Sánchez y Feijóo, durante la última reunión que mantuvieron en el Congreso .

Sánchez y Feijóo, durante la última reunión que mantuvieron en el Congreso . Alberto Ortega EP

Política OPOSICIÓN

El PP asume que Sánchez podrá gobernar con los Presupuestos prorrogados hasta el año 2026

En la dirección popular son conscientes de que hay mecanismos a los que Sánchez puede recurrir para aguantar dos años más en la Moncloa.

18 agosto, 2024 02:50

Hay legislatura para rato. Es la conclusión a la que han llegado en Génova 13 después de los últimos acontecimientos políticos. No cabe esperar una moción de censura con Junts que mande a Pedro Sánchez a su casa, porque Carles Puigdemont y él "se necesitan mutuamente". Y no será la ausencia de Presupuestos lo que fagocite el actual mandato. 

En la dirección del Partido Popular, tal y como destacan algunos de sus miembros a EL ESPAÑOL, tienen asumida la idea de que el presidente del Gobierno puede aguantar sin cuentas públicas, al menos, hasta 2026. De hecho, en el PP está cada vez más asentada la teoría de que las próximas elecciones generales se celebrarán ese año. 

Si es que, por el camino, Junts no arranca a Sánchez alguna cesión más que le incline a cambiar de idea y le lleve a dar su apoyo a unos nuevos presupuestos. En ese caso, Sánchez tendría el camino expedito para consumar su mandato en 2027. No obstante, la plana mayor de los populares cree que la situación actual es equivalente a la que vivieron Aznar en el 93 y Rajoy en 2008. 

Ambos, con unas expectativas crecientes, acabaron perdiendo las elecciones. Pero después, sus llegadas a la Moncloa se aceleraron con dos legislaturas más cortas de lo habitual. Aznar doblegó a Felipe González a los tres años, después de una recta final muy convulsa. Mismo caso de Rajoy, que venció a Rubalcaba, entonces sucesor de Zapatero, en pleno inicio de la crisis financiera. 

Ahora, después de la trágica victoria del 23-J, en la que Feijóo consiguió ganar pero se quedó a las puertas de armar una mayoría parlamentaria que le permitiera llegar al poder; el escenario principal con el que trabajan los populares es el de una legislatura agonizante desde sus primeros compases que, eso sí, todavía se puede prolongar dos años más. 

Salvo giros inesperados de guion, 2026 será el año en el que se reanude la contienda electoral en España. Para entonces, están previstas las autonómicas en dos comunidades: Castilla y León y Andalucía. Y, dicen los de Feijóo, también las generales. "Seguramente, en primavera". 

Hasta ese año, los populares admiten con resignación que Sánchez puede tirar con sucesivas prórrogas de los Presupuestos de 2023, los últimos que se aprobaron. "Si en España fuese necesario tener en vigor las cuentas públicas para pagar los sueldos de los funcionarios o las pensiones, Sánchez era hombre muerto. No es el caso", sintetiza un alto mando del PP en conversación con este periódico. 

El comodín de los fondos europeos

Si bien es cierto que la ausencia de Presupuestos limita, y mucho, el margen de maniobra del Gobierno, en el PP son conscientes de que hay mecanismos a los que Sánchez puede recurrir para dar una patada hacia adelante y salvar los muebles. El Consejo de Ministros, por ejemplo, puede dar luz verde a transferencias presupuestarias de una partida a otra sin necesidad de pasar por el Congreso. 

"Además, Sánchez tiene los fondos europeos en caso de que necesite liquidez. Aunque no están para eso, los puede usar para determinadas cuestiones de urgencia", argumenta otra fuente en el PP. Es más, la prórroga presupuestaria, asegura, hasta podría tener su lado positivo: "Le viene bien para contener el déficit y la deuda, porque no tiene capacidad para incrementar el gasto". 

La situación, en todo caso, sería de excepcionalidad. Pero en el PP ya saben con quién juegan: Sánchez es un experto en sobrevivir a las situaciones más complejas. Y, por encima de todo, está su deseo personal de llegar hasta el final. "La intención de Sánchez va a ser la de intentar resistir todo lo que pueda y a costa de lo que sea", apunta este domingo Alfonso Rueda, presidente de Galicia, en su entrevista con EL ESPAÑOL.  

Desde que echó a andar la legislatura hace exactamente un año, Feijóo siempre ha albergado una mínima esperanza de ver la salida de Sánchez de la Moncloa más pronto que tarde. Primero, el presidente popular se resistió a creer que el líder socialista iba a ser capaz de sacar adelante su investidura. Hasta el final, no quiso desechar la posibilidad de una repetición electoral. 

Superado el primer chasco, a cada avatar que ha tenido que afrontar Sánchez, los populares han lanzado las campanas al vuelo, pensando que ya era el final. Hasta que Salvador Illa ha sido investido president de la Generalitat y Puigdemont ha vuelto a España para pasarse por el Arco del Triunfo la orden de detención del Tribunal Supremo. 

En el PP argumentan que si Sánchez, con investigaciones judiciales a su entorno familiar, con continuas derrotas de calado en las Cortes, con pactos imposibles entre el PSC y ERC, sigue en pie, la ausencia de un techo de gasto y de unos presupuestos no será razón de más para que apriete el botón electoral, como pide de manera reiterada Feijóo. 

Pero en 2026, concluyen en la cúpula popular, los Presupuestos de 2023 serán improrrogables. Porque Bruselas reclamará a España una reducción todavía mayor de los objetivos de déficit y deuda, y para eso será necesaria una reforma fiscal que sólo puede salir adelante con unas cuentas públicas. Así pues: "Le dejará el marrón de los ajustes al que venga detrás".