Las comunidades judías se sienten abandonadas por Pedro Sánchez: "Necesita los votos de antisemitas"
Moncloa lleva nueve meses sin constituir la Comisión de seguimiento del Plan de lucha contra el antisemitismo, aprobado en enero.
12 octubre, 2023 03:19La concentración frente a la Embajada de Israel en Madrid les insufló ánimos, pero los judíos en España se sienten solos, abandonados por el Gobierno de su país. "Todos tenemos familiares muertos, heridos, secuestrados o violados estos días por Hamás... todos. Y nuestro Gobierno nos ha abandonado, no ha hecho un mísero comunicado".
Habla Maxo Benalal, secretario general de la Federación de Comunidades Judías en España (FCJE), agradecido por el apoyo "masivo" vivido en la calle el martes, y en el servicio religioso posterior.
Pero "triste", porque nadie del Consejo de Ministros, ni del PSOE "ni de sus socios o aliados" acudió a la concentración de repulsa a los ataques terroristas de Hamás. "Y sí fueron a la manifestación de Sol que jaleó los ataques... para mí, es evidente por qué", contesta al otro lado del teléfono, indignado: "Estamos cerca de una investidura, y Pedro Sánchez necesita los votos de antisemitas".
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Desde el sábado pasado, a la hora de escribir estas líneas, ya llega a más de 1.200 la cifra oficial de las personas asesinadas. Incontables las familias destrozadas por la muerte, los secuestros, las violaciones, las decapitaciones... "sólo son comparables al ISIS", explica otro miembro de la comunidad. "Hamás no es una facción, o una secta, no. Son diabólicos, son el mal absoluto".
Cuando hablamos, todavía no ha ocurrido que las alarmas del norte de Israel saltaran ante la inminencia de un ataque de Hezbolá con drones desde el sur del Líbano. Sin embargo, Benalal ya lo había vaticinado, adivinando la inspiración iraní detrás de la "salvaje ofensiva".
Pero él trata de huir de consideraciones geopolíticas, y se centra en el "abandono" que siente. "Como secretario general de la FCJE, diríamos que soy el corresponsal con el Gobierno, y llevo desde el sábado intentando contactar".
Recuerda Benalal que los miembros de la Federación son "tan españoles como cualquiera", y recuerda con pereza evidente que el hecho de ser judío no significa ser israelí: "Aquí tendrá el pasaporte de Israel un 2% o 3% de la comunidad, y con doble nacionalidad".
El interlocutor de la Federación de Comunidades Judías en la Administración pública es, habitualmente, el Centro Sefarad-Israel, un consorcio institucional creado en 2006 mediante un convenio entre el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid. "La sensación es que no estamos aquí, llamo y no contestan, mando correos y no recibo respuesta, los mensajes me los dejan en visto..."
El secretario general de la FCJE dice "echar de menos el apoyo de mi país", encarnado en el Gobierno. Él es la representación ante el Estado de las comunidades judías españolas. Tanto que forma parte de la Comisión de seguimiento e impulso del Plan de Lucha contra el Antisemitismo, aprobado en Consejo de Ministros el pasado mes de enero [consulte el documento en PDF].
Nueve meses sin comisión
Como secretario de la Federación, Benalal debería haberse sentado, en este grupo de trabajo presidido por el coordinador del Centro Sefarad-Israel, junto a la Subdirección General de Libertad Religiosa, "pero esa comisión no ha sido convocada".
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El Gobierno no ha convocado esta comisión a raíz de los ataques, ni siquiera después de las manifestaciones antisemitas que han seguido a los mismos, tanto en los medios como en las redes. "Y sobre todo, en la calle", lamenta Benalal, en referencia a determinados gritos y pancartas que se vieron en la manifestación del pasado lunes en la Puerta del Sol, teóricamente en apoyo de la causa palestina. "Informé de aquello, pero nada. Tampoco contestaron".
Según denuncian las comunidades judías y tal como ha podido corroborar este periódico en otras fuentes, no sólo no se ha convocado la comisión, es que el Gobierno lleva nueve meses sin haberla constituido oficialmente. Desde la publicación del Plan Nacional, tras el Consejo de Ministros del 31 de enero de este año, no se ha cumplido este punto clave del Plan.
Fuentes de la Comisión Europea, recuerdan que el Plan contra el Antisemitismo del Ejecutivo español se aprobó como una obligación más dentro de las adquiridas por los Estados miembros tras la Decisión Marco 2008/913/JAI del Consejo de la UE, relativa a la lucha contra determinadas formas y manifestaciones de racismo y xenofobia.
Esta iniciativa de la UE ya había impulsado -con un retraso de siete años- la reforma del Código Penal en 2015, bajo el Gobierno de Mariano Rajoy.
Luego, pasaron otros ocho años hasta que se desarrolló el Plan Antisemitismo. Y aun así, no se cumple, según denuncia la FCJE. Recientemente, el vicepresidente comunitario Margaritis Schinas instaba por escrito al Ejecutivo de Pedro Sánchez a que aplique este plan "de manera eficaz, también en lo que respecta a la incitación al odio antisemita".
Este exhorto de Bruselas está incluido en una respuesta escrita de la Comisión del pasado 26 de septiembre [consulte el documento en PDF], tras una demanda del exministro Juan Ignacio Zoido después de que la presidenta del PSOE de Sevilla, Amparo Rubiales, llamara "judío nazi" a Elías Bendodo, coordinador general del PP.
Insiste Schinas en su escrito en que los valores de la Unión deben basarse en "responder al auge del antisemitismo y contribuir a una sociedad inclusiva basada en la igualdad y el respeto".
"Equilibrio o equidistancia"
Pero el problema, denuncia Benalal, "es que hay más escritos de personas del Gobierno amparando a Hamás que a Israel", lamenta. "José Manuel Albares lo ha despachado todo con un tuit, pero hay más tuits de Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda, justificando los ataques con la técnica de culpar a la víctima".
De momento, hay pocas voces de la comunidad judía española que hayan elevado críticas públicas, aunque el malestar es evidente con la posición del Ejecutivo de Sánchez, "mientras sí que sentimos el amparo del PP o de Vox", lamenta Benalal. Este periódico se ha puesto en contacto con los Ministerios implicados y no ha logrado respuestas oficiales, en un ejercicio de "equilibrio, que no de equidistancia".
Es decir, de evitar más tensiones internas en el seno del Gobierno, aunque sea pagando un peaje de imagen internacional.
Según miembros de la comunidad judía, esto se traduce en el ninguneo a España, que no fue invitada el pasado martes al comunicado conjunto con EEUU, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia, a pesar de ocupar la presidencia del Consejo de la UE. "Esto es lamentable, pero era de esperar, porque España no tiene posición real", apuntan. Y así, de palabra, Albares "condena" los ataques de Hamás, y de acción, "frena" la revisión de los fondos de la UE que llegan a Gaza.
"Pero no tiene sentido seguir dando ese dinero, si no lo controlas, no lo auditas. Si no lo persigues y después de décadas ves que no hay ni tendido eléctrico, pero sí hay cohetes", argumenta Benalal, "los 1.200 millones de la UE para los palestinos, sólo entre 2021 y 2024, deberían congelarse".