'The Economist' considera a España una de las 24 democracias plenas, pero la sitúa en último lugar
Solo un 7,8 por ciento de la población mundial vive en una "democracia plena", según un estudio del semanario británico.
15 febrero, 2024 13:37La calidad de la democracia en el mundo ha caído a un mínimo histórico en los últimos 17 años y será puesta a prueba este 2024, un año cargado de citas electorales que permitirán analizar el nivel de derechos y libertades del que gozan más de 70 países y territorios abocados a acudir a las urnas.
Aunque la cifra de países clasificados como democracias ha aumentado a lo largo del último año, el índice de calidad democrática de 2023 realizado por la revista británica The Economist refleja que se ha producido una disminución del bienestar democrático respecto al año anterior, por lo que se espera que solo 43 de los procesos electorales previstos se lleven a cabo de forma "libre y justa".
El informe ha mantenido a España en la última posición de las democracias de mejor calidad, empatada con Francia con 8,07 puntos -y con mayor puntuación en cuestiones como la cultura política o el nivel de libertades civiles-. El país, considerado una "democracia plena", llegó a alcanzar su nota más alta en 2008, si bien obtuvo la más baja en 2021, con 7,94 puntos.
[España cae dos puestos más en el índice de calidad democrática y ya no es una "democracia plena"]
Además, se sitúa entre los países que han condenado la invasión rusa de Ucrania y carece de víctimas mortales por conflictos armados.
Retroceso democrático
El mayor retroceso se ha registrado en aquellos países clasificados como regímenes "híbridos" y "autoritarios". Así, la puntuación global de la calidad democrática ha caído de un 5,29 en 2022 a un 5,23 -si bien ahora son 74 los países considerados democráticos en todo el mundo-. Esto supone un mínimo histórico desde 2006, cuando se creó el índice en cuestión.
Entre 2022 y 2023, la puntuación media de los "regímenes autoritarios" cayó 0,12 puntos y la de los "regímenes híbridos" 0,07 puntos. En comparación, el descenso interanual de la puntuación media de las "democracias plenas" y las "democracias defectuosas" fue más leve: 0,01 y 0,03 puntos, respectivamente. Esto sugiere que los regímenes no democráticos se están afianzando, mientras que los "regímenes híbridos" parecen.
Según la media realizada por el citado semanario, casi la mitad de la población mundial vive ya en una democracia de algún tipo, en torno al 45 por ciento, si bien un 7,8 por ciento lo hace en una "democracia plena". En 2015, esta cifra ascendía al 8,9 por ciento. Este retroceso se ha visto acentuado por la caída de Estados Unidos de "democracia plena" a "democracia defectuosa". Esto implica que el 39,4 por ciento de la población vive bajo régimen autoritario.
Los países escandinavos vuelven a encumbrar la lista de mayores democracias del mundo, capitaneados por Noruega, que ha ocupado este puesto durante catorce años --los cinco países nórdicos se encuentran entre los diez primeros--. Por contra, Afganistán se sitúa el último por tercer año consecutivo.
Los datos muestran que ningún país ha mejorado más de medio punto, aunque 'The Economist' ha nombrado Grecia como el mejor país de 2023 al trasladarlo a la categoría de "democracia plena" tras la celebración de elecciones primarias, parlamentarias y regionales durante el último año. Entre los que han salido peor parados se encuentran Níger y Gabón tras sufrir sendos golpes de Estado durante el mismo periodo de tiempo.
Regiones
En lo referente a la situación de la democracia en las regiones, el índice apunta a que un 71 por ciento de los países de Europa occidental incluidos en la lista son democracias plenas, lo que convierte esta región en la más democrática del mundo. Únicamente Turquía sigue siendo un "régimen híbrido", indica el documento, que estudia la situación democrática en 165 países.
Estas cifras disminuyen drásticamente al centrarse en otras regiones, como el África subsahariana, que ha sufrido un caída hasta sus niveles más bajos en 2006. América Latina también se ha visto gravemente afectada tras registrar su octava caída consecutiva, especialmente después de que el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, se presentara nuevamente a los comicios en un claro desafío a la Constitución.
Las guerras y conflictos han socavado el nivel democrático a nivel mundo durante este último año. La guerra en Ucrania ha debilitado las instituciones democráticas del país (aunque sigue estando por encima de Rusia), mientras que la toma de Nagorno Karabaj por parte de Azerbaiyán ha modificado la puntuación obtenida tanto por Bakú como por Armenia.
A esto se suman otros conflictos armados como el de Sudán, Siria o la ofensiva de Israel contra la Franja de Gaza, que "amenaza la seguridad y la democracia en la región", tal y como afirma el citado medio.
En los países más democráticos los electores podrán elegir a sus próximos gobiernos. En Rusia, no obstante, todo apunta a que los comicios, previstos para el mes de marzo, se realicen en un contexto de fraude y represión. En países clasificados como "democracias defectuosas", como Estados Unidos o India, se prevén dificultades a la hora de sacar adelante procesos electorales transparentes dado que dichos estados cuentan con "debilidades" a nivel político y democrático.
SITUACIÓN DE ESPAÑA
El informe ha mantenido a España en la última posición de las democracias de mejor calidad, empatada con Francia con 8,07 puntos --y con mayor puntuación en cuestiones como la cultura política o el nivel de libertades civiles--. El país, considerado una "democracia plena", llegó a alcanzar su nota más alta en 2008, si bien obtuvo la más baja en 2021, con 7,94 puntos.
Además, se sitúa entre los países que han condenado la invasión rusa de Ucrania y carece de víctimas mortales por conflictos armados.
El índice clasifica cada año a más de un centenar de países y territorios en base a una escala del 1 al 10 según la solidez de sus prácticas democráticas, incluida la imparcialidad con la que llevan a cabo los procesos electorales internos y la protección de las libertades civiles.
Las elecciones son una condición democrática fundamental, pero están lejos de "ser suficientes", recalca el informe, que estipula que el objetivo de las elecciones es "facilitar que el pueblo esté detrás del gobierno". "Eso requiere, como mínimo, que las elecciones sean libres y justas, y que todos los sectores de la sociedad estén representados en un sistema de partidos competitivo", puntualiza.