La comisión Pegasus de la UE exonera a Marruecos pese a los indicios de que espió a Sánchez y Macron
Rechaza desde hace un año investigar a Rabat pero usa el desacreditado informe de Citizen Lab para acusar a Moncloa de "espionaje de Estado".
21 marzo, 2023 02:31El caso Pegasus saltó de la primavera de 2021 a 2022 y, teóricamente, iba a tratar de esclarecerse en la de 2023. Sin embargo, la comisión del Parlamento Europeo que visita estos días España ha orillado una de sus dos vertientes, la marroquí, y sólo concentra sus trabajos en tratar de demostrar el presunto "espionaje masivo a catalanes", como recoge el primer borrador de conclusiones. Y esa exoneración de la actitud de Rabat es lo que está sucediendo, a tenor de lo contrastado por este periódico.
Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, el pasado 11 de mayo -hace casi un año-, el Comité de Investigación para examinar el uso de Pegasus y spyware de vigilancia equivalente (PEGA) de la Eurocámara rechazó la petición de uno de sus miembros para organizar el viaje de una delegación a Marruecos para esclarecer las sospechas de que "Rabat está detrás de la vigilancia de móviles españoles con Pegasus", entonces "recientemente descubierta".
Así consta en el email que, en esa fecha, envió Jordi Cañas (Ciudadanos) a la coordinadora de Renew (su grupo parlamentario), la polaca Róża Thun. En ese correo, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, el europarlamentario liberal solicitaba que la reunión de coordinadores del Comité impulsara "una misión a Marruecos".
La petición fue elevada a ese órgano de gobierno de la comisión PEGA, pero fue desechada. Del mismo modo que aún no han sido esclarecidas las sospechas de la involucración de Marruecos en el QatarGate, un escándalo de corrupción en el seno del grupo socialista de la Eurocámara que vio la luz el pasado diciembre.
Aquella decisión provocó discusiones en el seno del grupo de trabajo y, más aún, en la delegación de los liberales en el Parlamento Europeo. La razón de este enfrentamiento hay que buscarla en que la ponente de los trabajos es la neerlandesa Sophie In 't Veld, también miembro de Renew, "pero con una agenda propia". Así la califican numerosas fuentes europarlamentarias, de varios países y diferentes filiaciones políticas.
Las divergencias quedaron a la luz el pasado mes de noviembre -pocas semanas antes de estallar el QatarGate-, cuando In 't Veld desveló su borrador de conclusiones, antes de haberlo enviado siquiera al resto de miembros de la Comisión. En este texto acusaba al Gobierno de España de "no colaborar" en la investigación, después de seis meses de requerimientos, y concluía que se había producido un "espionaje masivo a catalanes".
Lo cierto es que toda su tesis bebía del informe de Citizen Lab, publicado en las mismas fechas en que se constituía la comisión de investigación de la Eurocámara. "Una fecha elegida adrede, para aprovechar el foco de Bruselas, después de no menos de cuatro meses aguantando la información en un cajón", según varias fuentes consultadas en el Europarlamento.
Los indicios
Y es que hacía ya seis meses que Moncloa había convocado una rueda de prensa para denunciar el asalto con Pegasus del teléfono del presidente, Pedro Sánchez, y de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Posteriormente, se amplió la denuncia, tras comprobarse que también los móviles del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y del titular de Agricultura, Luis Planas, habían sido infectados. Junto con las fechas de las injerencias, este último caso dio la pista definitiva que señalaba a Marruecos.
Por un lado, el momento: las intrusiones en el teléfono de Sánchez, con las que le fueron sustraídos casi tres gigas de información, se produjeron entre el 19 y el 31 de mayo de 2021. Ése era el momento más grave de la crisis con Marruecos, tras el asalto a Ceuta de más de 10.000 personas.
Y por otro, los objetivos: el jefe del Ejecutivo y los máximos responsables de la seguridad nacional (Interior) y exterior (Defensa), además de Planas, el único miembro del Consejo de Ministros que ha sido embajador en Marruecos.
