Haïm Korsia es el gran rabino de Francia, donde se ubica la tercera comunidad judía más grande del mundo, sólo por detrás de Israel y Estados Unidos.

Haïm Korsia es el gran rabino de Francia, donde se ubica la tercera comunidad judía más grande del mundo, sólo por detrás de Israel y Estados Unidos. Joël Saget AFP / GettyImages

Política HABLANDO SOBRE ESPAÑA

El Gran Rabino de Francia, Haïm Korsia: "España ha tomado una decisión que alimenta el antisemitismo"

"Cuando un territorio no democrático agrede a una democracia, yo siempre apoyaré a la democracia" / "El concepto 'genocidio' tiene un estricto valor jurídico. No estamos ante un caso al que se le pueda aplicar" / "Todavía existe odio contra los judíos. Debemos combatirlo entre todos" / "Hamás utiliza a toda la población palestina de Gaza como escudo humano".

9 junio, 2024 03:14
París

Es de noche en París. Para conocer al Gran Rabino de Francia, nos llevan en un coche negro con los cristales tintados hasta la puerta trasera de un teatro. Cuando nos bajamos, unos cuantos policías armados con ametralladoras confirman nuestra identidad y, al fin, abren el cordón. Dentro, vigila los pasillos lo que parece una unidad de seguridad privada.

Hemos venido a escribir la gran cumbre europea contra el antisemitismo. Uno de los participantes es Haïm Korsia (Lyon, 1963), el Gran Rabino. El paisaje denota la tensión existente en este país en relación a dos asuntos clave en estas elecciones europeas: la religión y la inmigración.

Cuando sube al escenario, monsieur Korsia recibe una gran ovación. Parece un tipo simpático, con facilidad de palabra. Doctor en Historia Contemporánea. Ofrece un discurso irónico e incisivo. Habla sin papeles durante media hora.

Korsia es también un escritor notable. Publica sus ensayos con las editoriales más importantes de la República. No sabemos qué es lo que lo hace tan famoso, si su condición de Gran Rabino o su condición de escritor. Porque en Francia, ni los rabinos ni los escritores son como en España.

Aquí, en París, los hombres de letras disponen de una gran influencia. Les llaman, les preguntan, debaten, acuden a la televisión y los paran por la calle. Además, la comunidad judía de Francia es la tercera más numerosa del mundo, sólo por detrás de la de Israel y la de Estados Unidos.

Francia fue la primera nación de la tierra en otorgar la ciudadanía plena a los judíos, en 1791. Después, en 1808, Napoleón creó "el Consistorio", que todavía hoy representa a la gran mayoría de sinagogas de la República. Monsieur Korsia encabeza el Consistorio.

No obstante, este hombre de pelo canoso y verbo afilado sí llegó a su cargo de una manera un tanto española. Su antecesor dejó el puesto en medio de un escándalo de plagios. ¡Algo se llevaron los franceses de la guerra de 1808!

Tiene monsieur Korsia sesenta años, una vastísima cultura y una obsesión: que su comunidad dialogue continuamente con las instituciones de la República y con el resto de religiones. El Gran Rabino, nos cuentan, juega a la perfección el equilibrio entre la calle y el poder. Está cerca de la gente, pero también de los poderosos. Influye. Trabajó cerca de Chirac y mantiene hilo directo con Macron.

Fue capellán del ejército. Es de origen argelino. Sabe lo que es vivir en un lugar donde la religión mayoritaria es opuesta. Los medios franceses lo definen como un "aperturista" por sus intentos de proteger los derechos de las mujeres y abrir la comunidad al exterior. Demuestra la fiabilidad de esa etiqueta con una frase de su discurso: "Francia no sería Francia sin los judíos. Pero Francia tampoco sería Francia sin los musulmanes. Sin los ateos, sin los cristianos".

