El feminismo se parte en dos en el 8-M por la Ley Trans de Irene Montero y la prostitución

El movimiento feminista saldrá a las calles de Madrid dividido en dos. El próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el Movimiento Feminista de Madrid y la Comisión del 8-M se manifestarán en dos marchas por separado que concidirán en hora pero no en recorrido ni en reivindicaciones.

Dos son los elementos clave en los que difieren estos dos movimientos feministas: la abolición de la prostitución y la Ley Trans. Las conocidas como feministas clásicas, lideradas por el Movimiento Feminista de Madrid, están en contra de la ley Trans de la ministra Irene Montero y, en concreto, critican con dureza la medida que permite la autodeterminación de género, ya que consideran que pone en peligro las políticas públicas a favor de la igualdad" y "socavan los derechos" de las mujeres que se han reclamado a lo largo de la historia.

Tampoco ha gustado a este sector del feminismo que Irene Montero no haya sido contudente en sus medidas relacionadas con la prostitución, a pesar de que la ministra de Igualdad se ha declarado abolicionista de la misma.

Precisamente sobre esta última cuestión versa el lema de la manifestación del Movimiento Feminista de Madrid: El Feminismo es abolicionista. La convocatoria de manifestación será a las 19:00 horas e irá de la Gran Vía a Plaza de España. "No te equivoques de pancarta", avisan estas convocantes en sus llamadas a participar.

Comisión 8-M

Con esta advertencia, el Movimiento Feminista de Madrid se refiere a la convocatoria de la Comisión 8-M, entidad que ha organizado las ediciones de la protesta desde 2018, y que este año realiza su manifestación bajo el lema de Derechos para todas, todos los días. Su convocatoria también es a las 19:00 horas, aunque su recorrido será desde la Plaza de Atocha hasta la Plaza de Colón. Este año, como sí hicieron en convocatorias anteriores, descartan una huelga general. 

Las convocantes destacan "la importancia de la movilización en un momento en el que los efectos de la crisis sanitaria han agravado la situación que viven las mujeres" que, según han destacado, "a menudo se encargan de las labores de cuidados y de muchos de los oficios esenciales imprescindibles para el sostenimiento de la vida".