El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles en las escaleras del Congreso.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles en las escaleras del Congreso. EFE

Política 23-J

Sánchez esgrime su "conciencia" para seducir a los barones y que no le abandonen en el 23-J

Con su gesto de sensibilidad, el líder socialista trataría de redimirse ante sus barones, lo que e ayudaría a poner de nuevo en marcha el partido.

1 junio, 2023 02:46

Pedro Sánchez puso ayer todo el énfasis en señalar que la decisión de adelantar las elecciones al 23 de julio se la dictó su "conciencia".  

Reconoció que muchos alcaldes y barones del PSOE que habían hecho bien su trabajo habían sido "desplazados" por su apuesta de abordar el 28-M en clave nacional. "Yo no podía desentenderme de su suerte", dijo durante el discurso que dio en el Congreso  ante los parlamentarios del PSOE.

En el partido entienden que Sánchez busca, con ese gesto de sensibilidad, la complicidad de quienes han salido malparados en las elecciones municipales y autonómicas, para que no se desmovilicen y luchen por él en la campaña del 23-J.

"Hay que implicar emocionalmente a la gente. No sólo entre la ciudadanía, sino también dentro del partido", reconocen desde el entorno del líder socialista.

Al asumir la culpa, Sánchez trataría de redimirse ante sus barones, lo que le ayudaría a poner de nuevo en marcha el partido.

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Por eso el discurso de Sánchez tuvo la carga que tuvo. "Habréis leído informaciones sobre cómo tomé la decisión [de anticipar las elecciones]. Más allá de la veracidad de esas especulaciones, os diré algo. Falta lo más importante: que tomé la decisión con mi conciencia, pensando en mis compañeros y compañeras que han trabajado en los ayuntamientos, los cabildos, los consells insulares", dijo.

Y añadió: "Tomé la decisión pensando en vosotros y en vuestro trabajo, porque ningún líder que merezca serlo puede mirar para otro lado cuando los suyos sufren un castigo tan inmerecido y tan injusto. Por supuesto que me gusta ganar y me duele perder, pero cuando más me duele perder es cuando las consecuencias recaen sobre las personas a las que quiero".

Además de las palabras, Sánchez tiene otros resortes para conseguir la implicación de los suyos: incluirlos en las listas electorales. Fuentes del PSOE reconocen que personas como el todavía alcalde de Valladolid, Óscar Puente, podrían ser resarcidos encabezando las listas en sus provincias.

Subirá el voltaje

En el PSOE también son conscientes de que la campaña del 28-M, que consistió en vender a Sánchez como un presidente que aprueba medidas que facilitan la vida a la gente frente a una derecha sin proyecto, no funcionó. "No se entendió lo que quisimos hacer", reconoce uno de sus colaboradores. Por eso, ahora se aumentará el voltaje.

Los socialistas van a encarar la carrera a las generales del 23 de julio como una dicotomía entre izquierda y derecha, un enfrentamiento de bloques, en el que enarbolará un discurso más emocional que pragmático.

El presidente agitará el miedo a la ultraderecha, categoría en la que ya incluye al PP, para emocionar y movilizar a los suyos y robar votos al tándem Podemos-Sumar.

Molesta en el PSOE que el PP ganara las elecciones del pasado domingo a pesar de, según su opinión, no tener proyecto político. Entienden que la batalla debe llevarse ahora al terreno ideológico. "Hay que confrontar el modelo del PP", aseguran, y creen que con eso se acercarán a "aglutinar a toda la izquierda".

El discurso de este martes de Sánchez fue una muestra de ese giro: equiparó a los líderes del PP con Vox y otros políticos de extrema derecha, y dijo que los socialistas tienen la misión de "parar esa ola reaccionaria".

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"Nuestro partido no lo fundaron siete exministros de una dictadura con la financiación de unos cuantos banqueros", insistió, recordando que el PSOE lo creó un grupo de trabajadores y que "esa es la gente a la que representamos, esa es la gente de la que dependemos para ganar al PP y a Vox".

Con ese discurso, Sánchez también recurre a una cierta podemización que, aunque no la reconocen como tal en el partido, sí esperan que sirva para arañar votos a Sumar. Pero, en cuanto a sus socios, en el PSOE ha molestado la "batalla interna" que han tenido.

"Hay gente en la izquierda que parece que no tiene miedo a la derecha, sino a ser desplazados en la propia izquierda", aseguran, y creen que esa batalla les va a servir para robar votos en ese caladero. Ponen, para ello, el ejemplo de lo que ha pasado en Madrid, donde Más Madrid –marca de Sumar– y Podemos protagonizaron duros enfrentamientos y el PSOE subió en votos.