El Gran Rabino acepta celebrar esta entrevista un día después de la noche en el teatro. No pide información sobre las preguntas, pero supone que estará el asunto español y es él quien lo pone encima de la mesa. Los momentos de más tensión vendrán con sus palabras sobre el Gobierno de Sánchez y sobre la acción de Netanyahu en Gaza.

Por último, algunos datos domésticos de interés: no ve series de televisión, pero hizo una excepción con 'La Casa de Papel'. Admira a Mbappé y le desea éxito en el Real Madrid, pero se dice del Barça por su "amor eterno a Johan Cruyff".

En esta jornada contra el antisemitismo en París, me he encontrado algo inimaginable en España: un teatro amurallado por ametralladores e incluso unidades de seguridad privada vigilando. ¿Qué significa esa imagen?

La clara determinación del Estado francés en defender a los ciudadanos judíos con la misma intensidad que defiende a los demás ciudadanos de la República. Es un despliegue de fuerza que da tranquilidad a la comunidad judía, pero que también simboliza la lucha del Estado francés contra el antisemitismo. Cuando la República se posiciona frente al antisemitismo, ya lo ha visto usted, no es sólo retórica. Las palabras están respaldadas por la acción.

Con la declaración de Jacques Chirac en 1995, el Estado francés asumió la responsabilidad en la deportación masiva de judíos. ¿Ha tenido eso un efecto social? ¿La Francia de hoy es la menos antisemita de la Historia?

Creo que era muy importante aclarar la participación del Estado en la deportación. El presidente Chirac dijo cosas de una manera muy enérgica y valiente. Después, todos sus sucesores, imbuidos de una especie de conciencia histórica, fueron secundando ese discurso: Sarkozy, Hollande, Macron... Todos han reafirmado que Francia participó en ese daño irreparable.

Ese acto de firmeza, indirectamente, es como decir: "Yo soy cristiano, ateo o lo que sea, pero soy francés y apoyo que el Estado francés responda con dureza a aquel que toque a un judío francés". Eso es la ciudadanía.

No se puede reconstruir nada si no enraiza en la verdad. Así que eso que usted apunta del año 1995 es importante. Aunque no garantiza, y voy a su pregunta, la erradicación total del antisemitismo.

Es decir: la situación no es tan buena como el avance de los tiempos requiere o como podía preverse hace un par de décadas.

Las cifras de los ataques antisemitas están aumentando. En concreto, tras la masacre cometida por Hamás en Israel el 7 de octubre, los actos y manifestaciones antisemitas en Francia se incrementaron un 1.000% en ese periodo de los tres últimos meses del año. Datos del Ministerio del Interior. Así que la realidad es que existe un odio contra los judíos y debemos ser capaces de combatirlo entre todos.

Suele citar usted a Charles Péguy, que escribió: "Lo peor no es tener un alma perversa, lo peor es tener un alma acostumbrada". ¿Francia tiene un alma acostumbrada a cierto antisemitismo?

Sí, en cierto modo sí. Y debemos perder ese hábito antisemita con el cual nos vemos obligados a convivir muchos ciudadanos. Ningún acto antisemita, sea cual sea su intensidad, es tolerable.

Todo es cuestión de perspectiva. En contraposición al "alma acostumbrada" de Péguy, también cita usted a Emmanuel Lévinas, el gran filósofo judío francés. Una vez contó Levinás que su padre le dijo: "Un país que se divide y se desgarra por el honor de un solo capitán judío es un país donde los judíos deberían vivir". Hablaba del caso Dreyfuss.

Creo que eso es cierto. Y me reafirmo en noches como la que hemos vivido en este teatro. Francia es un país donde los judíos deben vivir.

Haïm Korsia, Gran Rabino de Francia, es también doctor en Historia Contemporánea.

Haïm Korsia, Gran Rabino de Francia, es también doctor en Historia Contemporánea. GRF

Cuando la segunda Intifada, en los 2000, se multiplicaron los ataques antisemitas en Francia. En aquel momento, el gobierno les aconsejó a ustedes que no los denunciaran para evitar un "efecto llamada". Esta convención demuestra que eso ha cambiado. Se denuncia el antisemitismo con toda la fuerza mediática posible.