Una tercera pista conducía ya claramente a Rabat: la intrusión, ya conocida meses antes, en el terminal de la exministra de Exteriores Arancha González Laya.
[El CNI revela que 'hackers' marroquíes infectaron páginas web españolas durante el 'caso Ghali']
Moncloa nunca aclaró si esa brecha de seguridad es atribuible al uso de Spyware como Pegasus. Pero bajo su mandato y responsabilidad se decidió el acogimiento de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, para ser tratado de Covid en España. Es decir, el "acto" que provocó las citadas "consecuencias", según Karima Benyaich, embajadora marroquí en España.
Cabe insistir en que el correo electrónico de Jordi Cañas a su coordinadora de grupo incluía otros indicios.
Además de las sospechas fundadas del espionaje de Rabat con Pegasus en el móvil de Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa, el eurodiputado liberal recuerda otras acusaciones elevadas contra Rabat. El régimen de Mohamed VI también había sido denunciado por el uso de Pegasus "contra la sociedad civil marroquí y en el Sáhara Occidental".
Esas acusaciones fueron elevadas por Amnistía Internacional. Esta ONG merece "toda la credibilidad" para In 't Veld cuando se trata de sostener las tesis del independentismo catalán, según las fuentes consultadas, pero "es obviada en el caso marroquí".
A pesar de todo esto, el trabajo de la eurodiputada holandesa, en noviembre de 2022, no tomaba en consideración la vertiente marroquí, o ninguna otra hipótesis alternativa plausible. Ni siquiera se menciona la posibilidad de vigilancia legalmente autorizada por un juez -como admitió Paz Esteban, directora del CNI, ante la comisión de secretos del Congreso-, falsos positivos o espionaje por parte de los servicios secretos de Rusia, Marruecos u otros países occidentales.
"Filtró un texto, convocó una rueda de prensa y dio por conclusiones ciertas lo que no eran más que conjeturas suyas", apunta un eurodiputado socialista, refiriéndose a la ponente neerlandesa.
Informe desacreditado
"Fue un escándalo, incluso dentro de su propio grupo", añade una más del grupo popular europeo. "Su escrito, además, se limitaba a asumir las tesis de los independentistas catalanes", culmina un liberal, "copiando incluso párrafos completos del informe de Citizen Lab".
Precisamente, ese documento, en el que se basó el escándalo del supuesto CatalanGate, acaba de quedar desautorizado por otra publicación del Parlamento Europeo, un contrainforme de 237 páginas, elaborado por Javier Olivas, experto de la London School of Economics y de la UNED.
El documento fue impulsado por la oficina de Cañas, que ya había propuesto a Olivas en dos ocasiones para aportar sus conocimientos a la comisión. La reunión de coordinadores denegó su inclusión entre las entrevistas de esta misión. Y hace unos meses, cuando estuvo citado para comparecer en Bruselas, fue vetado apenas 24 horas antes de declarar.
Diversas fuentes atribuyen esta decisión a las presiones de In 't Veld y de la vicepresidenta del comité Diana Riba, eurodiputada de ERC y supuesta víctima de Pegasus, según Citizen Lab.
A pesar del empeño de varios de ellos, la misión de los nueve eurodiputados que este lunes y este martes investigan en Madrid el uso de este software espía en nuestro país sólo se enfoca en la vertiente catalana del caso Pegasus en España. Este lunes, se ha reunido con la comisión Pegasus del Parlament, y este martes se citará con Pere Aragonès, en calidad de "víctima del espionaje del Estado".
Algunos de sus integrantes han lamentado, en conversación con este diario, que "el Gobierno no defienda al Estado", tras rechazar todas las reuniones solicitadas. "España tiene las leyes sobre servicios secretos más garantistas de la UE", añade un eurodiputado que fue ministro en el pasado. "A lo mejor es que Sánchez necesita tapar cosas con Marruecos y también con los 'indepes'", concluye otro antiguo miembro del Gobierno.