Pedro Rollán, tras ser elegido nuevo presidente del Senado.

Pedro Rollán, tras ser elegido nuevo presidente del Senado.

Política XV LEGISLATURA

El Senado abrirá una guerra legal contra el Congreso por la cesión de diputados a Junts y ERC

Los populares tienen mayoría absoluta en la Cámara Alta y quieren utilizarla como ariete contra los "cambalaches" del PSOE de Pedro Sánchez.

26 agosto, 2023 03:16
Ángel Recio Alberto D. Prieto

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Se avecina un choque institucional de proporciones constitucionales. Las dos cámaras legislativas españolas se van a enfrentar en una guerra legal cuando los letrados del Senado elaboren el informe que les encargará el presidente de la Cámara Alta, Pedro Rollán. La Mesa del Senado tendrá en breve un informe jurídico vinculante a cuenta de "la legalidad o no" de los préstamos de diputados para que los independentistas tengan grupo propio en el Congreso. 

El PP está convencido de que estas cesiones del PSOE a Junts y de Sumar a ERC para "regalarles" un grupo parlamentario propio no es legal. Que suponen un "retorcimiento" del reglamento por parte de la Mesa de la Cámara Baja, usándola en beneficio de un aspirante a candidato, ni siquiera designado por el Rey para intentar la investidura, el presidente en funciones, Pedro Sánchez.

Por ello, los populares utilizarán su mayoría absoluta en la Cámara, además del control del órgano de gobierno de la misma, para tratar de evitarlo. "Lo que le parece bien a Francina Armengol puede que no le parezca bien a Rollán", explican fuentes de Génova.

¿Hasta dónde llegaría ese conflicto? Podría darse que una Cámara llevara a la otra ante los tribunales, según los expertos consultados por este diario. 

Queda un mes para el intento de investidura de Alberto Núñez Feijóo como presidente del Gobierno y las conversaciones, negociaciones y zancadillas entre los distintos partidos están a la orden del día. El margen para llegar a la Moncloa es estrecho -al PP sólo le falta el apoyo de cuatro diputados- y cada jugada cuenta.

Se está viendo de forma nítida con la cesión de diputados para tener grupos parlamentarios propios en el Congreso que PSOE y Sumar ya han anunciado que harán a favor de Junts y de ERC, para estrechar más sus lazos de cara a una posible investidura de Pedro Sánchez.

El PP quiere torpedear esa iniciativa y utilizará su mayoría absoluta en el Senado para intentar frenarlo. La idea supone tirar con todo y a lo grande, y arriesgar un conflicto institucional entre las dos cámaras legislativas que, si resultara Sánchez reelegido, promete abrir una nueva etapa de desgaste en el Estado de derecho español. 

El coordinador general del PP, Elías Bendodo, lo dejó claro este viernes en Marbella"Se va a encargar un informe jurídico desde el Senado para valorar la validez y la legalidad del cambalache del PSOE con otros grupos para formar grupos parlamentarios y esperamos tenerlo cuanto antes". 

Son las Mesas del Congreso y del Senado las que tienen la potestad de aprobar o no la conformación de los grupos parlamentarios. Ambas están lideradas por fuerzas políticas opuestas, pero las dos deben someterse al reglamento vigente... o impulsar una modificación del mismo. En el Congreso tienen la mayoría el PSOE y Sumar, con la socialista Armengol como presidenta, y en el Senado tiene la mayoría el PP con Rollán al frente.

Se da por hecho que Armengol va a dar el visto bueno a la cesión de diputados del PSOE y Sumar a Junts y ERC para tener sus grupos parlamentarios propios, pese a no cumplir inicialmente los requisitos exigidos por el Reglamento de la Cámara Baja. Y Génova teme que la expresidenta balear -recibida por los independentistas como una buena noticia- trate de favorecer la investidura de Sánchez apoyando esta actuación. 

