Begoña Villacís se cita con EL ESPAÑOL en el Pepa Café Cañas y Tapas del barrio de Adelfas (Madrid). Ahí la recibe Fidel, el dueño, que -como tantos otros- se vio con el agua al cuello durante la pandemia: "Si no fuera por ti, hubiera cerrado".
La vicealcaldesa de Madrid acaba de aprobar la norma de la que dice sentirse más "orgullosa": la ordenanza por la cual las terrazas Covid amplían su vigencia hasta 2024. "Me he pegado con todos, pero ha merecido la pena", le confiesa al hostelero.
Y es que a los ataques de la izquierda, que acusa a la dirigente liberal de pensar en la "libertad y las cañitas", se suma Vox, que la ha apodado Terracís por su empeño en apoyar la hostelería. "Me voy a hacer una camiseta con ese mote", presume.
Acaso para desterrar la idea de que las terrazas "las ha puesto Isabel Díaz Ayuso". Pero ni ella ni José Luis Martínez-Almeida estuvieron detrás. "El alcalde estuvo en contra de prolongarlas, tuvimos nuestras desavenencias, pero llegamos a un acuerdo", asegura.
Los camareros interrumpen la parla en varias ocasiones. Ofrecen tapas y reparten halagos a su valedora. "¿Dónde está la izquierda que representa al pueblo? Yo respeto a todos, pero que no jueguen con mi trabajo", se escucha de fondo.
¿Por qué prolongar las terrazas dos años? ¿Es una ordenanza que nace con fecha de caducidad?
Yo no me escondo, quería más tiempo, pero negociamos con Recupera Madrid y se llegó a esta decisión. Yo aspiro a que después de dos años se consolide, pero la ordenanza de terrazas nace con vocación de permanencia. Las baldas de aparcamiento están acotadas a dos años, pero si funcionan será difícil retirarlas. La norma sienta las bases para un urbanismo táctico y para un modelo de estufas eléctricas.
¿Por qué se prolonga el permiso a las terrazas instaladas en plazas de aparcamiento? ¿Cuál es el criterio ahí?
Porque son las nuevas. Las anteriores ya están consolidadas. Se crearon 7.700 terrazas entre ampliaciones y nuevas con la resolución nº 51. Las ampliaciones vuelven a su estado, pero había un debate sobre qué hacemos con las baldas de aparcamiento. Ahí había posiciones muy firmes a favor de retirarlas. Yo las quería mantener y hemos llegado a un acuerdo de dos años.
Entre el descanso de los vecinos y el apoyo a la hostelería, ¿qué se ha priorizado con esta norma?
Para mí ese nunca fue el debate. Para mí es ayudar a la hostelería sí o sí, salvar puestos de trabajo: se han salvado 6.000, según asociaciones de hostelería. Para mí es motivo de orgullo.
Hay vecinos que lo tienen claro: en el último pleno irrumpieron miembros de la plataforma SOS Chamberí, apoyados por el PSOE, para protestar por la nueva ordenanza.
Yo he hecho una ordenanza para todo Madrid, no para Ponzano. Los socialistas toman la parte por el todo y presumen que todo Madrid es Ponzano. Pero para Ponzano ya hemos regulado las zonas tensionadas. Antes de entrar en rigor la ordenanza no había ningún instrumento ágil para abordar Ponzano, hemos creado un instrumento que no existía. Es un antes y un después.
Yo quiero escuchar qué punto de la ordenanza atenta contra el descanso de los vecinos. ¿Qué punto? La mayor parte de terrazas son como esta [en la que transcurre la entrevista]. Madrid no es Ponzano. Hay que hacer una ordenanza para toda la ciudad y actuar quirúrgicamente donde haya molestias. La mayoría de trabajadores, si no fuera por esta ordenanza, estaría firmando su finiquito. Esta es la realidad que el PSOE, que no representa a los trabajadores, se empeña en obviar.
Ya han salido sectores de la izquierda a criticar que ustedes, los dirigentes del centro-derecha, sólo piensan en las "copas y cañas".
No son las cañas, son puestos de trabajo que dependen de estas terrazas. Mucha gente que está hablando nunca ha dependido de un trabajo por cuenta propia. Esa es la realidad. Desde la política se viven las cosas a través de un plasma, y no se dan cuenta de cuánto frío hace fuera. No son conscientes de cuánta gente se hubiese ido a la calle, de cuántas familias comen de esto. Es una manera de frivolizar que hará que mucha gente a la que no representan se desenganche de ellos.
Unas críticas, por cierto, muy similares a las de Vox, que ha acuñado el mote de Begoña 'Terracís'…
Vox se ha subordinado a la izquierda; ya hasta votan conjuntamente. Me llaman Terracís y yo me lo quedo como apodo. De hecho, me voy a hacer una camiseta que lo ponga. Me encanta. No saben lo orgullosa que estoy de haber ayudado a tanta gente a no cerrar sus locales.