Fue así. Por aquel entonces, yo trabajaba cerca del presidente Chirac y manifesté mi desacuerdo con esa decisión. El presidente lo quiso así porque, como usted dice, temía un efecto llamada y creía que el problema no era tan grave como parecía.

Creo que, cuando ignoras un problema, acaba explotando. Lo creí entonces y ahora veo que tenía razón. La orden de ignorar el antisemitismo fue dramática porque entrañaba la imposibilidad de luchar.

Ahora nos damos cuenta de que, cuando Hamás decía que peleaba por los palestinos [lo dice con ironía], apelaba en realidad al odio a los judíos. Por cierto, su país, España, ha reconocido el Estado de Palestina. Eso legitima en cierto modo la violencia de Hamás.

Explique eso, ¿a qué se refiere?

España pidió perdón hace ya años por las expulsiones de los judíos de 1492, pero eso no le ha impedido ahora tomar una decisión que alimenta el antisemitismo. Cada país tiene su realidad. Yo agradezco al Estado francés su lucha tan firme contra el antisemitismo y la movilización de todo tipo de fuerza policial para buscar a los culpables, encontrar pruebas y llevarlos ante la Justicia.

Un momento, un momento, señor Korsia. Es cierto que España acaba de reconocer el Estado palestino, pero el presidente del Gobierno, en esa misma alocución, condenó la masacre del 7 de octubre y exigió la liberación de los rehenes en manos de Hamás.

Entonces, ¿por qué el Gobierno de España no reconoció el Estado palestino antes? ¿Por qué lo ha hecho tras los atentados del 7 de octubre?

Esa sí es una buena pregunta.

¡Precisamente! ¡Es la pregunta! Mire, yo no soy especialista en política española, usted sabrá mucho mejor que yo lo que ocurre allí. Sólo digo lo mismo que ha dicho el presidente Macron: este no es el momento adecuado para reconocer el Estado Palestino. No se trata de decir que no. Se trata de decir que este no es el momento.

Cuando alguien toma una decisión geopolítica, tiene que tener en cuenta la Historia referida a ese asunto. La realidad es que los bárbaros de Hamás han conseguido que un país europeo como España haga algo muy importante para ellos. Eso no puede ser bueno.

"España pidió perdón por haber expulsado a los judíos en 1492, pero eso no le ha impedido tomar hoy una decisión que alimenta el antisemitismo"

La derecha española, que está en la oposición, dice que debemos reconocer el Estado palestino, pero sostiene que ahora no es el momento. Pero vayamos al debate de fondo: ¿qué opina de la coexistencia de Palestina e Israel en el mismo territorio? ¿Existe alguna solución alternativa a esa?

Israel ya ha coexistido con Palestina durante mucho tiempo. Porque Israel tiene dos millones de palestinos en Gaza. Israel da mucho poder a los palestinos en los territorios que gestionan los propios palestinos. Tal vez sería mejor que pensáramos en cómo Hamás ha tomado de rehén a toda la población palestina de Gaza para utilizarla como escudo humano.

En cualquier caso, las cosas que le he dicho demuestran el claro deseo de Israel de convivir con los palestinos. Por desgracia, Hamás da muestras de su odio en todas las partes del mundo, incluida América, con su dialéctica del "nosotros" y "vosotros".

Hay mucha Palestina, del río hacia atrás, que excluye de su proyecto de vida la existencia de Israel. Algunos han demostrado que están dispuestos a vivir con sus vecinos y otros que son capaces de odiar a sus semejantes.

Ahora que decía usted "del río hacia atrás", no sé si ha escuchado que la vicepresidenta del Gobierno español utilizó el lema "desde el río hasta el mar" que también usa Hamás.

No lo había oído, pero me parece patético. No quiero comentar demasiado la política española. Ya me cuesta bastante entender la política francesa.

Quiero preguntarle por la acción de Netanyahu en Gaza.

