El PSOE cree que el PP está en caída libre y que puede incluso ganar el domingo en Castilla y León
Los datos demoscópicos a los que se agarran los socialistas constatan que Mañueco no es Ayuso ni Castilla y León es Madrid.
9 febrero, 2022 02:34La cúpula del PSOE afronta el final de la campaña electoral en Castilla y León con un mínimo hilo de esperanza, basado en la tendencia que muestran todas las encuestas publicadas en el límite legal y, especialmente, el análisis de las llamadas “tripas” del sondeo del CIS.
En ese estudio queda claro que, aunque el modelo y la expectativa de las elecciones anticipadas es lo que pasó en la Comunidad de Madrid en mayo, no será en absoluto fácil que el PP repita un resultado tan favorable. Porque, más allá del reparto de escaños que prevén los sondeos, hay datos sobre valoración de líderes en Castilla y León que ni se acercan para el PP a los de Madrid del pasado mes de mayo.
El "efecto Ayuso" acercó al PP a la mayoría absoluta e hizo "rentable" el adelanto electoral, mientras que ahora Alfonso Fernández Mañueco corre el riesgo de mejorar muy poco su resultado de 2019 y depender en exceso de Vox, engordado notablemente con respecto a aquellas elecciones.
Según fuentes socialistas, a cinco días de las elecciones autonómicas sigue siendo difícil superar en votos al PP como ya ocurrió en 2019, aunque no imposible, y sí ven que la candidatura de Mañueco queda lejos de la mayoría absoluta, con dificultades para alcanzar sólo con Vox los 41 escaños necesarios para gobernar. Y, en todo caso, Mañueco, en caída libre, quedaría en manos de la ultraderecha.
El análisis de los socialistas sobre esa tendencia coincide con el del PP que ha provocado la alarma en la sede de Génova.
Tendencia a la baja
El primer dato que manejan los socialistas es el de la tendencia a la baja de los populares desde que se convocaron las elecciones y desde que empezó la campaña. Esa tendencia es detectada en diferente medida por todos los sondeos y, según los expertos, será difícil de quebrar en el tramo final.
En este punto, la esperanza del PP se basa en que las propias encuestas tengan un efecto movilizador para sus electores.
Los socialistas explican que el del CIS fue el sondeo que más se acercó al resultado final en las autonómicas autonómicas en Castilla y León en 2019. Entonces el sondeo oficial dio un mes antes de las elecciones al PSOE ganador con entre 29 y 34 escaños y, finalmente, logró incluso uno más, 35. Al PP le pronosticó entre 24 y 30 y logró 29 en las elecciones.
El CIS sí falló entonces con Ciudadanos, al que infravaloró, y con Vox al que sobrevaloró. Ahora, los sondeos muestran que ambos partidos pueden intercambiar sus resultados de 2019.
La encuesta del CIS no tiene aparentemente sesgo en la muestra, porque a la pregunta de a quién votó en 2019 la respuesta indica una diferencia de tres puntos a favor del PSOE idéntica a la del resultado en las últimas autonómicas.
Tiene un margen de error de 1,6%, lo que deja la previsión final en una especie de empate técnico que hace imprevisible el resultado.
La esperanza de los socialistas se basa también en el resultado de preguntas sobre los dos principales candidatos, es decir, Mañueco y Luis Tudanca, del PSOE.
Esos datos no resisten comparación con los de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid. Por ejemplo, a la pregunta “¿quién preferiría que fuese el/la presidente/a de la Comunidad de Madrid en estos momentos?”, el 23,8% decía que Ángel Gabilondo y hasta el 37,8% que Isabel Díaz Ayuso 37,8.
Presidente preferido
En el caso de Castilla y León, a esa pregunta el 20,7 dice que Mañueco, mientras que el 23,2 que Tudanca. Es cierto, que hay más encuestados que consideran que el actual presidente conoce más los problemas de la comunidad que el socialista, pero ese dato tiene más que ver con la experiencia de Gobierno, según el análisis del PSOE.
Obviamente, el CIS de la Comunidad de Madrid ya daba una ventaja de 20 escaños del PP sobre el PSOE. Esa diferencia, ni siquiera se mitigaba con otras candidaturas de izquierda como Más Madrid y Unidas Podemos, porque en la Comunidad ese voto estaba mucho más fragmentado. En Madrid el PSOE competía en su franja ideológica con varios partidos, mientras que ahora sólo hay duda sobre la forma en la que operará la presencia de candidaturas localistas.
Otro dato de la encuesta del CIS favorable al PSOE es el de la simpatía, que sirve para medir las opciones de cambio que puede haber en caso de reconsideración del voto en el tramo final de campaña.
También ganan los socialistas por tres puntos cuando se pregunta por la segunda opción en caso de cambio.
Aparentemente, el sondeo muestra que un alto porcentaje de los votantes de Castilla y León está abierto a cambiar el sentido de su voto. A la opción “según lo que más les convenza en ese momento, votan por un partido u otro, o no votan” se une el 54,5%.
El PP ha planteado una campaña en clave nacional, pese a que un 77,1% asegura que “Castilla y León tiene problemas específicos, distintos a los de otras comunidades autonómas”. Este dato se equilibra casi en el empate en la pregunta “¿qué partido o candidatura está planteando en campaña asuntos de más interés para la región de Castilla y León?”.
En Madrid, Ayuso sí pudo plantear una campaña en clave nacional que le dio buenos resultados, porque venía de meses de enfrentamiento con el Gobierno central y con el propio Pedro Sánchez. En Castilla y León, el carácter más local de los comicios se manifiesta por la aparición de candidaturas localistas que priorizan asuntos del territorio. Esas candidaturas pueden distorsionar el resultado y pugnan con los partidos nacionales y, además, tienen un origen diverso que, en algún caso, procede de escisiones del PP, en otro del PSOE, en otro de Ciudadanos y en otro por una reivindicación territorial como la de León al margen de Castilla.
La movilización
Otra diferencia con Madrid es que en la pregunta sobre la afinidad ideológica con los partidos entonces ganaba el PP, mientras que ahora hay más encuestados identificados con el PSOE.
En la impresión de victoria, la ventaja es clara para el PP, porque un 61% dice que ganarán los populares, mientras que sólo el 15% asegura que lo hará el PSOE. Pero hasta este dato se ha modificado sustancialmente en el último mes, porque entonces superaba el 70%.
Otro dato fundamental es el de la movilización. En la Comunidad de Madrid era mínimo el índice de indecisos o posibles abstencionistas en el sondeo del CIS, mientras que ahora se acerca el 30%. De hecho, uno de los temores de la dirección del PP tiene que ver con la previsión de abstención al ser las primeras elecciones en Castilla y León que no coinciden con municipales. Los desmovilizados entonces eran los electores de la izquierda y, por eso, PSOE y Unidas Podemos tensionaron la campaña con las amenazas a sus candidatos.
Según el CIS, en las ciudades hay más encuestados convencidos de acudir a votar. Teóricamente, y siempre según el PSOE, ese dato les favorece porque podría indicar que los votantes del PP están menos movilizados, a diferencia de lo que ocurrió en Madrid.
Y en el detalle del voto por tamaño de los municipios el PP gana claramente en los pequeños municipios, con ventaja de más de cuatro puntos. Esa diferencia se equilibra a medida que crece el tamaño de los municipios, pero en las localidades de entre 10.000 y 50.000 habitantes, el PSOE obtiene una ventaja de hasta ocho puntos, según el sondeo.