El CIS de José Félix Tezanos lo ha vuelto a hacer. Una semana antes de las elecciones, pronosticó el triunfo del PSOE, pero los resultados de este domingo han dejado en evidencia su desideratum de movilizar a la izquierda en plena campaña. Y no sólo ha errado en lo que a engordar su partido se refiere. También minusvaloró al gran vencedor de la noche, Vox, y sobreestimó a Ciudadanos.
No se trata de un mero error de cálculo. Igual que en ocasiones anteriores, el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) exhibió una tendencia meridianamente opuesta a la de los sondeos publicados por EL ESPAÑOL y los demás medios de comunicación.
Tezanos, otrora miembro de la Ejecutiva del PSOE, dibujó a siete días de las elecciones un escenario según el cual Luis Tudanca, el candidato de Pedro Sánchez, podía ser investido presidente de la Junta.
Esa horquilla de 29-34 parlamentarios socialistas –auguraba Tezanos– sería completada por 5 diputados de Ciudadanos y las marcas de la España Vacía. Sin embargo, los de Inés Arrimadas han estado a punto de quedarse sin representación, cayendo de 12 butacas a 1. El CIS también premió a Podemos por encima de sus posibilidades (2-4 escaños), que ha conseguido el mismo resultado que Ciudadanos.
Cuando el barómetro público salió a escena, ya no había encuestas en España que predijeran un gobierno de izquierdas en Castilla y León. Para más inri, la derecha lleva gobernando allí treinta y cinco años.
Tezanos colocó a Vox en las 8-9 actas. Han sido 13. Una bolsa de votos tan grande como una bisagra, que se tornará trascendental en los próximos días para determinar la formación de gobierno.
Los precedentes
Lo ocurrido con las elecciones de Castilla y León no es una excepción, sino la confirmación de una dinámica. Véanse los procesos electorales de Andalucía en 2018 o de la Comunidad de Madrid en 2021.
En Andalucía, Tezanos vaticinó una mayoría para Susana Díaz, cuando los sondeos privados ya esbozaban el vuelco que se terminó produciendo, y que puso fin a cuatro décadas de ejecutivos de izquierdas.
En la Comunidad de Madrid, con el fenómeno Ayuso en auge, el CIS dibujó un gobierno de Ángel Gabilondo cuando nadie más lo hacía. Así dio munición de campaña al ahora Defensor del Pueblo y a Pablo Iglesias cuando sus propios equipos habían detectado que el barco se hundía.
Al poco de conocerse el escrutinio de Castilla y León, numerosos dirigentes de los partidos de la oposición han vuelto a poner el grito en el cielo por la labor de José Félix Tezanos al frente del CIS. Llevan años pidiendo su dimisión. Argumentan que ha convertido una herramienta demoscópica en un arma de campaña al servicio de Moncloa.
En contraposición al pronóstico del barómetro público puede situarse, por ejemplo, la efectuada por SocioMétrica para EL ESPAÑOL exactamente el mismo día: el 7 de febrero, una semana antes de la votación.
En esa fecha, este diario dio 26-27 escaños al PSOE, uno menos de los que ha obtenido. 32 al PP (uno por encima), 1 a Ciudadanos (los mismos que ha logrado), 11 a Vox (dos por debajo) y 3 a Podemos (dos por encima).
Pero lo más importante estuvo en la conformación de mayorías: esas cifras ya auguraron lo que ha terminado ocurriendo. El Gobierno sólo será posible tras una negociación entre PP y Vox.