de la OTAN, recordó el ministro, "pero hay que dejar claro que esta estrategia de 360 grados debe mirar al sur, a la vecindad del Magreb y el Sahel".
Esa zona, dijo, es una fuente de oportunidades, pero entretanto "es un foco de inestabilidad con mafias que trafican con armas, seres humanos y drogas". Los europeos estamos haciendo esa reflexión, y "tenemos que trabajar juntos". El Mediterráneo, sentenció, "no debe ser un mar que nos separa sino lo que nos une para generar comunidad con esos países".
Como en la cumbre de la OTAN, Albares reclamó a la UE definir con claridad su autonomía estratégica. "Sólo identificando nuestras amenazas podremos saber qué capacidades necesitamos para hacerles frente. Después, ya podremos hablar con nuestro aliado natural, Estados Unidos, para saber qué debemos hacer juntos, que tocará hacer por separado y cómo nos coordinamos".
Tensiones con Podemos
El ministro recordó en su discurso su reciente viaje a Washington. "Hace pocos días estuve en Washington con Antony Blinken, secretario de Estado de EEUU, que hoy mismo negociará en Ginebra con su homólogo ruso, Sergei Lavrov".
En ese sentido, Albares recordó que las relaciones con EEUU siguen mejorando, remontando una lejanía marcada desde la retirada de las tropas de Irak, a la llegada de Rodríguez Zapatero al Gobierno de España, en 2004.
Esas tensiones se han revivido ahora, con la reacción furibunda de Unidas Podemos, el socio minoritario del Ejecutivo recuperando aquel "no a la guerra" que usó la izquierda contra José María Aznar y que inspiró la decisión de su sucesor socialista en Moncloa. Albares rechazó esas críticas, apuntó que "los soldados españoles están trabajando por la paz" en Ucrania y recordó al socio minoritario del Ejecutivo que "la política exterior es política de Estado y la marca el presidente del Gobierno".
"Nuestra relación con EEUU, que es antigua, se realza en momentos como éste", quiso apuntalar Albares. "Dimos nuestro perfil como país en la evacuación de Afganistán como fiel socio y aliado. 'España es el alma de Europa', dijo allí mismo en Torrejón Ursula von der Leyen", presumió. "El mismo Joe Biden llamó a Pedro Sánchez para pedirle el uso de las bases de Morón y Rota" y hoy "estamos demostrando la unión en el seno de la UE y de la OTAN" frente a Moscú.
El ministro remarcó que "va a prevalecer la unidad en el diálogo pero también en la disuasión, si es necesario. Esperemos no llegar a ese escenario, pero la unidad es total".
España ha acelerado su aportación de tropas en el escenario, como informaba EL ESPAÑOL este viernes. "Nuestros soldados tropas hacen una labor en favor de la paz en Letonia", recordó. Los 350 soldados españoles allí "garantizan la paz, el respeto al derecho internacional y la soberanía de todos los países".
Y ésa es la clave, en tono europeo, que definió Albares. Que "no podemos permitirnos volver atrás. Que si Europa es progreso y mirar al futuro, "no regresarán las vallas y los muros". Y sobre todo, que "es inaceptable la vuelta a los tiempos de las esferas de influencia y en los que un país dictaba a otro cuál debía ser su posición en el mundo. No es así como se construyó la paz en Europa ni es aceptable que alguien quiera volver a eso".