Illa, a 'juicio' en ERC: el 75% sigue considerándose separatista pero crecen los partidarios del pacto
Los datos indican que el partido es cada vez menos independentista y que crece la buena imagen del socialista entre las filas republicanas.
28 julio, 2024 02:42El futuro a corto plazo de la política catalana, y quién sabe si de la española, se mueve ahora entre un escenario posible y otro impredecible. El posible, que ERC y el PSC lleguen en las próximas horas a un acuerdo para investir a Salvador Illa. El impredecible, que las bases de los republicanos avalen ese pacto. Si no, habrá repetición electoral.
ERC vive ahora mismo una situación de crisis y división interna como consecuencia de la decisión que debe tomar. Para evitar la repetición electoral, que podría ser desastrosa para sus intereses, tiene que apoyar al candidato del PSC. La dirección está negociando qué tipo de acuerdo cerrar que sea aceptado por la militancia.
Para intentar responder a esta gran incógnita, hemos analizado de forma transversal el perfil sociológico de los votantes de ERC. Hemos extraído datos de los distintos barómetros del CEO (el CIS catalán), del propio CIS, y otros para elaborar una radiografía de los votantes del partido de Marta Rovira y Oriol Junqueras.
A grandes rasgos, ERC sigue siendo un partido mayoritariamente independentista, aunque lo es cada vez menos. En este frente ha sido desbancado por Junts. Además, entre los republicanos está creciendo la disposición a pactar con el Gobierno de Madrid y cada vez hay una mejor percepción de los candidatos del PSC a las elecciones catalanas.
A todo esto hay que sumar que ERC corre el riesgo de que sus votantes se escapen a otros partidos en el caso de una repetición electoral [como ya contamos en este artículo]. La formación había conseguido aunar a un perfil de votante independentista general y ahora está perdiendo votos tanto por la izquierda (hacia el PSC) como por el independentismo (hacia Junts).
Todos estos datos parecen apuntar en una dirección. ERC puede darle a sus militantes un pacto con los socialistas. Sin embargo, ha de tener suficiente entidad de autogobierno para demostrar que no son una muleta del PSC, sino que rentabilizan su poder. Esto es algo que Junts logra de manera muy efectiva. ERC, sin embargo, es más frágil y se juega mucho más si acaba rompiendo la cuerda.
Pero vamos a los datos.
Evolución sobre la independencia
Una de las fechas grabadas a fuego en el calendario independentista es la consulta del 9 de noviembre de 2014 convocada por Artur Mas. Un mes después, en diciembre, el CEO empezó a incorporar la pregunta de si los catalanes eran partidarios de la independencia o no. En ese momento, los de ERC eran los más independentistas del espectro político en la comunidad autónoma.
En diciembre de 2014, el 91% de los votantes de ERC se consideraba independentista, frente al 81% de los votantes de los convergentes, el espacio que ahora ocupa Junts. Los republicanos siguieron definiéndose independentistas por encima del 90% hasta la creación de Junts pel Sí, la coalición que unió a ambos partidos.
Sin embargo, entre octubre y noviembre de 2017 se revirtieron las tendencias. En ese espacio de tiempo se disolvió la coalición de Junts pel Sí, se celebró el 1-O con la consecuente declaración unilateral de independencia y se aplicó el artículo 155 de la Constitución que suspendió la autonomía de Cataluña.
A partir de ese momento, los votantes de ERC se volvieron cada vez menos independentistas, un testigo que fue recogido por Junts. Con distintas variaciones, los votantes de ERC que reconocen sentirse independentistas bajaron hasta el 75% en el último barómetro publicado, el de este mes de julio. Aunque todavía se trata de una cifra muy elevada, es una de las más bajas registradas hasta el momento.
En esta dirección, también hay otro valor que se puede tener en cuenta. Además de si uno se considera independentista o no, el CEO también pregunta qué modelo territorial se desea. Ahí, los catalanes pueden responder si prefieren un Estado independiente, un Estado federal, una comunidad autónoma dentro de España o una región de España –sin autonomía–.
