Arrancan las batallas territoriales con 4 ministros desdoblados entre el Gobierno y sus liderazgos regionales
- Pedro Sánchez marca como prioridad absoluta para el PSOE ganar las elecciones autonómicas y municipales de 2027.
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El verdadero Congreso del PSOE con cierta renovación y tensión empieza este mismo lunes, cuando se recoja el confeti del Federal celebrado en Sevilla este fin de semana. Arrancan ahora los procesos congresuales en cada una de las federaciones socialistas, con la aparente voluntad de renovar liderazgos y con algunos conflictos previstos.
Pedro Sánchez se quejó abiertamente hace tiempo de la ausencia de liderazgos fuertes en los territorios y ahora es el momento en el que intentará sustituir a candidatos y secretarios generales de las comunidades. Intentará, porque en algunos casos se encontrará con resistencias de barones regionales o de militantes en primarias.
"El cambio progresista ganará en los ayuntamientos y las comunidades autónomas. Nuestra principal prioridad será ganar las elecciones municipales y autonómicas de 2027 y volver a gobernar en toda España. Esa será nuestra absoluta prioridad", ha asegurado Sánchez en su discurso de cierre del Congreso.
Para ese proceso, el presidente del Gobierno y líder socialista echará mano a los que ya tiene en su equipo. De hecho, algunos de los nombramientos en su Gabinete en los últimos años responden precisamente a la lógica de poner en rampa de salida a futuros líderes autonómicos.
Y eso lleva a la situación insólita de tener hasta cuatro ministros que compaginan esa intensa actividad en el Gobierno con la de líderes de federaciones del PSOE y, por tanto, de llevar el peso de la labor de oposición a ejecutivos autonómicos del PP. Ninguno de ellos es diputado autonómico, por lo que deben “subcontratar” la labor de portavoces del PSOE en las respectivas asambleas autonómicas.
En el Gobierno tienen que buscar el difícil equilibrio entre preservarse para aguantar como candidatos y exponerse para tener visibilidad hasta que haya elecciones.
Diana Morant hace tiempo que es líder del PSPV, es decir, el PSOE de la Comunidad Valenciana, además de ser ministra de Ciencia y Universidades. La DANA y sus efectos le han hecho desdoblarse en el último mes, sin opciones de participar directamente en la política local por estar fuera de las Corts valencianas.
Ángel Víctor Torres es ministro de Política Territorial y Memoria Democrática y desde 2019 es secretario general del PSOE en Canarias. De hecho, fue presidente autonómico. Su voluntad y la de Sanchez es que en las próximas elecciones vuelva a aspirar al cargo.
En su caso, esa dualidad política tiene efectos sobre su actividad como ministro, porque desde este verano asumió la gestión de la llegada de migrantes a Canarias, a pesar de que las competencias sobre migración están teóricamente en manos de Elma Sáiz en el Ministerio de Inclusión.
Óscar López, ministro de Transformación Digital y Función Pública, anunciará esta semana que será líder del PSOE de Madrid para enfrentarse a Isabel Díaz Ayuso en las próximas autonómicas de la Comunidad. Previsiblemente tendrá rival en las primarias.
Tiene pendiente la investigación en el Tribunal Supremo por la filtración de un correo en el que el novio de Ayuso admitía haber cometido delitos y ofrecía un acuerdo a la Fiscalía. Esta misma semana se espera que sea citada ante el juez la que era su jefa de Gabinete en la Moncloa.
Tras la dimisión de Juan Lobato, el ministro expurga estos días en el grupo parlamentario socialista de la Comunidad de Madrid en busca de un portavoz para la Asamblea de su confianza y que le sostenga la labor de oposición a Ayuso en el día a día.
López tiene que gestionar en el Ministerio asuntos como el que se refiere a la continuidad de MUFACE que afecta miles de funcionarios, muchos de ellos de la Comunidad de Madrid.
También en los próximos días es casi seguro que Pilar Alegría, ministra de Educación y Portavoz, anuncie su candidatura para liderar el PSOE de Aragón y enfrentarse en las próximas autonómicas al actual presidente, Jorge Azcón.
Javier Lamban, expresidente de Aragón y líder regional del PSOE, abandona el cargo, pero sus partidarios intentan hacerse fuertes en el partido e impedir el desembarco de Alegría. De hecho, tendrá difícil encontrar en el actual grupo parlamentario en Aragón portavoces de su estricta confianza.
En este caso, Alegría es claro ejemplo de ese difícil equilibrio, porque es portavoz del Gobierno y, por tanto, es la ministra más expuesta cada semana al acabar las reuniones del Ejecutivo en la Moncloa. Debe anunciar ahora su decisión para que se vote en primarias en enero.
Aún podría haber algún ministro candidato más si Sánchez hubiera seguido adelante con su decisión de promocionar a Isabel Rodríguez para Castilla-La Mancha. Finalmente, la fuerza de Emiliano García-Page, el único presidente socialista con mayoría absoluta, le ha hecho desistir sin apenas dar la batalla.
Y en la otra parte del Gobierno de coalición, la ministra de Sanidad, Mónica García, es aún la teórica líder de Más Madrid y, por tanto, candidata de esta formación frente a Ayuso. También frente a López, con quien comparte lugar en el Consejo de Ministros.
En las batallas regionales que se abren quedan pendientes algunas posibles en Andalucía, Extremadura, Cantabria y Castilla y León. En principio, no hay ministros disponibles para esas comunidades.
En Andalucía, Sánchez mantiene su apoyo a Juan Espadas, pese a que hay una corriente crítica creciente en el PSOE andaluz. No hay candidatos alternativos claros y la opción de María Jesús Montero es rechazada por Sánchez y por ella misma, al menos por el momento.
En Extremadura y Castilla y León está por ver si hay candidaturas alternativas a Miguel Ángel Gallardo y Luis Tudanca, respectivamente. Ambos creen que no lo habrá y Ferraz guarda silencio.