Los que venimos de empresa privada, de estar en la realidad, que hemos sido autónomos, vivimos las cosas de otra manera. Vox está haciendo el gamberro. No ha presentado ni alegaciones a la ordenanza, ni enmiendas a los presupuestos, han hecho pellas en las comisiones de presupuestos…
Vox ha pasado de ser el "socio prioritario" del Gobierno a convertirse en la oposición más dura al alcalde. ¿Cómo lo explica?
Para Almeida sigue siendo su "socio prioritario"…
¿Y usted está de acuerdo?
Yo creo que nos tenemos que abrir a todos. Lo importante es sacar los presupuestos, la ordenanza, y aplicar nuestro programa de Gobierno. Vox ha cogido el camino fácil: hacer política consiguiendo titulares con apodos ingeniosos. Y se lo están pasando bien, pero no están trabajando. Son un partido que está sólo para boicotear y para que se nos indigeste la labor de Gobierno. Lo han hecho en Andalucía, donde han reventado los presupuestos, lo han hecho en el Ayuntamiento de Madrid, y lo iban a hacer en Castilla y León, donde Ortega Smith admitió que no iban a apoyar los presupuestos. ¿Qué pasaría en España si el socio dependiese de un socio tan inestable como Vox?
Hay quien entiende ese 'boicot' a Almeida como una estrategia nacional. Javier Ortega Smith es también secretario general del partido...
Claro. Es sólo eso. Apoyan a Ayuso porque a los suyos les cae bien. Y como Almeida no les cae tan bien, pues no le apoyan. Eso es bastante ridículo. Yo creo que esa política de 3º de la ESO es peligrosa.
Siempre ha parecido que era la parte popular del Ayuntamiento quien se encontraba más cómoda con Ortega Smith. ¿Usted se siente liberada?
Yo me siento cómoda cuando puedo aplicar mi programa. En los presupuestos que ellos nos aprobaron, en 2020, no tocaron las medidas que para nosotros eran importantes, y por eso me sentí cómoda.
El nuevo socio prioritario del Gobierno ha pasado a ser el Grupo Mixto, compuesto por cuatro ex ediles de Manuela Carmena. ¿Se encuentra más cómoda con ellos?
Hay muy buen entendimiento. Están siendo el Ciudadanos de la izquierda.
¿Le ha salido un nuevo competidor a Ciudadanos en Madrid?
No. No lo son. Pero me gusta encontrar gente con la que puedo hablar. Han entendido el concepto de utilidad, como lo ha entendido Ciudadanos negociando la reforma laboral, por ejemplo. Lo hemos demostrado muchas veces. En los momentos importantes hay que sacar el trabajo, el país, la ciudad adelante. Y eso no hay mucha gente que lo entienda. La mayoría prefiere hacer partido antes que política. Vox no quiere pactar con nosotros porque quiere hacer ver a todo el mundo que estamos con la izquierda.
La profecía autocumplida...
Exacto. Y la izquierda quiere lo contrario: no quiere pactar con nosotros para hacer ver que estamos con Vox. Recupera Madrid ha demostrado que no está escrito que tengamos que depender de Vox. Han sido inteligentes, si hay un partido de izquierdas que ha conseguido que Madrid no dependa de Vox es Recupera Madrid, no el PSOE ni Más Madrid.
El 'idilio' de Recupera Madrid con el Gobierno municipal comienza con la aprobación de la nueva ordenanza de movilidad. Almeida se presentó a la alcaldía prometiendo derogar Madrid Central, ¿incumplió su palabra?
Eso es una falacia que se ha inventado Vox para desgastar a Almeida. ¿Cómo va a cumplir su programa electoral si no tenía una mayoría absoluta? Él tenía un programa electoral, yo tenía uno, pactamos y en unos puntos prevaleció el PP y en otros, la mayoría, prevaleció Ciudadanos. Ese punto en concreto quedó claro: Madrid Central no se echaría atrás. Y él tiene que cumplir el acuerdo de Gobierno: no puede aplicar su programa de Gobierno ahí, sino el pacto de PP y Ciudadanos.
Si Almeida gobernara con mayoría absoluta tendría sentido el reproche, pero ¿se le va a reprochar que incumpla el pacto de Gobierno? Soy yo la que le ha hecho alcalde. Estoy muy orgullosa de no haber echado atrás la zona de bajas emisiones porque nos hubiésemos convertido en la primera ciudad del mundo en tumbarla.
¿Qué le parece que se esté removiendo constantemente el callejero madrileño?
