Araghchi, ministo de Exteriores de Irán, dialoga con Albares, su homólogo español, en la bilateral celebrada el pasado martes en Cascais (Portugal).

Araghchi, ministo de Exteriores de Irán, dialoga con Albares, su homólogo español, en la bilateral celebrada el pasado martes en Cascais (Portugal). Emb.Irán

Política EXTERIORES

Irán usa a España para advertir a Occidente: ha activado "miles de centrifugadoras nucleares" para su posible uso militar

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La reunión bilateral entre José Manuel Albares y el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Aaghchi, el pasado martes en Cascais (Portugal) confirmó el hilo directo que ha logrado abrir España con uno de los actores maś importantes y, al tiempo, beligerantes de la geopolítica mundial. Fue la segunda cita hispano iraní de estas características en apenas dos meses, y eso el Gobierno lo entiende como la constatación de un rol de influencia de nuestro país en Oriente Próximo.

Irán, efectivamente, ha entendido esto. Y Araghchi utilizó su conversación del martes con Albares para lanzar un mensaje de advertencia a Occidente a través de uno de los pocos países del espacio euroatlántico con el que su régimen tiene interlocución directa.

Su programa nuclear se ha reactivado, poniendo en marcha "miles de centrifugadoras avanzadas" en las últimas fechas.

Varias centrifugadoras iraníes de nueva generación, exhibidas por el régimen durante el Día Nacional de la Energía Nuclear de Irán en Teherán.

Varias centrifugadoras iraníes de nueva generación, exhibidas por el régimen durante el Día Nacional de la Energía Nuclear de Irán en Teherán. Reuters

En este tipo de reuniones, el lenguaje diplomático dicta que, más que diálogo, lo que hay es un "intercambio". Es decir, ambas partes hablan y escuchan a la otra. Uno y otro toman nota de los mensajes recibidos. Pero no se debate, no se discute, no se trata de convencer al interlocutor.

En todo caso, este periódico ya informó aquel día de los asuntos que había puesto sobre la mesa el jefe de la diplomacia española.

Sin rebatir a su colega iraní, Albares le reclamó firmemente que Teherán no ataque más a Israel y que utilice "positivamente" su influencia en la región para desescalar el conflicto; además, también le demandó que su país deje de armar a Rusia en su guerra de agresión a Ucrania.

Es decir, a España evidentemente le preocupa que Irán vuelva a recurrir a su llamada "diplomacia nuclear".

Y el Gobierno, consciente de que el conflicto de Israel con Hamás, Hezbolá, los hutíes de Yemen y las milicias chiíes de Irak es una cosa, y las amenazas atómicas a Europa en la guerra lanzada por Vladímir Putin para invadir Ucrania son otra, también le dejó claro, a través de Albares, que el nexo de unión de ambos es Teherán.

Y por eso, el ministro español añadió en su lista de asuntos expresados al iraní la "necesidad" de que la República Islámica "regrese al diálogo nuclear con la Unión Europea"Un marco de intercambio que la UE venía teniendo con Irán en los últimos años, tras la salida de Donald Trump de la Casa Blanca, y que, ante su regreso el próximo enero, cobra aún más importancia, en busca de desescalar el conflicto global.

Canal privilegiado

Desde los salvajes ataques de Hamás en el sur de Israel del 7 de octubre de 2023, España ha mantenido una posición calificada, como mínimo, de díscola con respecto a sus aliados y socios occidentales. Desde el Ministerio se insiste en que la política exterior de nuestro país "se basa en la paz, la justicia y el Derecho Internacional", sea cual sea el escenario. Así lo expresó el propio Albares, el pasado jueves, durante su comparecencia en el Congreso.

De ahí las condenas rotundas tanto al "terrorismo" de Hamás como al "bombardeo indiscriminado" de Israel a los civiles de Gaza. O el rechazo compartido al mantenimiento de "rehenes" israelíes en Gaza con el ataque a barrios residenciales de Beirut.

Esa "equidistancia", según Jerusalén, le ha costado desprecios a Pedro Sánchez y a España, una crisis diplomática con Israel aún irresuelta, tras el impulso al reconocimiento del Estado de Palestina por parte de un grupo de países europeos.

Pero también ha abierto este canal privilegiado con Irán, remarcan las citadas fuentes. 

De ahí que el ministro de Exteriores de la República Islámica fuese claro durante su bilateral con Albares: "Si Occidente continúa amenazando con la reimposición de todas las sanciones de Naciones Unidas, es probable que el debate nuclear dentro de Irán se dirija hacia la adquisición de armas".

Abbas Araghchi, ministro de Exteriores de Irán, atiende a la agencia Irna en los márgenes del Foro de la Alianza de Civilizaciones, en Cascais (Portugal).

