Los ojos del mundo están puestos sobre la frontera entre Rusia y Ucrania. Se especula con que en cualquier momento puede estallar un conflicto que podría acabar siendo una guerra de gran escala. Por su parte, el presidente ucraniano, Vlodimír Zelenski, ha pedido a su población "calma". Pero los movimientos militares rusos no invitan precisamente a la relajación.
El propio Joe Biden predijo este pasado miércoles que Rusia lanzará una ofensiva contra Ucrania. Y es que la Casa Blanca cree que los más de 100.000 soldados rusos que ya se encuentran a lo largo de toda la frontera con Ucrania se van a duplicar.
Estados Unidos ya ha advertido a Rusia: un traspaso de la frontera ucraniana tendrá un "coste masivo". Putin "no ha visto nunca sanciones como las que he prometido que se impondrán si se mueve" hacia Ucrania, sentenció este miércoles Biden. Pero las amenazas de Occidente no parecen hacer efecto sobre el Kremlin y las intenciones de Putin.
Imágenes satélite de este miércoles muestran el gran despliegue militar del Ejército ruso en varias localidades cercanas a la frontera con Ucrania. Las imágenes disponibles muestran algunos campamentos militares y decenas de camiones y tanques en ubicaciones cercanas a las ciudades de Veronezh, Yelnya y Klimovo, próximas a la frontera. Klimovo, por ejemplo, está a menos de 100 kilómetros de tierras ucranianas.
Bielorrusia y el mar, claves
Vladimir Putin quiere rodear a Ucrania por tres bandas. Por tierra parece tener sus fuerzas desplegadas. Su frontera con la antigua república soviética ya la tiene cubierta.
Para cubrir el norte también ha aprovechado su complicidad con su vecino comandado por el amigo Alexander Lukashenko. Rusia ha ampliado su despliegue militar esta semana con el envío de tropas siberianas a Bielorrusia, que llegaron junto a tanques, vehículos blindados y camiones de transporte militar.
A las decenas de vehículos militares hay que sumarle una flota aérea contundente de doce cazas de combate SU-35, acompañados de tres divisiones de sistemas de defensa aérea.
Oficialmente, el traslado de tropas a Bielorrusia es para realizar entrenamientos militares junto al Ejército de Lukashenko. "No hay razón por la que estar preocupados" por estos entrenamientos, según el Kremlin. Nada nuevo. Rusia lleva negando durante meses sus planes de invadir Ucrania.
Un oficial de Estados Unidos citado por la agencia Reuters ha sido muy claro: "Los ejercicios militares en Bielorrusia le dan a Rusia más capacidad, oportunidades y vías para atacar a Ucrania".
Las tropas desplegadas en el país de Lukashenko, además de ser un paso fronterizo asegurado para Rusia, suponen una ventaja estratégica para las posibles ambiciones de Putin. Y es que facilita el posible principal objetivo de Rusia: Kiev.
La capital ucraniana es la ciudad importante más cercana a la frontera bielorrusa. Está a tan solo 100 kilómetros, aproximadamente. Sería una posición tan favorable para Rusia que le facilitaría atacar a la capital sin la necesidad de meterse en territorio ucraniano utilizando misiles.
Y el mar. El mar Negro, concretamente. La Armada rusa anunció este jueves maniobras de gran escala "en las zonas de responsabilidad de la flota". Precisamente una flota de 6 buques de asalto rusos ha partido desde el mar Báltico, según informa The Wall Street Journal citando a analistas militares, que también cuentan que es probable que Rusia esté movilizando a su marina por el mar Negro, una zona por la que Ucrania podría recibir apoyo de Occidente.
El Kremlin tiene así a miles de soldados al norte, este y sur de Ucrania. Por tierra y mar. La pinza sobre Ucrania, prácticamente completada.
Ucrania recibe refuerzos
Rusia no pisa el freno, y Ucrania recibe refuerzo. Estados Unidos mandará en los próximos días misiles a Kiev junto a municiones y equipamiento militar valorados en 200 millones de dólares.
Además, la portavoz rusa de Exteriores denunció este jueves que Reino Unido está enviando armamento "desde hace varios días".
La OTAN también se prepara. España enviará en "tres o cuatro" días la fragata "Blaz de lezo" al mar Negro, según la ministra de Defensa, Margarita Robles, que también abrió la posibilidad de un despliegue aéreo en Bulgaria en el que España podría tener participación. A ello se le sumarán, tal y como informa EL ESPAÑOL este viernes, 650 soldados españoles que se posicionarán en la frontera rusa como parte del despliegue de la Alianza Atlántica.
El Gobierno neerlandés se sumó a la ayuda de España ofreciendo dos cazas F-35 y unidades terrestres para fortalecer la defensa de la OTAN en Bulgaria debido a la "acumulación" de tropas rusas en la frontera con Ucrania.
¿Última esperanza?
Mientras Ucrania se refuerza y Putin sigue dirigiendo a sus tropas ante un inminente ataque, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, se verán las caras en Ginebra.
Los dos representantes se reunirán este viernes con el objetivo, al menos por parte de Occidente, de rebajar la tensión. Rusia ha repetido que la invasión es impensable, pero la OTAN, viendo los movimientos casi diarios de los rusos, no se fía. La reunión en tierras suizas se postula como una 'última' oportunidad para arreglar las diferencias.
El Kremlin quiere garantías de que Ucrania no entre en la OTAN en el futuro. Biden ya descartó este miércoles que eso pudiera ocurrir en el corto plazo. Sin embargo, la Casa Blanca sostiene que un país no puede imponer a otro con quién asociarse.
La reunión ha sido calificada por Biden como "una oportunidad" para dialogar y encontrar puntos comunes para evitar los tiros y misiles y así seguir por la vía diplomática.