La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, esta semana en su butaca.

La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, esta semana en su butaca. EFE

Política CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Armengol, incapaz de frenar el polvorín del Congreso: amenazas, gritos de "filonazis" y golpes

En la legislatura pasada se expulsó de la Cámara a una diputada por acusar al Gobierno de premiar a "filoetarras", en alusión a los dirigentes de Bildu.

31 mayo, 2024 02:43

La diferencia de trato de Francina Armengol con los diputados de una bancada y otra ha convertido el Congreso en un polvorín. En el Pleno que este jueves aprobó la Ley de Amnistía de forma definitiva, la presidenta de la Cámara Baja fue incapaz de contener la bronca entre diputados, la mayor que se recuerda en los últimos años.

Todo empezó cuando Armengol decidió dar la palabra a Gerardo Pisarello, portavoz de Sumar, que pidió intervenir en el debate -tras la intervención de Santiago Abascal- escudándose en unas "alusiones personales". 

Entonces, Pisarello aprovechó la ocasión que le brindó la presidenta para llamar al líder de Vox "señorito que vive del cuento", "islamófobo" y "antisemita que rinde pleitesía al carnicero de Rafah", en alusión a su reciente visita a Benjamín Netanyahu en Jerusalén. Sus palabras, pronunciadas en tono desabrido, no merecieron el reproche de Armengol.

Acto seguido, solicitó la palabra para responder a los insultos de Pisarello el secretario general de Vox en el Congreso, José María Figaredo, por las evidentes alusiones personales. Pero Armengol le denegó esa posibilidad.

En ese momento, los diputados de Vox y del PP reaccionaron con indignación, afeando la parcialidad de la presidenta, que instó a que continuase el debate "con educación". 

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La bancada de Vox entró en cólera y varios de los diputados comenzaron a corear un "¡fuera, fuera!" contra la presidenta. Pero con la Cámara convertida en un gallinero. Todavía no había llegado lo peor.

Con el portavoz del PSOE Artemi Rallo ya en la tribuna para comenzar su discurso, varios diputados de Vox, caso de Manuel Mariscal, Pedro Fernández o Ignacio de Hoces, empezaron a desgañitarse en cascada por ver quién decía más alto la palabra "traidor" o "corrupto". Algunos, incluso golpeaban los escaños. 

Entonces, la presidenta de la Cámara tampoco decidió actuar. Apenas se limitó a llamar al orden a dos de los diputados de Vox. Sólo por primera vez. La expulsión procede a la tercera.

"¡Señorías filonazis!"

El discurso del socialista Rallo fue interrumpido por los representantes de Vox ya al comienzo, cuando dijo: "Aunque les cueste, les duela oírlo, Europa, España y Cataluña han dicho sí a la amnistía. Europa la ha bendecido, Cataluña la ha agradecido y estas Cortes Generales la avalan hoy aquí por mayoría cualificada, cuantitativa y cualitativa. Quince de los 19 partidos en esta Cámara, de todos los partidos, excepto Vox, el Partido Popular y el neofascismo que embiste, montaraz y cerril, como acabamos de comprobarlo. ¡Señorías filonazis!".

En la legislatura pasada, se expulsó del Hemiciclo a una diputada de Vox por acusar al Gobierno de premiar a "filoetarras", en alusión a los dirigentes de Bildu.

Este jueves, la crispación alcanzó su grado más alto cuando la presidenta de la Cámara se mostró impasible ante los ataques del diputado del PSOE. "Filonazis" y "neofascistas" se lo llegó a espetar en repetidas ocasiones desde la tribuna mientras les apuntaba con el dedo. 

Bronca entre Vox y la izquierda en el pleno de la amnistía que para el debate unos minutos

Lejos de llamar al orden a Rallo, Armengol mantuvo los insultos. Días atrás, había decidido revisar, a petición de Patxi López, la palabra "títere" cuando la había pronunciado Santiago Abascal para referirse a Pedro Sánchez.

"Es tiempo ya de empezar a demostrar y a exigir respeto y educación, y a desterrar de la tribuna y del Diario de Sesiones expresiones que son absolutamente ofensivas y que son incitadoras de odio", reprochó el portavoz socialista, en alusión al citado calificativo. 

Ayer, Armengol afeó el comportamiento a los diputados de Vox que protestaban, aunque desde otros grupos también se gritaba y se lanzaban insultos y amenazas. "Por favor, señores diputados de Vox, señores diputados de Vox, esto no es posible. El que tiene el uso de la palabra...", decía mientras giraba la cabeza a un lado y al otro, como expresando negación. 

Después, durante la votación, la presidenta tampoco decidió cortar de raíz las insidias que profirieron varios diputados de Vox al presidente del Gobierno cuando entonó su "sí" a la amnistía. "Traidor" y "a la cárcel", gritó, por ejemplo, Mariscal. 

A la salida del Pleno, diputados del PP se quejaron de que la actuación en cadena de Sumar, Vox y PSOE, con la permisividad de Armengol, solo tenía un fin: "Desviar el foco de la amnistía". En el entorno de Alberto Núñez Feijóo se lamentaban: "Al final, se retroalimentan entre ellos".

En la oposición lo tienen claro: la tensión que genera el uso de la "doble vara de medir" de la presidenta, remachan desde Génova, trabaja en favor de la estrategia del Gobierno de polarizar y extremar el debate político.