Podemos llama a Marlaska a explicar la 'Operación Cataluña' tras protegerlo toda la legislatura pasada

La salida de Podemos del Gobierno de coalición sigue destejiendo los pactos de la anterior legislatura. Por primera vez, la formación morada ya abre la puerta a que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, comparezca ante el Congreso y dé cuenta de sus actuaciones para depurar las denominadas cloacas de Interior, especialmente el caso de la Operación Cataluña. La comisión de investigación, promovida por Junts, se constituirá en febrero.

Fuentes de la dirección del partido indican que, hasta el pasado mes de noviembre, Podemos tenía un pacto con el PSOE para blindar a todos los ministros de la coalición de justificarse en el Congreso. En el caso de Marlaska, los morados se negaron a reprobarle durante los incidentes de 2022 en la valla de Melilla; ahora, tras la petición de comparecencia de ERC esta semana, las cosas han cambiado.

El Grupo Parlamentario Republicano registró el lunes tres peticiones de comparecencia ante el Congreso, al calor de la comisión de investigación que pactó con el PSOE el pasado agosto, para constatar si siguen existiendo cloacas y policía patriótica en el Ministerio del Interior, en referencia a las supuestas brigadas destinadas a perseguir a dirigentes independentistas durante anteriores gobiernos. 

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"Estamos hablando de una conspiración para hacer uso de elementos del Estado que son patrimonio de todos y sufragados por los ciudadanos, como pueden ser la Policía Nacional o la Guardia Civil, para espionajes a enemigos políticos del Partido Popular y la fabricación de pruebas falsas contra estos", señalaban este miércoles fuentes sociales. "Nadie que discrepase del Gobierno durante los años de Mariano Rajoy y el PP puede decir hoy con seguridad que no fue investigado o espiado por esta trama".

Los republicanos extienden el abanico al PSOE y piden que Marlaska; su número dos, el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez; y el Director Adjunto Operativo, jefe de la Policía, José Ángel González, den cuenta de "las actuaciones que se han emprendido desde el Ministerio del Interior. También al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y al exministro Jorge Fernández Díaz.

Esto genera una situación complicada para el actual Ejecutivo, pero no insalvable. Dado que parte del bloque de investidura (por lo pronto, ERC, Junts y Podemos) está decidido a forzar la comparecencia de Marlaska, PSOE y Sumar sólo pueden contar con el PP para anularla. A cambio, los populares podrían pedir que protegieran a Rajoy.

Y eso a pesar de que el portavoz de los socialistas en el Congreso, Patxi López, no cerrara la puerta a citar al expresidente del Gobierno en la comisión de investigación sobre la Operación Cataluña. Fuentes parlamentarias quitan hierro a este hecho y deslizan que podría tratarse solamente de una medida de presión hacia la oposición, forzándola a negociar.

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Durante las conversaciones postelectorales, ERC acordó con el PSOE la creación de una comisión de investigación en la Cámara Baja a este respecto, en el pacto por el que el partido de Oriol Junqueras entregó sus siete votos a favor de que Francina Armengol fuese elegida presidenta del Congreso, el pasado mes de agosto.

En el caso de Sumar, la formación de Yolanda Díaz centra sus esfuerzos en "garantizar" la comparecencia de Rajoy. Según su portavoz adjunta en el Congreso, Aina Vidal, el expresidente "permitió de forma demostrada que se pudieran fabricar pruebas falsas contra adversarios y utilizar las instituciones de este país para un partido corrupto".

"Nos deben una explicación sobre qué hicieron, por qué lo hicieron y sobre las consecuencias. La impunidad no casa con el respeto a la Constitución", recalcó el martes en rueda de prensa.

Durante la pasada legislatura, el PSOE y los socios de investidura chocaron por la lista de comparecientes de la tercera investigación sobre la Operación Kitchen en el Congreso, entre otras cosas porque los socialistas rechazaron llamar a Rajoy. En esta ocasión, el socio mayoritario del Gobierno abre la mano por el momento.