El "bilingüismo cordial" que Feijóo quiere exportar limita la inmersión de los niños a 3 semanas al año

El nuevo líder del PP defiende la convivencia de las distintas lenguas cooficiales, mediante un concepto que ha bautizado como el "bilingüismo cordial". 

En ese sentido, la Xunta de Galicia promueve desde 2019, bajo la presidencia de Núñez Feijóo, un plan de "inmersión lingüística" voluntaria para que los niños de la región se comprometan a hablar sólo en gallego las 24 horas del día, durante tres semanas al año: en la escuela, con su familia y con sus amigos.

La campaña 21 días co galego e + nació en 2013, como una iniciativa de un instituto de Secundaria de La Coruña. Desde 2019 es impulsada directamente por la Secretaría General de Política Lingüística de la Xunta. En su última edición, que se desarrolló el pasado mes de febrero, participaron 3.399 alumnos de 12 a 18 años, en una docena de centros docentes de la Comunidad.

El principal objetivo de este plan es que los escolares gallegos tomen conciencia de la necesidad de preservar la lengua "propia" de la región. A lo largo de tres semanas, los centros escolares adheridos impulsan actividades para que los alumnos conozcan mejor la literatura gallega y para que practiquen esta lengua en las redes sociales, creando blogs, pódcast o vídeos de TikTok, entre otras actividades.

Aunque el hilo conductor del plan consiste en que los niños adquieran el compromiso voluntario de hablar sólo en gallego, también con la familia y amigos, durante tres semanas. La iniciativa ha recibido el reconocimiento de la Real Academia Galega y el Premio Rosalía de Castro de la Diputación de La Coruña.

Desde su llegada de la presidencia del PP, Feijóo ha impulsado un nuevo modelo para facilitar la penetración del partido en las comunidades autónomas bilingües como Cataluña —donde los populares sólo obtuvieron tres escaños en las últimas elecciones autonómicas— y el País Vasco.

Lenguas para "unir"

El equipo de Feijóo defiende que "las lenguas están para unir, no para separar" y recuerda que la Constitución preserva la diversidad e identidad cultural de las distintas comunidades autónomas.

El líder del PP es consciente de que sólo logrará una mayoría holgada en las próximas elecciones generales si el PP consigue crecer en Cataluña y el País Vasco. Es decir, si este partido deja de ser percibido como una fuerza política hostil por una amplia parte de la población de ambas regiones, la que abraza las tesis nacionalistas.

Pero no es una mera estrategia de cálculo político, sino la filosofía que Feijóo ha aplicado desde 2009 al frente de la Xunta.

Durante los últimos años, la Xunta ha dado pasos para implantar un modelo de educación trilingüe (en castellano, gallego e inglés), aunque de momento se aplica sólo en los centros de Primaria y Secundaria que se acogen voluntariamente. 

La educación trilingüe

En los centros adheridos, es habitual que la lengua inglesa se utilice sólo en asignaturas no troncales como Música o Educación Física (y con exámenes más sencillos), ya que los alumnos no tienen suficiente nivel para estudiar en esta lengua asignaturas troncales como las Matemáticas.

La presidenta de la asociación Hablamos Español, Gloria Lago, señala que hasta ahora esta experiencia ha tenido un "éxito dudoso", ya que a menudo los padres que han escolarizado a sus hijos en este modelo prefieren no repetir.

El Decreto 79/2010 para el plurilingüismo en la enseñanza no universitaria de Galicia impulsado por el PP de Feijóo, que se mantiene en vigor, establece que la lengua gallega será la utilizada "con carácter general" en la administración educativa, tanto en los centros públicos como en los concertados: es la que se debe utilizar "en las relaciones mutuas e internas", así como para redactar las actas, comunicados y anuncios.

Pero el modelo educativo de Galicia está muy alejado de la inmersión lingüística (exclusivamente en catalán) que se aplica en Cataluña, en las Islas Baleares y que Compromís intenta implantar ahora en la Comunidad Valenciana.

Misma proporción 

El Decreto de plurilingüismo de Feijóo establece que se impartirá la misma proporción de horas lectivas en gallego y en castellano. En Primaria se debe dar en gallego al menos la asignatura de Conocimiento del medio natural, social y cultural, mientras que es obligatorio que la asignatura de Matemáticas se imparta en castellano.

En Secundaria, están reservadas para la enseñanza en gallego las asignaturas de Ciencias sociales, geografía e historia, Ciencias de la naturaleza y Biología y geología. En cambio, se deben impartir en castellano al menos las clases de Matemáticas, Tecnologías y Física y Química.

Hablamos Español se muestra extraordinariamente crítico con este modelo lingüístico promovido por la Xunta, que permite a la mayoría de los ayuntamientos desterrar el uso del castellano: tanto en la toponimia como en los documentos oficiales y las relaciones con los ciudadanos. 

En los últimos años, Galicia ha importado una práctica de Cataluña: el Correlingua (una carrera popular de escolares que atraviesa cada año distintas locales para promover y defender el uso del gallego). Pero en Cataluña está promovida por la Plataforma per la Llengua, la entidad financiada por la Generalitat que anima a denunciar a los comercios que no rotulan en catalán.

El 'Correlingua'

En el caso de Galicia, esta carrera popular está organizada por distintas entidades, entre las que tiene un importante peso en sindicato nacionalista Confederación Intersindical Galega (CIG) —vinculado al BNG—, con el patrocinio de numerosos ayuntamientos y diputaciones.

Aunque la Xunta no financia esta actividad, "aporta lo más importante, los alumnos", señala Gloria Lago, ya que la carrera se desarrolla en horario lectivo y durante los días previos numerosos centros escolares realizan actividades complementarias al Correlingua.

El PP presume de que la política de Alberto Núñez Feijóo ha permitido frenar el nacionalismo en Galicia. No es exactamente así. En las últimas elecciones autonómicas de 2020, los nacionalistas del BNG obtuvieron 19 escaños: se convirtieron en la segunda fuerza política, por delante del PSOE.

Eso sí, el PP de Feijóo arrolló con 42 escaños (más del doble que su directo competidor) y ni Vox, ni Cs, ni Unidas Podemos obtuvieron representación en la Cámara autonómica.