El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este sábado en su acto en la Casa de Campo de Madrid.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este sábado en su acto en la Casa de Campo de Madrid. EFE

Política GOBIERNO

Sánchez recurre a una ley de paridad para salir del cerco del 'caso Mediador', Ferrovial y del 'sí es sí'

'Mediador', el IPC, Ferrovial y un 8-M dividido se le agolpan al presidente, que confía en la minicrisis de Gobierno y la moción de Vox para recuperar pulso.

5 marzo, 2023 02:44

“Hace cinco años, señorías, los cinco principales desvelos de los españoles eran por este orden: el paro, la corrupción, los problemas políticos, la economía en general y la independencia en Cataluña. […]

La corrupción que llegó a figurar entre uno de los principales problemas y preocupaciones en consecuencia de los ciudadanos españoles, en segundo lugar, de esas preocupaciones, y que llegó a preocupar al 35% de nuestros conciudadanos, es hoy un problema solo para el 5% de la población. […]

A diferencia de cinco años atrás, ni la independencia de Cataluña ni tampoco la corrupción forman parte ya de las principales preocupaciones de los españoles. Dos preocupaciones menos, por tanto, para la mayoría de ciudadanos”.

El pasado 31 de enero, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez se jactaba así en el Senado de cómo la corrupción, que hizo caer a Mariano Rajoy en la moción de censura de 2018, había desaparecido de la agenda política española.

Pero sólo 14 días después, el responsable de Organización del PSOE, Santos Cerdán, forzaba a un diputado socialista a dejar el escaño por su implicación en un caso de corrupción que afecta al grupo parlamentario y al Gobierno autonómico de Canarias.

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Y un mes después de que el presidente del Gobierno proclamara el fin de la corrupción, las portadas de los medios de comunicación hablan de supuestas mordidas, tramas corruptas, fiestas con mujeres prostituidas y complicidad de políticos con empresarios.

Entra así Pedro Sánchez en el mes de marzo con un contexto muy turbio a poco más de dos meses de las elecciones municipales y autonómicas y a ocho de las generales. Sus planes y las estrategias diseñadas por sus equipos, basadas en subrayar sus fortalezas, vuelan por los aires.

Precisamente, algunas fortalezas del Gobierno caen en estos días, por ejemplo, la lucha contra la corrupción, el feminismo y la recuperación económica.

Este sábado ha improvisado una propuesta de nueva ley de igualdad para salir del cerco político por el "caso Tito Berni" y el "sí es sí". Esa propuesta de proyecto de ley, que ni siquiera es seguro que pueda aprobarse en esta legislatura, no estaba en el plan normativo presentado hace un mes y que recoge las leyes que se propone promover el Gobierno.

De nuevo, Sánchez muestra su capacidad para rehacerse en la adversidad, su resistencia a la derrota y su gusto por los golpes de fecto. Por ejemplo, en junio de 2022 reaccionó al escándalo por las escuchas de Pegasus con el anuncio de una reforma legal del CNI de la que luego nunca más se supo.

Ese anuncio muestra también el estado de la coalición, porque ese anteproyecto de ley se refiere a una competencia de Unidas Podemos en el Gobierno y, sin embargo, su aprobación en el Consejo de Ministros se anuncia en un acto del PSOE.

Otra fortaleza de la que Sánchez hace bandera es la de la estabilidad, porque ha conseguido la hazaña de concluir una legislatura completa con tres Presupuestos Generales del Estado y con el menor número de escaños que haya tenido nunca un partido de Gobierno, y con la primera coalición en la España constitucional.

Sin embargo, ese éxito se empaña por la situación de la coalición que, según socialistas, en la práctica ya no existe, es una agrupación ocasional de ministros, porque los dos partidos que la forman ya votan diferente en el Congreso y no ocultan sus discrepancias. 