Antecedentes

La presión es máxima y el lío institucional está garantizado, porque tanto PP como el PSOE se están jugando nada más y nada menos que la presidencia del Gobierno. Los populares van a pelear la baza de la posible ilegalidad de esa cesión de diputados, aunque saben que estas cesiones no son algo nuevo, y que incluso el Tribunal Constitucional avaló esa práctica en el pasado

El PP, que ahora duda de la "validez y legalidad" de la cesión de diputados, hizo lo mismo en julio de 2016, cuando Mariano Rajoy necesitaba el apoyo del PNV y, para garantizarlo, una de las medidas fue prestarle senadores para que el partido vasco pudiera tener un grupo parlamentario propio en el Senado.

Meses atrás, en enero de 2015, tras las elecciones de diciembre de ese año, habían sido los socialistas los que se querían congraciar con ERC y Democràcia i Llibertat -la heredera de CiU-. Para ello, les prestaron senadores para que pudieran tener un grupo propio en la Cámara Alta. En 2019, el PSOE prestó cinco senadores a Unidas Podemos con el mismo objetivo, y ERC le dio cuatro a Junts. 

Se han producido muchos más casos a lo largo de los años, teniendo normalmente como protagonistas a partidos pequeños que, a cambio de su apoyo a los grandes, obtienen el beneficio de contar con un grupo parlamentario propio. Las ventajas son financieras, de capacidad de iniciativa parlamentaria e incluso, de turnos en los debates.

Coalición Canaria, ERC o UPyD son otras formaciones que se han beneficiaron en el pasado de esta práctica... Pero también ha habido negativas: así ocurrió cuando el Partido Popular y Ciudadanos -al frente de la Mesa- rechazaron la creación de un grupo propio con diputados de ERC, Bildu e IU en 2016. También los populares le dijeron no, en 2011, a Amaiur.  

Retorcer el reglamento

Los dirigentes de los partidos reconocen que prestar diputados no es ético porque se vulnera el resultado de las urnas, pero lo hacen como moneda de cambio cuando lo necesitan sin ningún tipo de pudor. En realidad, es una acción 'alegal', ya que el reglamento de las Cámaras no lo prohíbe de forma clara. 

El artículo 23 del reglamento del Congreso de los Diputados señala que las tres condiciones para tener un grupo parlamentario propio son tener un mínimo de 15 escaños; disponer de cinco escaños y haber obtenido el 5% de votos en todo el territorio; o tener el 15% en las circunscripciones a las que se ha concurrido. En estos momentos, Junts y ERC tienen siete escaños, pero no alcanzan ese 15% de los votos, por lo que precisan ese aporte extra de PSOE y Sumar. 

En el punto 2 de ese artículo se subraya que "en ningún caso pueden constituir Grupo Parlamentario separado Diputados que pertenezcan a un mismo partido", de lo que se podría intuir que no podrían estar en dos sitios a la vez, pero la cesión de estos diputados es solo temporal porque, una vez creados los grupos, vuelven a sus partidos de origen.

Se viene interpretando laxamente, pues, que hay un vacío legal destacable al que se han agarrado todos los partidos políticos a lo largo de los últimos 20 años.

En el reglamento del Senado, en su artículo 27, se afirma que "cada Grupo parlamentario estará compuesto, al menos, de diez Senadores. Ningún Senador podrá formar parte de más de un Grupo parlamentario". No obstante, en el siguiente punto destaca que un grupo no se disuelve si tiene, al menos, seis senadores. 

¿Es tan importante tener un grupo parlamentario propio? La respuesta es sí. Aunque pudiera parecer algo solamente formal, tener un grupo propio implica, por una parte, recibir un mayor presupuesto -una subvención de 42.500 euros al mes en el caso de Junts y ERC- y eso es clave en formaciones medias y pequeñas para su mantenimiento. Por otra parte, estar en un grupo propio y no en el mixto da una mayor relevancia a ese partido político y más tiempo para exponer sus ideas ante la Cámara, entre otros aspectos técnicos.