El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, saluda a Imanol Pradales durante la Asamblea del PNV, el pasado enero.

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, saluda a Imanol Pradales durante la Asamblea del PNV, el pasado enero. EFE

Política elecciones vascas

Pradales, el candidato de Ortuzar para neutralizar a Bildu que alarga el reinado del PNV en el País Vasco

El próximo lehendakari tiene por delante el reto de poner fin a la sangría de votos que viene experimentando su partido en los últimos años.

22 abril, 2024 01:31

Imanol Pradales Gil (Santurce, Vizcaya, 21 de abril de 1975) es doctor en Ciencias Políticas y Sociología. Andoni Ortuzar lo eligió sucesor de Iñigo Urkullu para frenar una pulsión de cambio: el auge de Bildu que amenazaba con poner fin a la hegemonía histórica del PNV.

Los nacionalistas vascos consiguen preservar el podio, empatados con 27 escaños con los de Arnaldo Otegi. La lehendakaritza, en cualquier caso, no corre peligro: la suma con el PSE sobrepasa la mayoría absoluta. Por lo que todo seguirá como estaba cuatro años más. 

Pradales tiene por delante un reto que no es menor: poner fin a la sangría de votos que viene experimentando su partido de forma paulatina en los últimos años (para muestra el resultado de este 21-A) y que, de consolidarse, podría asestarle la puntilla en el siguiente asalto. Otegi se hartó de repetir en la noche electoral que Bildu ya es el partido ganador "en Euskal Herria", incluyendo así en el resultado a Navarra.

En su labor para revitalizar al PNV, el próximo presidente vasco tratará de exprimir una de sus virtudes, innata, pero virtud a fin de cuentas: su juventud. Hace meses, su designación como cabeza de cartel se interpretó como un claro intento por borrar el estigma de formación obsoleta, anticuada. La antítesis de un Bildu que encandila a los electores más jóvenes y que crece como la espuma. 

Imanol Pradales recibió los trastos de Ortuzar a finales del pasado mes de noviembre. La apuesta sorprendió por dos motivos: la retirada en escena del todavía presidente vasco, Urkullu, que ha prolongado su mandato doce años; y la falta de popularidad del elegido. Todavía hoy sigue pasando inadvertido entre una buena parte del electorado. Eso cambiará a partir de hoy y, sobre todo, en cuanto se aloje en Ajuria Enea. 

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La filiación de Pradales con el PNV viene de cuna: sus progenitores, a pesar de no hablar euskera, comenzaron a militar en la Transición. El próximo presidente vasco, mayor de cuatro hermanos, creció en un barrio humilde: Mamariga, de tradición pesquera. De ahí una de sus principales aficiones: el remo. 

Desde los 17 años forma parte de La Solterona, una prestigiosa trainera de su localidad natal, Santurce, donde todavía hoy se sigue juntando con sus amigos de juventud. Otras aficiones confesas son los libros y la música. En lo personal: está casado con Laura y tiene una hija de casi tres años. 

Su trayectoria política

Pradales ha forjado su carrera en la política local. Concretamente, en la Diputación foral de Vizcaya, donde llevaba casi tanto tiempo como Urkullu en la lehendakaritza. Se estrenó como responsable de Promoción Económica en 2011. Previamente, desde 2007 dirigió una asociación dedicada a la atracción, retención y vinculación de talento de Vizcaya. 

Más allá de la política, el candidato del PNV fue profesor en las Facultades de Humanidades y Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad de Deusto. 

El salto a la política, no obstante, tuvo lugar mucho antes. Todo se fraguó en la ikastola. Cuando estudiaba en el colegio en Portugalete, en un centro concertado, Pradales tuvo como profesor de Ciencias Naturales y Lengua a un tal Urkullu. Aquel que le examinaba será el que le entregue las llaves del Gobierno vasco. 

De alumno a maestro, todo apunta a que Pradales mantendrá la misma fórmula de gobierno que Urkullu. Con el candidato socialista, Eneko Andueza, comparte la suerte del principiante y paisanaje, ya que ambos residen en Portugalete, donde se encontraron de forma "inesperada" en la jornada de reflexión. 

Nacionalistas y socialistas reeditarán la alianza después de haberse erigido como un dique de contención frente al auge de Bildu. En la recta final de campaña, a raíz de la negativa del candidato de Otegi a calificar a ETA como banda terrorista, Pradales y Andueza enhebraron un discurso firme contra Pello Otxandiano

La sangre, finalmente, no ha llegado al río. Aunque el aviso está ahí. Bildu, a este ritmo, se muestra en condiciones de arrebatar al PNV la hegemonía en el País Vasco. Y Pradales tendrá que tirar de su formación universitaria para dar con la tecla que desactive a los abertzales.