Page usará la Conferencia de Presidentes de ariete contra Sánchez por el trato de favor a Cataluña

El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, va a sumarse a la batalla entre las Comunidades Autónomas gestionadas por el PP y el Gobierno central por la financiación autonómica. El presidente regional intentará presionar a Pedro Sánchez para convocar una Conferencia de Presidentes y usarla como ariete contra las concesiones del Ejecutivo a Cataluña.

Para lograr la investidura de Sánchez, el PSOE pactó con ERC una serie de concesiones en materia de financiación. La consejera de Economía y Hacienda de Cataluña, Natàlia Mas Guix, reclama una "negociación singular" entre el gobierno autonómico y central y en el acuerdo entre PSOE y ERC se habla, entre otros asuntos, de pactar bilateralmente la financiación de los servicios públicos catalanes y de alcanzar "un nivel de financiación e inversiones suficientes".

Muchas Comunidades Autónomas, especialmente las del PP, denuncian que esto implica que la Generalitat está un escalón por encima del resto de autonomías en cuanto a materia de financiación.

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"Imaginamos que los del PP van a pedir la Conferencia de Presidentes por otros motivos. Nosotros lo que queremos es enfocarla desde la lealtad institucional y con respeto a la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA)", aseguran fuentes del Gobierno de Castilla-La Mancha.

"La financiación autonómica lleva 10 años caducada y vamos a pedir tomarnos en serio la LOFCA y las competencias legislativas de cada uno", añaden. "Esto va sobre el modelo de financiación en general, no se puede pactar con las comunidades de régimen común [Cataluña es una de ellas] un modelo distinto al resto", apuntalan.

Las fuentes aún no desvelan qué estrategia seguirá Page para empujar al Gobierno a convocar la Conferencia de Presidentes. Sin embargo, explican que a partir de enero pondrán la maquinaria en marcha para intentar forzarla. Es la primera vez que el Gobierno central se encuentra con tantas Comunidades Autónomas, un total de 12, gobernadas por el partido de la oposición, y ahora se les une también una gestionada por un socialista.

Y es que Page es el único barón crítico con Sánchez que queda en el PSOE. Durante la pasada campaña electoral criticó duramente los pactos de su partido con Bildu, después del 23-J pasó a censurar la Ley de Amnistía y, ahora que se está tramitando, buscará un nuevo frente en la financiación autonómica.

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La convocatoria de la Conferencia de Presidentes se volvió a poner encima de la mesa el pasado martes durante la sesión de control al Gobierno en el Senado. Pero el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, evitó responder a cuándo se reuniría. "Lo que quieren no es que se convoque, lo que quieren es usarla para más cizaña, más enfrentamiento, más encontronazo y más separación", aseguró.

Al día siguiente, el presidente de Aragón, Jorge Azcón, anunció que se estaba planteando recurrir a los tribunales si Sánchez no convocaba la Conferencia. Según el reglamento, está obligado a celebrarla en un plazo máximo de 20 días si lo pide una decena de presidentes autonómicos y acusó al presidente del Gobierno de declararse "en rebeldía".

Empezó por las universidades

Page anunció que iba a sumarse a la iniciativa de pedir una Conferencia de Presidentes el pasado miércoles en un acto en Cuenca, junto al rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Julián Grade.

En el evento, se habló de la estimación llevada a cabo por los rectores españoles de la CRUE que cifra en 844 millones de euros el aumento de gasto en el que tendrán que incurrir para cumplir la nueva Ley de Universidades. Para Page, esto responde al "yo invito, tú pagas", del Ejecutivo y tildó la ley de "ocurrencia".

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"Vamos a pedir que el Estado se comprometa a no aprobar leyes que impliquen un gasto adicional para las Comunidades Autónomas y nosotros haremos lo mismo con los ayuntamientos y las diputaciones", aseguran desde el Gobierno castellanomanchego. "Está bien hacer leyes de ese tipo, pero es desleal y poco eficaz, porque difícilmente se puede aplicar una ley sin financiación adicional", añaden.

"Nos piden que tengamos un 0,1% de déficit, mientras que sacan leyes con un incremento de gasto que no tenemos dotado", censuran. Esto ha dolido a Page, especialmente después de que se conociera que el PSOE se comprometió a transferir a Cataluña 150 millones de euros para investigación y universidades.

Desde el Gobierno castellanomanchego explican que la Ley de Universidades es "el ejemplo perfecto" en el que se ve cómo unas Comunidades Autónomas reciben un trato de favor y otras tienen que apretarse el cinturón. Pero insisten en que en la Conferencia de Presidentes no se va a pedir sólo que se limiten las leyes que impliquen un gasto adicional, sino que se va a abordar "el modelo de financiación en general".