Abbas Araghchi, ministro de Exteriores de Irán, atiende a la agencia Irna en los márgenes del Foro de la Alianza de Civilizaciones, en Cascais (Portugal). Irna

O lo que es lo mismo, Teherán está advirtiendo de que sus intenciones, sus capacidades y sus ambiciones en el terreno atómico tienen que ser tenidas en cuenta. Y que, aunque no lo confirme públicamente, si sabe que provee de armas a Rusia y que está detrás de todos los proxies que acosan bélicamente a Israel, la diplomacia y la amenaza nuclear son el haz y el envés de una misma carta que Irán está dispuesta a jugar frente a Occidente.

Qué busca Irán

Mientras la UE trata de poner en marcha sus instituciones, en una nueva legislatura marcada por la energía, la reindustrialización y la defensa; y mientras el mundo se prepara para descubrir si la nueva Administración Trump en EEUU será más agresiva o transaccional, Irán toma posiciones, apoyada en el belicismo de Moscú y la financiación de Pekín.

Albares salió de la reunión con Araghchi con los mensajes bien entendidos, para transmitirlos en el Consejo de la UE y las reuniones ministeriales de la OTAN. Expertos consultados por este diario traducen al lenguaje llano para este periódico el jeroglífico de advertencias iraníes:

La República Islámica está diciendo que está por la labor de seguir dialogando con el E3 (el grupo de países europeos con capacidad negociadora, Reino Unido, Francia y Alemania), para explorar la vía de un acuerdo que "asegure el carácter exclusivamente pacífico y civil de su programa nuclear".

Pero, eso sí, Irán recuerda que fue la primera Administración Trump la que se retiró del Acuerdo Nuclear anterior.

Y al mismo tiempo, Teherán reconoce que "España siempre le instó a mantener el diálogo" sobre este expediente, y mantiene un diálogo franco con utilidad e influencia.

Porque lo que busca esencialmente Irán es "evitar que se reintroduzcan las sanciones".

Presión a Europa

La bilateral de Albares y Araghchi se celebró en los márgenes del 10º Foro de la Alianza de Civilizaciones. Fuentes diplomáticas destacan el hecho de que se mantenga este tipo de encuentros multilaterales, en formatos con esta transversalidad. Porque, si bien es cierto que Irán sabe que España es una rendija por la que comunicarse con el enemigo, estas bilaterales precisan de marcos neutros. 

No en vano, la anterior cita de los dos ministros había sido, en septiembre, aprovechando la Semana de Alto Nivel de la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York.

En todo caso, Araghchi no se recreó en discursos crípticos con Albares, su homólogo español. Se jactó explícitamente de que Irán haya empezado a utilizar centrifugadoras avanzadas como parte de su programa nuclear para presionar a Europa, tras la resolución contra Irán por parte de la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).

Fue a través de la diplomacia nuclear que Irán logró el acuerdo en 2015 cuando Barack Obama ocupaba la Casa Blanca en Washington y se empeñó personalmente en dejar ese legado como marca indeleble de su presidencia.

Aquel acuerdo, teóricamente, ralentizó el programa nuclear iraní, pero ni Israel lo creyó nunca ni Teherán buscaba nada más que poner fin a la presión económica, ideológica y geopolítica de Occidente en la región.

Disuasión nuclear

Ahora, Albares puede transmitir a sus colegas euroatlánticos que Irán presume de tener la capacidad y el conocimiento para fabricar armas nucleares. Aunque esto no forma parte, de momento, de la estrategia de seguridad del país, según su ministro de Exteriores.

Lo que no quiere decir que no vaya a incluirse en las próximas fechas.

Albares saluda a Araghchi, ministro de Exteriores de Irán en su bilateral de Cascais (Portugal).

Albares saluda a Araghchi, ministro de Exteriores de Irán en su bilateral de Cascais (Portugal). Emb.Irán

Irán juega a la disuasión nuclear así: poniendo en funcionamiento esos miles de nuevas y avanzadas centrifugadoras, como respuesta a la vuelta al escenario de las sanciones por parte del OIEA y Occidente. "Éste es el resultado de su presión", aclaró Araghchi a la agencia oficial Irna.

De momento, la República Islámica dice seguir dentro de los límites del Tratado de No Proliferación Nuclear y continúa buscando el acuerdo.

Pero no sólo ha comenzado a inyectar gas en sus nuevas centrifugadoras, sino que lo ha comunicado al ministro de Exteriores occidental que le puede servir de correo.

"Actualmente no tenemos intención de enriquecer uranio por encima del 60%, y ésta es nuestra posición actual", remarcó el jefe de la diplomacia iraní. "Me gustaría enfatizar nuevamente que hemos elegido el camino de la cooperación para resolver este problema de manera honorable", concluyó Araghchi.