Pedro Sánchez conversa con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, durante la cumbre de febrero en Bruselas

Pedro Sánchez conversa con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, durante la cumbre de febrero en Bruselas Unión Europea

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Los grandes de la UE, sobre el catalán: Irlanda tardó 17 años con el gaélico, que ya era oficial en todo el país

La dificultad de llevar a cabo las traducciones ralentizó el proceso. España necesitaría entre 300 y 600 intérpretes para oficializar tres lenguas. 

26 agosto, 2023 03:15

Cada día que pasa surgen nuevos obstáculos a la pretensión del Gobierno de España de convertir el catalán, el gallego y el euskera en lenguas oficiales de las instituciones de la Unión Europea (UE). Altos funcionarios de la UE advierten, en conversación con EL ESPAÑOL, de que los precedentes no son nada halagüeños en cuanto al tiempo se refiere. Y aluden al caso de Irlanda, el último ejemplo equiparable.

Irlanda se incorporó como miembro de la UE usando el inglés como lengua oficial. Años más tarde, las autoridades irlandesas se propusieron impulsar el gaélico, de la misma forma que España quiere hacerlo ahora con las lenguas periféricas. Aunque finalmente se consiguió, tuvieron que pasar 17 años, casi dos décadas. Además, el gaélico ya era oficial en todo el Estado irlandés, algo que en España no sucede, lo que podría dilatar aún más los plazos.

Algunos portavoces de los países con más peso en la Unión Europea aluden a esta situación, aunque piden permanecer en el anonimato para no alentar conflictos diplomáticos. Tras el verano, los miembros de las representaciones de los Estados miembros ante la UE comienzan a regresar a Bruselas y ya están analizando la petición que el Gobierno de Pedro Sánchez cursó para contentar a sus socios de Junts y ERC.

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La primera observación que comparten es el deseo de que los asuntos políticos internos de España no salpiquen a los demás. La segunda es una reflexión: aunque haya voluntad, no es tan fácil.

La República de Irlanda entró en la Unión Europea en el año 1973. Y en 2005, las autoridades irlandesas pidieron que el gaélico, su lengua cooficial en el Estado junto al inglés, se convirtiera en una lengua oficial y efectiva dentro del club. Ese estatus fue concedido en el año 2007, pero la medida fue derogada.

En la normativa comunitaria, una derogación es una especie de suspensión temporal. En el caso del gaélico, hubo que aplicar la derogación porque no había personal ni medios técnicos suficientes para traducir a ese idioma todos los documentos elaborados y las reuniones celebradas. Sólo una parte muy reducida del trabajo de traducción se pudo hacer. La oficialidad efectiva no llegó hasta 2022, 17 años después de la solicitud inicial, cuando el 1 de enero de dicho año se levantó la derogación.

Según las fuentes europeas, en los distintos organismos de la Unión Europea suele haber una media de 100 reuniones al día, que necesitan traducción simultánea, y todas ellas generan numerosos documentos que también deberían ser traducidos. Apuntan a que, para que ello funcione, hace falta contratar entre 100 y 200 personas. La contratación, además, se hace por concurso público, por lo que el proceso es especialmente largo.

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Este trámite tan engorroso fue el responsable de que el gaélico tardara tanto en poder hacer efectiva su condición de oficial. De hecho, en 2022, cuando se levantó la derogación, las autoridades europeas informaron de que se había contratado a 200 intérpretes.

Pero el gaélico es una lengua y España pretende impulsar nada menos que tres. El personal necesario para ello se podría elevar a unas 600 personas. No sólo hacen falta intérpretes que traduzcan cada uno de los tres idiomas al resto de las 24 lenguas de la Unión Europea, también es necesario traducirlos entre sí. Y en España no es tan habitual encontrar gente que sepa combinar gallego, catalán y euskera.

A todo esto hay que añadir un último elemento de complejidad. El gaélico es un idioma oficial en toda Irlanda. No es el caso de las lenguas periféricas españolas. Según el artículo número 3 de la Constitución, el castellano es la única lengua oficial de todo el Estado. En el 3.2 se añade que "las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus estatutos".

Es decir, el catalán es cooficial con el castellano en Cataluña, pero no lo es en Galicia y mucho menos en todo el Estado. Lo mismo pasa con el gallego y el euskera. El Ejecutivo tendría que impulsar la reforma del artículo 3 de la Carta Magna para que dichas lenguas sean oficiales en todo el Estado. Reformar la Constitución es, además, un proceso muy complejo de abordar, por lo que la pretensión se complica todavía más.