No me pronuncio sobre eso, pero le digo que Israel es un Estado democrático que tendrá sus razones para hacer lo que hace y que esas razones debería explicarlas su gobierno.

Uno de los problemas del debate mediático está en la imposibilidad de algunos a la hora de distinguir entre Palestina y Hamás y entre Netanyahu e Israel. ¿Lo ve así?

No lo sé. Yo soy francés y judío. Como cualquier ciudadano, tengo mis afinidades políticas y mis preferencias. No voy a hablar sobre la política de otro país, pero sí quiero decir algo debido a mi lógico vínculo con Israel: es un país democrático con su propio sistema judicial. Eso no ocurre en el territorio donde actúa Hamás. Cuando un territorio no democrático agrede a una democracia, yo siempre apoyaré a la democracia.

Le preguntaba por la acción de Netanyahu y por la distinción con Israel porque, en esta convención donde han participado muchos judíos influyentes, algunos lo han apoyado y otros no. He testado que hay una gran divergencia en este asunto entre la propia comunidad judía.

Netanyahu es el primer ministro electo de Israel. No veo por qué nos preocupa tanto lo que hace el primer ministro de Israel, cuando gobiernos de otros países democráticos han hecho lo mismo en la Historia reciente.

Haïm Korsia publica sus ensayos con las editoriales más prestigiosas de Francia y es un actor habitual del debate público.

Haïm Korsia publica sus ensayos con las editoriales más prestigiosas de Francia y es un actor habitual del debate público. GRF

El otro día viajó a Israel para realizar labores humanitarias. Entiendo lo que usted dice, pero hay una realidad: no se puede ejercer la influencia internacional sobre una banda terrorista como Hamás, pero sí sobre un gobierno democrático como Israel. ¿Mantuvo usted alguna conversación con ese gobierno referida a lo que está ocurriendo en Gaza? ¿Trató de ejercer algún tipo de influencia?

Eso que usted dice está en el debate internacional, reverbera de fondo... Pero yo le repito: Israel es un país democrático y Hamás es una banda terrorista. Hamás no tiene nada más que hacer ni que negociar. Debe responder ante la justicia.

Ahí entra una nueva derivada: la Fiscalía de la Corte Penal Internacional ha dado orden de arresto contra los líderes de Hamás, pero también contra Netanyahu.

El gobierno de Francia ha puesto el grito en el cielo al ver que otros actores se entrometen en las decisiones de un país democrático como Israel [Macron, tras la decisión de la Corte Penal Internacional, definió a Netanyahu como "interlocutor totalmente legítimo"].

"Israel es un país democrático y Hamás una banda terrorista que debe responder ante la justicia"

Tengo una sensación. No dispongo de ninguna encuesta para afirmarlo, pero creo que existe una mayoría, por lo menos aquí en España, que condena visceralmente la masacre de Hamás, que exige una liberación de los rehenes sin condiciones pero que al mismo tiempo reclama a Netanyahu un alto el fuego inmediato.

Puede que esa postura la comparta una mayoría de la gente, pero no por eso es un punto de vista adecuado. A veces, cuando todo el mundo repite algo, y se va extendiendo en una población concreta, se extiende una mirada equivocada.

Le hago una última pregunta sobre España y...

¡O una última pregunta a secas! [sonríe]

Es que creo que es importante: el Gobierno español se ha sumado a la acusación de "genocidio" contra Israel.

Ese concepto de "genocidio" me afecta directamente. Soy judío y mis antepasados, como sabe, tienen cierta idea de esto, al menos desde hace cien años. El concepto de "genocidio" tiene un estricto valor jurídico, y no estamos ante un caso al que se le pueda aplicar. Hay que tener cuidado cuando se utiliza el término "genocidio" para hablar de Israel.

Si Hamás no libera los rehenes, Netanyahu no detendrá los bombardeos. Y si Netanyahu no detiene los bombardeos, puede que no quede ni un solo palestino en Gaza.

Israel tiene la obligación de proteger a su población.