8-M, jornada de apuro

No rompen formalmente porque no les interesa políticamente, pero este próximo martes, por ejemplo, salvo cambio de última hora, el PSOE votará con el PP cambiar un proyecto de ley aprobado en Consejo de Ministros, frente a Unidas Podemos que votará mantener el texto como en su momento aprobaron todos los miembros del Gobierno.

Se trata de la llamada ley del sí es sí que ha provocado más de 700 reducciones de condenas de delincuentes sexuales y que sigue siendo la mayor pesadilla del Gobierno. 

El PSOE admite, de hecho, que ya es imposible salir con éxito de este asunto y sólo busca escapar rápido y lo menos dañado, aunque el goteo de resoluciones judiciales se mantendrá durante meses.

La primera votación para modificarla será este martes con la admisión a trámite, será justo el día antes del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, al que se llega al final de la legislatura con la división del movimiento feminista por esa norma y por la llamada Ley Trans.

Lo que era antes un día grande para el PSOE es ahora políticamente una jornada de apuro y por eso Sánchez ha anunciado la nueva ley. Y resurgen las voces de feministas del PSOE que cuestionan de nuevo que Sánchez cediera en 2019 a Unidas Podemos las competencias de Igualdad. Curiosamente, la nueva ley se anuncia en un acto del PSOE, pese a que la competencia de Igualdad en el Gobierno es de Unidas Podemos.

También afecta a la relación del PSOE con la bandera feminista que el caso Mediador o caso Tito Berni incluya la participación de algún diputado en fiestas con mujeres prostituidas, mientras el partido defiende la abolición total de la prostitución.

Por ese caso, llega el PSOE a este momento de la legislatura con el grupo parlamentario del Congreso en estado de shock. Tras la rápida reacción del PSOE al obligar al diputado Juan Bernardo Fuentes (Tito Berni) a dejar el escaño, ha caído un manto de silencio y el secretismo que inquieta a los diputados.

La dirección del partido dice haber perimetrado el incendio, tiene identificados a los que fueron a cenas con el exdiputado, asegura que ninguno fue a las fiestas posteriores y que no hay motivos para tomar medidas contra ellos, pero al no facilitar detalles de esos encuentros y sus protagonistas ha provocado el malestar de muchos parlamentarios con su partido porque se sienten bajo sospecha.

Además, el PSOE explica que no hay en el sumario ninguna decisión de administraciones favoreciendo a los empresarios de la trama, es decir, no hay frutos concretos de las supuestas gestiones del exdiputado. No hay tampoco nombres de ningún otro diputado socialista implicado y sólo un reguero de declaraciones diferentes del llamado mediador. Mas bien, dice el PSOE, parece el "caso estafador" más que el "caso mediador".

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Tampoco ayuda, según diputados socialistas, la forma en la que su portavoz Patxi López ha hecho frente al caso con expresiones como “¿qué más te da?”, cuando un periodista le pedía detalles del caso. Sobre todo, porque hace meses Sánchez quiso reforzar los portavoces del partido, del Gobierno y del Grupo para responder eficazmente a este tipo de situaciones.

También hay indignación en el grupo socialista con los ataques desde el PP y diputados explican que los de Alberto Núñez Feijóo están a punto de “pasarse de frenada” y provocar mayor cierre de filas, porque nada une más que los ataques desde el exterior.

Peligro en Canarias

Oficialmente, el PSOE explica que su reacción ha sido rápida y que ha colaborado con la investigación al “precintar” el despacho y la tablet de Fuentes. No obstante, admite que el caso es demoledor para el partido, especialmente para las expectativas en Canarias donde todas las encuestas le daban por claro ganador, y por algo fundamental en el calendario electoral: el control de la agenda electoral y el balance de legislatura.

El propio ministro de Presidencia, Félix Bolaños, verbalizó este temor del PSOE el viernes en su comparecencia ante la Comisión Constitucional del Congreso: "Los hay muy empeñados en que exista un ruido ensordecedor para que los ciudadanos no sepan lo que hemos hecho".