Aquí el secesionismo de los votantes de ERC también ha mostrado una tendencia a la baja. Esta pregunta se hace desde el año 2012 y en el primer CEO el 78% de los votantes de ERC apostaba por un Estado independiente. En el último, la cifra había descendido notablemente al 55%.
Si bien, a priori, podría no cuadrar que el 75% de los votantes de ERC sean independentistas y sólo el 55% quieran un Estado independiente, podría responder a una cuestión de pragmatismo. El electoral puede ser independentista y considerar que sus ansias de autonomía se vean satisfechas en un Estado federal, por considerar inviable en este momento la creación de un Estado independiente.
Extrapolando esos datos, se puede entender perfectamente por qué ERC exige ahora para investir a Salvador Illa una financiación singular para Cataluña que pase por recaudar todos los impuestos. No llega tan lejos como para pedir la independencia, pero sí alcanza unas cuotas de autogobierno suficientemente elevadas. Por eso, a sus militantes no les valdría con un acuerdo de maquillaje.
Acercamiento al PSOE
Los datos explicados anteriormente pueden influir en el tipo de pacto que puedan alcanzar ERC y el PSC, pero hay otra cuestión fundamental: qué significa para los votantes independentistas pactar con la formación de Salvador Illa. Aunque no hay cifras históricas sobre esta cuestión, que es muy puntual, sí que se puede acudir a otras que ayudan a despejar la incógnita.
A raíz de la colaboración entre los Gobiernos de Pedro Sánchez y Pere Aragonès, y de los pactos entre el PSOE y ERC en el Congreso, el CEO empieza a preguntar en 2022 por el tipo de independencia que se quiere, en caso de quererla. En términos generales, los votantes de ERC se muestran cada vez más abiertos a colaborar con el Ejecutivo en Madrid.
Con el tiempo ha ido cayendo el porcentaje de votantes de ERC que prefiere la independencia unilateral y la postura predominante es la de aquellos que quieren una independencia pactada. También crece, aunque en menor medida, el porcentaje de gente que prefiere una unidad de España pactada, es decir, que haya un acuerdo entre los dos gobiernos para permanecer en el país.
Estas dos opciones implican necesariamente una colaboración entre los dos gobiernos y cabe esperar que esa percepción también influya en un pacto de ERC con Salvador Illa para gobernar en Cataluña. De hecho, una de las últimas críticas de Carles Puigdemont es que no se puede fiar de que en Cataluña gobiernen los mismos que en la Moncloa, pero para los republicanos podría no suponer un gran problema.
Por otro lado, según el CIS, los votantes de ERC tienen una percepción cada vez mejor de los candidatos socialistas a la Generalitat. En 2017, estos valoraban con un 2,8 (en una escala del 0 al 10) a Miquel Iceta. Antes de las elecciones catalanas de 2021, los que pretendían votar a ERC, en cambio, valoraban Illa con un 4,3. Aunque suspenso, se quedaba muy cerca del aprobado.
Ese aprobado llegó en el sondeo preelectoral de las elecciones catalanas del pasado 12-M. La nota de Illa entre los votantes de ERC subía hasta el 5,6. En cuanto a la opinión que tienen de Puigdemont, ha ido cayendo, siendo superado ya por Illa.
En ese mismo CIS, también se podía observar cómo el 29,6% de los que querían votar a ERC se planteaban votar al PSC, como segunda opción, si cambiaban su intención de voto. Esta cifra era del 19,7% a la hora de cambiar el voto a Junts. Por lo tanto, se puede ver cómo va creciendo una corriente que valora más la izquierda que el independentismo.
Todos estos datos, cada uno con su particularidad, parecen indicar que los votantes de ERC no rechazan un acercamiento al PSOE. Sin embargo, todo sigue dependiendo del pacto que ofrezcan los socialistas. Mientras tanto, las conversaciones entre los dos partidos siguen avanzando, parece que en positivo, con el objetivo de llegar a un acuerdo esta última semana de julio y presentarlo a las bases a principios de agosto. En unos días se despejará la incógnita.