La gestión de Sánchez dispara las preocupación en vivienda, corrupción e inmigración el último año

La gestión de Sánchez dispara las preocupación en vivienda, corrupción e inmigración el último año Arte E.E.

Política LO QUE EXPLICA LA DEMOSCOPIA

La preocupación por la vivienda, la corrupción y la inmigración crece tras la investidura de Sánchez

La vivienda alcanzó su pico el pasado mes de junio: inquietaba a uno de cada cinco españoles, por encima de la crisis económica y el paro. 

29 julio, 2024 02:51

En las campañas de las elecciones municipales, autonómicas y generales del año pasado, Pedro Sánchez y el PSOE convirtieron la vivienda en una de sus prioridades. El presidente realizó sucesivos anuncios de paquetes de vivienda pública, medidas para regular el alquiler y ayudas para que los jóvenes puedan emanciparse y acceder a su primer hogar.

Si Sánchez –y sus asesores– prestaban tanta atención a este problema es porque son perfectamente conscientes de que la vivienda era un asunto que inquieta a la ciudadanía. Pero su gestión, un año después de esas campañas electorales, no ha calmado esa inquietud. Es más, la ha incrementado.

La vivienda es la preocupación que más ha crecido entre los españoles desde el 23-J. Le siguen la corrupción y la inmigración, en ese orden. Precisamente este lunes, el presidente Pedro Sánchez y la ministra Isabel Rodríguez tienen previsto firmar un convenio con el Instituto de Crédito Oficial (ICO), para la construcción de más de
40.000 viviendas de alquiler asequible.

Al cumplirse un año de las elecciones generales del 23-J, hemos analizado los últimos 12 barómetros mensuales del CIS para ver cómo han evolucionado durante este tiempo los problemas de los españoles.

No nos hemos fijado tanto en cuáles son los asuntos que más preocupan, entre los que se encuentran el paro y la crisis económica, sino en las tendencias que registran. Esto sirve de termómetro para conocer la satisfacción de los ciudadanos sobre la situación actual y examinar si las medidas del Gobierno están teniendo el efecto deseado.

Como toda evolución de cifras tiene picos, hemos tenido en cuenta la media de los seis primeros meses –de julio de 2023 a enero de 2024– y la hemos comparado con la de los seis últimos –de febrero de 2024 a julio del mismo año–. Así, se ve en términos generales si la preocupación aumenta o baja.

Como decíamos, la vivienda es el asunto que más quita el sueño a la ciudadanía. Desde que se celebraron las elecciones generales hasta enero, a los españoles les preocupaba un 7,34% de media. En la segunda mitad del año, la media ascendía al 12,12%. Se trata de un incremento de 4,68 puntos.

El pico más alto se produjo en el barómetro del pasado mes de junio, donde el 21,2% de los ciudadanos, un quinto de la población, reconoció que esta era su mayor preocupación. Fue el segundo asunto que más inquietó ese mes a los españoles, después de los problemas políticos (23% en junio).

Un mes antes de ese pico, en mayo, se cumplió el primer aniversario de la Ley de Vivienda que se aprobó la pasada legislatura. En contra de su objetivo inicial, durante ese año se redujo la oferta de pisos de alquiler en grandes mercados y los gobiernos regionales no han desarrollado la declaración de zona tensionada. Además, el precio de la vivienda ha aumentado un 34% en la última década.

Todos, Gobierno, oposición y el sector, coinciden en que la vivienda afronta unos problemas que deben resolverse. Pero no coinciden en la solución. Mientras tanto, a principios de este año el Banco de España explicó que los hogares necesitan siete años y medio de salario bruto para adquirir una vivienda y destinan el 39% de sus ingresos al pago de la misma, la cifra más alta en 12 años.

A la vivienda le sigue, en segundo lugar, la corrupción. Aunque se trata de un asunto que inquieta relativamente poco a la ciudadanía, las investigaciones judiciales sobre la posible corrupción de Begoña Gómez, la mujer del presidente, han hecho que aumente.