El caso y la respuesta de “ventilador” a la que ha recurrido el PSOE con detalles de casos que afectan al PP embarra el terreno de juego, crea un marco de legislatura de corrupción e impide que el PSOE imponga su propia agenda política. Es decir, arruina el citado mensaje de Sánchez en el Senado con los datos del CIS y la preocupación de los ciudadanos.

Barones regionales están horrorizados con el caso y con esa agenda política nacional porque, además, afecta a diputados de cada una de las circunscripciones, territorializando el escándalo.

Los expertos en crisis suelen explicar que lo que hace buenas o malas las crisis es la forma de abordarlas. Sirve para el caso Mediador y también para las consecuencias de la salida de Ferrovial de España.

Sánchez ha optado por la confrontación con la compañía y por ligar la decisión directamente a la acción del Gobierno al señalar que el presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, busca no pagar el impuesto de patrimonio.

Es decir, establece que la salida de la compañía está provocada por decisiones del Gobierno, lo que da la razón a quienes desde la derecha responsabilizan al presidente del Ejecutivo por su enfrentamiento con los grandes empresarios.

Pero así, Sánchez logra el efecto político de fijar un adversario identificable, en este caso, la tercera persona más rica de España según Forbes, lo que refuerza a su electorado más fiel. Se presenta como Robin Hood y lleva la lucha electoral a una confrontación entre “ricos y pobres”.

La contraindicación, en cambio, es asumir la responsabilidad de una mala noticia para España, al sugerir algo así como que “el Gobierno de Sánchez provoca la salida de grandes empresas”.

Hace una semana, Sánchez resolvió con contundencia la crisis de los trenes que no caben en los túneles al forzar dos dimisiones, una de ellas la de la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, muy notable para el Gobierno. Estaba en cuestión la bandera de la eficacia del Gobierno y, de paso, las elecciones locales en Asturias y Cantabria. Sánchez entregó una cabeza importante.

El efecto de la inflación

Otra de las banderas de Sánchez es la de la recuperación económica y, especialmente, la de paliar los efectos de la crisis con lo de “no dejar a nadie atrás”. Esta semana se ha conocido un dato adverso del IPC, aunque Moncloa esgrime que España es el tercer país de la Unión Europea con menor inflación.

Pero al Ejecutivo le preocupa haber gastado ya la bala de la bajada del IVA y la del cheque de 200 euros, y no descarta aprobar en las próximas semanas un nuevo decreto con medidas.

Unidas Podemos sigue presionando para intervenir en los precios, pero Moncloa lo rechaza de forma rotunda. El PSOE da por hecho que, hasta las elecciones, los morados y Yolanda Díaz reforzarán su discurso diferenciado sobre este asunto.

El efecto de la inflación es directo y claro en el día de los ciudadanos como también el de la subida de las hipotecas, que aún seguirá al alza cuando el Banco Central Europeo eleve de nuevo los tipos.

Mejor noticia para el Gobierno ha sido la del paro registrado, porque muestra que pese a la desaceleración económica no se destruye empleo, lo que es una novedad en la economía española, según fuentes de Economía.

Con este contexto, Moncloa espera “como agua de marzo” la celebración del pleno de la moción de censura de Vox, con Ramón Tamames como pintoresco candidato. No hay fecha para ese pleno, para el que ya trabaja intensamente el Gobierno, pero Moncloa baraja las dos últimas semanas de marzo. 

La agenda del presidente, que incluye una cumbre europea y otra iberoamericana en República Dominicana, dificulta concretar la fecha de la moción.

En esta agenda de marzo se incluye la sustitución de las ministras Carolina Darias y Reyes Maroto, candidatas a las alcaldías de Las Palmas y Madrid, respectivamente. Fuentes del Gobierno sitúan esa mini crisis de Gobierno para la próxima semana o la siguiente, con interés de Sánchez para usarlo como señuelo en momentos de dificultad. Es decir, dándole el mayor eco posible, acompañando los relevos del mayor redoble de tambor posible.