Pérez de los Cobos, el honor de un número uno al que Marlaska cesó y hurta el generalato

Este martes, partidos políticos y asociaciones de guardias civiles han pedido el cese del ministro Fernando Grande-Marlaska después de que el Tribunal Supremo haya dictaminado que a Pérez de los Cobos se le apartó de su puesto como jefe de la Comandancia de Madrid de forma contraria a Derecho. 

La relación de Grande-Marlaska con el coronel Pérez de los Cobos, un mando clave en la causa del procés y laureado por su lucha contra ETA, es en los últimos años una historia de constantes desencuentros. El ministro no sólo lo relegó de su cargo, sino que ha torpedeado su ascenso a general. 

Diego Pérez de los Cobos fue destituido después de que no accediera a la petición de sus superiores políticos de facilitarles información sometida a secreto judicial. El interés del Gobierno era conocer por dónde discurría la investigación penal que llevaba a cabo la jueza Carmen Rodríguez-Medel sobre la celebración de la manifestación del 8 de marzo, Día de la Mujer, en plena pandemia de la Covid-19.

Sobre el papel, el coronel fue apartado por "pérdida de confianza".

Las diligencias penales afectaban entonces al delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, que finalmente fue exonerado. Pero en aquel momento Franco estaba siendo investigado por un presunto delito de prevaricación y el Gobierno temía que la imputación se extendiera a Fernando Simón, portavoz de Sanidad. 

El lema de la Guardia Civil recoge que el honor debe ser la divisa de todos sus miembros. Pérez de los Cobos, uno de los mandos más respetados del Cuerpo de los últimos 40 años, ve en la sentencia del Tribunal del Supremo el reconocimiento a toda una trayectoria.

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En su carrera ha servido por igual a ministros del PSOE como del PP. Ingresó en 1982 en la Academia General Militar y en la Academia Especial de la Guardia Civil, y en 1987, ya convertido en teniente, fue destinado a Navarra como integrante del antiguo Grupo Antiterrorista Rural (GAR), la unidad de élite contra ETA, reconvertida en el llamado Grupo de Acción Rápida (GAR) en 1998.

Participó en la desarticulación de múltiples comandos terroristas, durante los años duros de ETA. 

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Volvió a Madrid, para incorporarse, primero a la Unidad de Servicios Especiales de la Dirección General. Luego pasó a ser jefe de Policía Judicial. Tras diplomarse, ingresó en el Estado Mayor de la Subdirección General en Operaciones. Estuvo también unos años como agregado de Interior en la Embajada española en Quito (Ecuador).

En el año 2006 conoció a Alfredo Pérez Rubalcaba, que le encomendó una nueva misión en Interior. Durante cinco años fue asesor de confianza de este ministro. Ambos se tuvieron un gran aprecio hasta la muerte del socialista, en 2019.

En 2011, con José Luis Rodríguez Zapatero en la Moncloa, el coronel fue nombrado director del Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad. Se trata de uno de los puestos más importantes, ya que es el responsable de confeccionar los planes directores y operativos del ministerio. Mantuvo el cargo cuando Mariano Rajoy llegó a la Presidencia.  

En septiembre de 2017, pocos días antes del referéndum ilegal secesionista en Cataluña, se le encomendó la coordinación del dispositivo de seguridad para evitar la consulta. 

En la primavera de 2018 solicitó la plaza vacante de la jefatura de la Comandancia de Madrid. La consiguió, y estuvo dos años al frente de una unidad con 4.600 agentes a su cargo.

Vetado para general

Dos meses después de apartarle de la comandancia que dirigía en la capital, en verano de 2020, Marlaska recibió la evaluación del Consejo Superior de la Guardia Civil sobre los coroneles que merecían ascender a general. El número uno de la lista era Diego Pérez de los Cobos. Obviando este hecho, el ministro decidió ascender a los coroneles que figuraban en los puestos 2, 3, 4 y 6. 

Al año siguiente, justo cuando se cumplían 10 años del cese definitivo de ETA, en octubre de 2021, Marlaska volvía a vetar su ascenso al generalato. 

Sobre su cese, a Interior no le queda más remedio que restituirle en su cargo, tal y como le ordena el Supremo. Ahora bien, el Gobierno ya ha anunciado que esperará a conocer la sentencia para justificar nuevamente y de forma adecuada su destitución.

Sobre su ascenso, Pérez de los Cobos también ha recurrido al alto tribunal. Lo hizo a finales de 2021, después de solicitar explicaciones a Interior sobre por qué le habían orillado como número uno de su promoción. En un episodio inédito en los 25 años que lleva aplicándose el sistema de evaluación vigente, no recibió ninguna respuesta.