Puigdemont alega que Sánchez incumple su pacto al no ir a verle a Waterloo: "No me aplica la amnistía política"
- El líder de Junts se jacta de estar obligando a Sánchez a presentar una "cuestión de confianza": "No podemos continuar así, hay que tomar decisiones".
- También valora la "prudencia" del PSOE al aplazar el debate pero avisa de que Junts podría llevar la "legislatura al colapso". "No es una amenaza", puntualiza.
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Nuevo aviso de Carles Puigdemont a Pedro Sánchez. El expresidente catalán se ha jactado este martes de que un "portazo" a la propuesta de Junts para que el presidente del Gobierno se someta a una cuestión de confianza —y medir su apoyo parlamentario un año después de la investidura— "habría tenido unas consecuencias irreversibles y habría llevado la legislatura al colapso".
Ese es el principal mensaje que ha lanzado el líder de los independentistas catalanes en una entrevista en TV3 desde Bruselas —"¿es normal que hagamos esta entrevista en Bruselas?", se ha preguntado—, horas después de que la Mesa del Congreso, donde el PSOE y Sumar tienen mayoría, aplazara dos meses debatir la iniciativa con el fin de ganar tiempo y que los de Puigdemont reformulen o incluso retiren el texto.
El segundo recado que ha dejado Puigdemont es el de la idea de "amnistía política", una promesa incluida, según él, en el pacto con el PSOE y que Sánchez está incumpliendo. Para Junts, habría que diferenciar entre la ley de la amnistía, es decir, la aplicación de la norma que depende de los tribunales, y el concepto de "amnistía política", cuyos responsables son los gobernantes políticos, en este caso Sánchez, quien debería normalizar a Puigdemont como actor político e ir a verle a Waterloo.
¿En qué consiste esa "amnistía política"? "Cuando Sánchez o Salvador Illa se resisten a venir a verme o a ponerme escolta, ¿esto de quién depende? ¿De un juez? No. Depende exclusivamente de la política, y no me están aplicando la amnistía política, me están tratando exactamente como me trata el Tribunal Supremo, como un presunto delincuente. Que no tenga escolta es un no reconocimiento de la ley de amnistía", ha resumido.
En cualquier caso, el dirigente de Junts ha puntualizado que no se trata en ningún momento de una "amenaza", si bien la entrevista, que ha durado cerca de una hora, ha estado cargada de advertencias políticas. Una detrás de otra. A continuación, algunas de esas no amenazas de Puigdemont:
"Si no hay cambios drásticos y palpables [por parte del Gobierno central] no podemos seguir así y tenemos que tomar decisiones ante nuestros electores".
"Yo lo que no quiero es amenazar (…). Ellos saben qué pasará si bloquean la propuesta (…). Lo que nos interesa es defender los intereses de Cataluña en Madrid. No tenemos amigos, tenemos intereses. Si no se respetan, tiene que haber consecuencias (...) ¿De aquí al 7 de enero tienen tiempo para restituir (la confianza)? Lo veo muy difícil, sinceramente, por tanto, la propuesta se tendrá que tramitar sí o sí. No tramitarla tiene unas consecuencias".
Cuestión de confianza
La iniciativa de los siete diputados de Junts para reclamar a Sánchez que se someta a una moción de confianza, como ocurre con todas las proposiciones no de ley, no es vinculante, pero sienta precedentes y dibuja cómo se divide el Parlamento en cada momento. En este caso, un debate de estas características tendría los mismos tintes que los de una moción de censura, aunque la votación carece de efectividad pero sí tiene consecuencias políticas y simbólicas.
Por eso el PSOE, a través de la Mesa, ha decidido posponerlo, porque debatirlo y votarlo en Pleno supondría una gran derrota parlamentaria.
A juicio de Puigdemont, los socialistas han actuado con "prudencia" al decidir no resolver aún la admisión o no a trámite del texto de Junts. "Han sido prudentes. Han tomado una decisión que deja todas la opciones abiertas pero llegará un día en el que tengan que decidir", ha dicho.
Por ahora, el líder de Junts entiende y acepta la "jugada táctica" del PSOE, pero ve "necesario" hacer examen de la investidura de Sánchez 365 días después porque en este momento "el balance no es satisfactorio".
No descarta elecciones
Preguntado por un adelanto electoral en España, Puigdemont ha admitido que es un escenario "que está" ahí, aunque no sabe "si es posible, porque los socialistas han demostrado una capacidad de resistencia en el poder muy grande".
En este sentido, ha dicho que el Gobierno de Sánchez sería capaz "de aguantar una legislatura sin presupuestos ni aprobar una sola ley, sólo por aguantar".
"Pero normalmente, en la situación en la que se encontraría, no habiendo ganado las elecciones, no teniendo presupuestos o no pudiendo aprobar ninguna de las medidas que darían sentido a un Gobierno, en democracia estas cosas se tienen que asumir. Y creo que no podría continuar un Gobierno, pero ya no depende de mí", ha admitido.