Moncloa fijará la moción de censura después de Fallas y antes de Semana Santa, como pide Abascal

Ahora que Vox por fin ha registrado su moción de censura, la siguiente incógnita por resolver es cuándo se debatirá en el Congreso. Todo apunta a que el Pleno de la moción se celebrará dentro de unos 20 ó 25 días. Esto sería la semana del 20 de marzo, pasadas las Fallas y antes de las vacaciones de Semana Santa.

Esta es la fecha estimada que ya empiezan a manejar las distintas formaciones políticas, desde el PSOE a Vox. La primera en decirlo fue, este lunes, la vicesecretaria general de los socialistas y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

En la rueda de prensa posterior a la Comisión Ejecutiva Federal, la ministra dijo que los socialistas aún no han abordado cuándo celebrarla. Sin embargo, aseguró que el plazo lógico sería ese, en una línea similar a la anterior moción de Vox —que se celebró a los 21 días de su registro— y la de Pablo Iglesias —que se debatió un mes después—.

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Corresponde a la presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, establecer la fecha del debate y la consensuará con el presidente del Gobierno teniendo en cuenta factores como su agenda internacional. Por ello, la fecha está en manos del PSOE.

Pero el calendario que maneja el PSOE ya ha sido trasladado a Vox y cuenta con el beneplácito del partido de Santiago Abascal. El líder de la formación de extrema derecha ya dijo este lunes, tras presentar la moción, que se debata antes del 4 de abril.

Este margen permitiría que, en el improbable caso de que triunfe la moción de censura y sea investido presidente Ramón Tamames, pueda convocar elecciones generales anticipadas haciéndolas coincidir con las autonómicas y municipales del próximo 28 de mayo, ha argumentado Abascal. Pero es evidente que los números no dan.

Situar la moción en el calendario que pide Abascal no es una concesión a Vox. En el PSOE tienen otro objetivo. "Cuanto antes nos lo podamos sacar de encima, mejor", afirman desde Ferraz. El partido está volcado en vender durante la campaña electoral su gestión en los distintos territorios —la mayoría de las autonomías en las que se celebrarán comicios están gobernadas por socialistas— y los socialistas quieren abordar la campaña "sin fuegos artificiales".

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Aunque los socios del Gobierno y el ala morada del mismo están estudiando la posibilidad de no participar en el debate, como hizo el PNV en la última moción de censura, desde el PSOE parecen descartar esta posibilidad. "Hemos tenido conversaciones informales, pero tenemos máximo respeto al instrumento de la moción", aseguran las fuentes consultadas.

"Tendrán que confrontar los modelos", dicen, y para ello no hay nadie mejor que Pedro Sánchez. Aunque aún no se ha cerrado ese detalle, todo apunta a que será el presidente del Gobierno el que defienda la postura de los socialistas.

En el caso del PP, será su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, quien dé réplica al candidato Tamames, según informaron desde Génova. Ella será la encargada de explicar por qué los conservadores se abstendrán. Quien no asistirá al debate será el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, que podría sentarse al lado de Gamarra si quisiera, igual que hizo en el debate del estado de la nación.

La ausencia de Feijóo es interpretada en el PSOE como un acto de poca "valentía". Los socialistas piden al PP que reconsidere la abstención. Según dijo este lunes María Jesús Montero, en Europa a partidos como el de Abascal se le impone un "cordón sanitario" y, ahí, la única respuesta aceptable para ellos sería un no.