A mí no me gusta. Yo voté a favor de la Ley de Memoria Histórica hasta que dije "hasta aquí". ¿Vamos a seguir este circo? Anuncié con todo mi equipo que íbamos a votar en contra de todas las iniciativas. Basta ya.
Estamos volviendo a un entorno de polarización nunca visto por mi generación. Eso sólo lo puede parar un proyecto de centro en España. Somos la intersección y se necesitan nuestros votos, así que esta forma de atacarnos y de usarnos unos contra otros y de levantar trincheras tiene que acabar.
Es mucho más difícil que salga un escándalo de corrupción en un gobierno de coalición que en uno de mayoría absoluta
¿Cómo ha vivido la polémica en torno a Almudena Grandes?
Yo creo que es un tema que tenemos que parar ya. No somos conscientes de que hay una familia que ha perdido a alguien: un viudo, hijos... En aquel momento voté en contra de que fuera Hija Predilecta por una consideración técnica: yo creo que el galardón que merecía era la medalla de honor, me parecía lo más ajustado.
¿En qué momento se encuentra su relación personal y profesional con el alcalde?
Bastante bueno. Hemos discrepado mucho políticamente porque somos dos partidos políticos distintos, uno liberal y otro conservador, pero nos tenemos el suficiente respeto para saber dónde acotar nuestras discrepancias, que son políticas, nunca humanas. Tenemos una buena relación, nos respetamos, y eso es importante. Tiene que haber discrepancias porque eso es sano en un Gobierno de coalición.
¿En qué se nota la presencia de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid? O, dicho de otra manera: ¿en qué es distinto el Gobierno de Almeida con respecto al de Ayuso?
Bueno, para empezar, los gobiernos de coalición siempre son más sanos. Es mucho más difícil que salga un escándalo de corrupción en un gobierno de coalición que en uno de mayoría absoluta. También sirve para ponderar: no es lo mismo un partido conservador que un partido conservador moderado que uno liberal, como no es lo mismo uno socialista que uno socialista moderado que uno liberal. Este país necesita sí o sí un centro liberal, porque el PP y el PSOE son mejores cuando compiten con el centro, y se centran, y no con sus extremos, y se radicalizan.
¿Le parece el PSOE actual comparable en términos de radicalidad con el PP? Los populares aún no gobiernan con Vox, pero los socialistas sí lo hacen con Podemos en muchos territorios. Además, el Gobierno de España pacta con los separatistas y con Bildu.
Bildu está en un nivel aparte; no es comparable con ningún otro partido político. No podemos hablar del mismo nivel de radicalidad cuando el PSOE está pactando con gente que está ligada a ETA. Eso es otro nivel. Ahora, con respecto a la polarización, sí. En España, como estamos en elecciones constantes, el PP ya está actuando con la expectativa de gobernar con Vox. Estamos volviendo atrás en muchísimas cosas, y se vio en el último discurso que hizo Pablo Casado en su Convención. Han vuelto a reabrir debates como el del aborto o el del matrimonio igualitario...
Parece que eso es lo que va a hacer Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León: cambiar a Ciudadanos por Vox.
Que le pregunten a Moreno Bonilla o a Almeida cómo se gobierna con Vox…
¿Qué opinión tiene acerca de Isabel Díaz Ayuso como presidenta?
Es indiscutible su momento político. Se han dado muchos factores y está en un momento dulce.
¿Es partidaria de ir en coalición con el PP a las próximas elecciones municipales?
En algunos puntos quizá merecería la pena, pero en Madrid no. La razón por la que hemos conseguido un gobierno moderado, con medidas liberales y no regresistas es porque somos dos partidos distintos. PP y Ciudadanos ahora mismo se hablan de igual a igual en el Gobierno. Ellos tienen más votos, nos superan por cuatro escaños, pero nosotros somos los que tenemos la capacidad de pactar con la izquierda y tenemos una ventaja. El Gobierno de coalición nos permite cubrir un nicho mucho más amplio.
Estamos asistiendo a la desaparición de Ciudadanos en muchos territorios, en los que está siendo fagocitado por el PP, ¿sucederá también en Madrid en 2023?
No creo que eso vaya a ocurrir. Las últimas encuestas que han salido en Madrid nos siguen otorgando un papel central. Por encima de Vox, incluso.
En caso de que sucediera, ¿qué haría Begoña Villacís? ¿Seguiría en Ciudadanos, se pensaría continuar en política en otro partido o volvería a su despacho?
Yo creo en el proyecto de centro liberal en España. A mí lo que me motivó a entrar en política es la existencia de un proyecto que me representaba. Si no, no me hubiese metido a política. Si desaparece ese proyecto de centro, desaparece nuestra razón de ser: nuestro papel es moderar al PP y moderar al PSOE, ser un canalizador para que en este país nos reencontremos, para calmar la polarización. No cumplimos nuestro papel en otro lado.