En los primeros seis meses tras el 23-J, la corrupción inquietaba de media al 4% de los ciudadanos. En el siguiente semestre, coincidiendo con las investigaciones del juez Juan Carlos Peinado, aumentó a una media del 7,95%, 3,95 puntos más, casi el doble. La corrupción ha pasado a preocupar en este tiempo a casi uno de cada diez españoles.

Esto es un dato relevante para el Gobierno por dos motivos. El primero, de esencia. Porque Sánchez llegó a la Moncloa a través de una moción de censura cuya justificación argumental era poner fin a una etapa de corrupción del PP.

El segundo motivo, porque el Ejecutivo realmente presta atención a estos datos: en diciembre de 2022 Sánchez justificó la reforma de la malversación defendiendo que la corrupción apenas preocupaba a los españoles. Ahora, avanzada la legislatura, este dato se ha duplicado.

La corrupción, desde marzo

El CIS sitúa el aumento de la corrupción como uno de los factores más inquietantes para el ciudadano en los barómetros de marzo y abril de este año. En ambos, el 12,3% de los ciudadanos reconocía que este asunto les alarmaba, por encima incluso de la vivienda. Las cifras de estos barómetros son tres veces superiores al anterior, el de febrero, donde sólo el 4,9% prestaba atención a esta problemática.

Ese aumento repentino coincide con las informaciones que desvelaron que Begoña Gómez se reunió con directivos de Air Europa mientras el Gobierno de España negociaba el rescate de la compañía aérea. Aunque después de estos barómetros los valores bajan, ya no recuperan la tendencia de los seis primeros meses de la muestra.

En el tercer puesto del podio se encuentra la inmigración. La preocupación por ella ha crecido 3,32 puntos, pasando de preocupar de media al 9,02% de la población en el primer semestre, al 12,33% en el segundo. De hecho, en el último CIS, el de julio, el 16,9% de los españoles decían que les preocupaba, el punto más alto desde 2019.

La crecida se ha producido a la vez que los datos de la inmigración han ido superando con creces las cifras de 2023. Al mismo tiempo, se ha producido el debate social y político sobre la reforma de la Ley de Extranjería, que busca desatascar la situación de 5.500 menores migrantes no acompañados llegados a Canarias, y que fracasó la semana pasada en el Congreso después de que Junts votase en contra.

Aunque es difícil saber cómo avanzarán las preocupaciones en torno a la vivienda y la corrupción, sí se puede afirmar que la de la inmigración irá en aumento conforme avance el año. Mirando en perspectiva, siempre se suelen producir picos en esta inquietud después de verano, que es cuando más cayucos llegan a las costas españolas, más aparece esta cuestión en los medios, y más se hace palpable la necesidad de soluciones.

El fracaso por parte del Gobierno para sacar adelante la reforma de la Ley de Extranjería, que busca garantizar el mecanismo para el reparto de los menores inmigrantes entre las CCAA, podría agravar el problema. 

Al margen de estas preocupaciones, y como no todo es blanco o negro, hay que remarcar que la gestión de Pedro Sánchez también ha conseguido rebajar algunas otras. Ocurre, por ejemplo, con la crisis económica o el paro, cuestiones que tradicionalmente siempre generan malas valoraciones en el CIS para la ciudadanía. Sin embargo, la visión negativa sobre ambos temas ha descendido en los últimos años.

La crisis económica, por ejemplo, preocupaba de media al 34,02% de los españoles en los primeros seis barómetros desde el 23-J. En los seis últimos, ha pasado a preocupar al 24,52%, 9,5 puntos menos. La preocupación por el paro, por su parte, ha caído 3,58 puntos. Esto implica que los problemas económicos básicos, como puede ser el de tener trabajo, están reduciéndose y la preocupación oscila a otras cuestiones más avanzadas, como la capacidad de comprar o alquilar una vivienda.