La 'operación relámpago' de Sánchez evita la rebelión de los barones tras la derrota del 28-M
Fuentes del partido aseguran que no va a poder hacerse ahora la remodelación que se necesita: "No queda margen ni para especulaciones".
30 mayo, 2023 02:33Desde Moncloa centraron la campaña del 28-M en torno a la figura de Pedro Sánchez y los logros del Gobierno. La lógica, a la luz de los malos resultados obtenidos por los socialistas este domingo, empuja a pensar que el PSOE necesita cambios. Sin embargo, no va a dar tiempo a hacerlos.
El adelanto electoral anunciado por sorpresa este lunes por el presidente, en lo que ha sido una auténtica operación relámpago, ha pillado a todos con el pie cambiado, incluido al propio PSOE.
Con su precipitada decisión, aunque con aparente respaldo en el partido, Sánchez ha desactivado de manera indirecta cualquier tipo de rebelión impulsada desde los territorios, algo que ha ocurrido en otras ocasiones en situaciones de crisis. Sánchez lo sabe, ya le tocó padecerlo.
"No va a haber margen ni para especulaciones, ni para nada más. Entramos directamente en precampaña y ya todo queda emplazado a lo que la gente diga en las urnas el 23 de julio", aseguran desde el entorno próximo de un barón de relevancia. Todo movimiento interno ha quedado automáticamente postergado.
Hay voces como las de los todavía presidentes de Aragón, Javier Lambán, de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, o de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, que de la noche a la mañana han perdido su peso al verse desalojados de sus respectivos palacios presidenciales.
El cambio de liderazgo en el PSOE en esos territorios difícilmente se va a producir antes de las generales del 23 de julio, según reconocen otras fuentes. Con ello, ninguna voz va a cuajar a tiempo para influir de alguna forma en Ferraz. Pese a ser la del 28-M una campaña presidencialista, los barones aún pudieron marcar su propia agenda, pero en la del 23-J no será posible.
A ello hay que sumar el baile de puestos y cargos intermedios de la Administración autonómica, que ahora van a estar más pendientes de buscar acomodo que de dedicarse a la campaña electoral de unas generales. "Hay que mover el avispero, agitarlo todo y ver dónde cae cada uno, pero no va a dar tiempo antes de agosto", reconocen las fuentes.
Entre los barones que han revalidado su posición, como Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha y Adrián Barbón en Asturias, el panorama es parecido. "No hemos tenido tiempo de pensar en lo nuestro todavía, como para ponernos ahora a pensar en el partido", aseguran desde el entorno de uno de ellos, aunque reconocen que "el partido se va a resentir, porque los resultados son malos".
[PP, Vox, UPN y CC sumarían 174 escaños extrapolando los datos del 28-M a las generales]
A por la movilización
Con todo, en el PSOE creen que habría sido peor mantener las elecciones en diciembre. Entienden que parte de su electorado no fue a votar este domingo y que el buen resultado de la derecha, podría ser un acicate para ellos de cara al 23 de julio. Más aún si se tiene en cuenta que el PP y Vox van a tener que entrar en conversaciones para llegar a acuerdos y se puede airear el miedo a la extrema derecha.
Sin embargo, la participación puede jugar en su contra. Las únicas elecciones que se han celebrado en el mes de julio fueron las autonómicas de Galicia y País Vasco, en 2020. En ambos territorios la participación bajó, 4,66 puntos porcentuales en Galicia y 9,24 en el País Vasco. La baja participación perjudica tradicionalmente a la izquierda.
Todas las voces coinciden, sin embargo, en que sería un error dar por muerto a Pedro Sánchez y apuntan que, si bien en el plano autonómico el resultado es nefasto, en el municipal la cosa es distinta.
El PSOE obtuvo en 2019 6,7 millones de votos, y este domingo bajó a 6,2 millones. Se trata de un descenso, pero entienden que no demasiado grande. En 2019 el PP sacó 5,1 millones.
El partido está preparando un Comité Federal para encarar las elecciones que seguramente tenga lugar la primera o segunda semana de julio. Será, sin embargo, un paseo cómodo para Sánchez. En el anterior, celebrado en marzo, los barones críticos con el secretario general no acudieron. Ahora, muchos de ellos van a dejar de estar en sus respectivos gobiernos.