Villarejo señala al CNI por los atentados de Barcelona: "El Estado estaba alertado, tuvo una negligencia y pudo evitarlos"
- El excomisario ataca de nuevo a Félix Sanz Roldán, director del CNI durante la tragedia, por considerarle responsable de todas las causas en su contra.
- Más información: El PSOE da alas a la teoría de la implicación del CNI en los atentados de Cataluña al pactar con Junts investigarlo
Como viene siendo habitual cada vez que le toca salir a la palestra, el excomisario José Manuel Villarejo no pierde oportunidad para saldar deudas con sus amigos y rendir cuentas a sus enemigos. Tampoco para intercambiar a unos con otros según le convenga.
Este miércoles, tras años dando alas a la teoría de la conspiración sobre los atentados yihadistas de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils —la que dice que estuvieron alentados por el CNI—, Villarejo ha matizado que los servicios secretos no estaban detrás de la masacre, pero sí al tanto de que se iba a producir. También dice que los documentos que lo demuestran nunca serán desclasificados.
"Nunca he dicho que el Estado provocó el atentado. Lo que digo es que pudo evitarlo", aseguró durante la comisión de investigación en el Congreso. Su teoría, como suele ocurrir en sus últimas declaraciones, termina siempre señalando a su némesis, el general Félix Sanz Roldán, que en aquella época estaba al frente del CNI.
La conspiración, que ha sido abrazada por el independentismo en los últimos años, dice que el cerebro de la trama (Abdelbaki Es Satty) era colaborador de los servicios secretos en el momento de los atentados. En realidad, el imán de Ripoll había sido informante del CNI mucho antes, previa su entrada en prisión por narcotráfico.
Villarejo sigue incidiendo en esta idea y dice, sin pruebas, que el CNI "no pudo evitar los atentados" pero sí que cometió "una imprudencia, una negligencia". También mantiene que dos años antes del incidente, en 2015, él mismo alertó de la radicalización de Es Satty —aunque nunca le dio su nombre— y que Sanz Roldán le ignoró.
"Es un demagogo, un advenedizo", acusó Villarejo, "sólo quiso darles un susto [a los independentistas] para demostrar que necesitaban a papá Estado". Siempre según su teoría, Sanz Roldán tenía "la manía" de crear "comandos virtuales" de terroristas controlados y detenidos, pero en el caso del 17-A "se le fueron de las manos".
Incluso aseguró que la explosión del chalet de Alcanar (Montsià), donde preparaban explosivos conocidos como madre de satán, se debió a que el propio Es Satty manipulaba un cinturón defectuoso. Es más, asegura que había comprado los materiales "con las ayudas sociales" que recibió y a través del "trapicheo de drogas".
Villarejo cree que todos los juicios, noticias y acusaciones que carga a sus espaldas se deben a que Inteligencia lleva años persiguiéndole por querer destapar al rey Emérito y denunciar que el dinero que el Estado pagaba por los secuestros se perdía. Siempre con Sanz Roldán al frente de las operaciones.
El comisario jubilado ha hecho estas afirmaciones una semana después de que Sanz Roldán negara radicalmente que los servicios de Inteligencia pudieran haber evitado esos atentados.
'El Estado contra mí'
Ninguna de las declaraciones del excomisario se pueden separar de la inminente presentación de su libro de memorias, El Estado contra mí, el cual fue desgajando entre pregunta y pregunta de la comisión de investigación. La promoción fue tal que incluso el abogado de Villarejo estuvo publicitando la biografía entre los periodistas y diputados, especialmente los independentistas que se nutren de sus teorías.
Ahora, tanto uno como otro dicen que será en este libro (ya sí que sí) en el que desvele la "conspiración general" del "Estado profundo" contra él; una conspiración que, asegura, es la que le impide publicar con Planeta y las demás editoriales.