España no envía ninguna representación a la toma de posesión de Maduro: "No es un presidente legítimo"
- Exteriores recuerda que Albares fue el primero que deslegitimó la "limpieza y transparencia" de las presidenciales celebradas en el país caribeño el pasado julio.
- Más información: Edmundo se 'blinda' para su vuelta a Venezuela y viajará 'escoltado' por nueve expresidentes latinoamericanos
El Gobierno español no enviará a ningún representante a la toma de posesión de Nicolás Maduro el próximo viernes, según han confirmado fuentes oficiales de Exteriores a EL ESPAÑOL. "No es un presidente legítimo", han subrayado estas mismas fuentes.
En el Ministerio de José Manuel Albares se rechaza de plano el resultado electoral proclamado en Caracas. También se recuerda al régimen que hay líneas rojas, como la integridad física de los lideres opositores, como María Corina Machado, que ha convocado manifestaciones este jueves por todo el país, o el propio Edmundo González Urrutia, que ha anunciado su viaje a Caracas para tomar posesión, "legítimamente, según la voluntad expresada por los venezolanos el pasado 28 de julio".
González Urrutia inició hace unos días una gira internacional por varios países latinoamericanos y también por Estados Unidos, pretende también acudir a jurar su cargo como presidente venezolano, arriesgándose a ser detenido por el régimen de Maduro. Y desde Exteriores se recuerda que el ministro español fue el primero que deslegitimó la "limpieza y transparencia" de las últimas elecciones presidenciales celebradas en el país caribeño.
El Ejecutivo español tampoco envío ninguna representación cuando el líder chavista asumió su anterior mandato, el 10 de enero de 2019, momento en el que ya estaba Pedro Sánchez en Moncloa. Entonces, ni siquiera llegó a haber este simulacro de elecciones libres.
Esos comicios tuvieron lugar el domingo 28 de julio, en un ambiente enrarecido por las sospechas de pucherazo. Y a pesar de las precuaciones de la oposición democrática, guardando los originales del 80% de las actas de las mesas electorales, que daban una ventaja de más de 30 puntos porcentuales a Edmundo González, el Consejo Nacional Electoral (elegido por el régimen chavista) dio por ganador a Maduro.
Tras varias semanas de hostigamiento y amenazas por parte de la vicepresidenta Delcy Rodríguez y de su hermano, Jorge Rodríguez, actual presidente de una Asamblea Nacional inventada por el madurismo, usurpando las competencias de la constitucionalmente constituida, con mayoría reforzada de la oposición, González Urrutia pidió refugio en la Embajada española en Caracas para negociar su salida de Venezuela.
Finalmente, firmó un documento "bajo extorsión" que le permitió subirse a un avión de la Fuerza Aérea Española, enviado por Exteriores a Caracas el pasado 8 de septiembre. Exteriores no sólo facilitó su salida, con la mediación de José Luis Rodríguez Zapatero, sino que le concedió el estatuto de asilado político "para que ejerza su libertad política y pueda entrar y salir de España voluntad".
El mismo Albares se ha reunido en varias ocasiones con el líder opositor ya en Madrid, pero el Gobierno no lo ha reconocido oficialmente como ganador de las elecciones. Sí lo hicieron el Parlamento Europeo y tanto el Congreso de los Diputados como el Senado, a iniciativa del Partido Popular en todos los casos.
Desde Exteriores se ha criticado al PP constantemente en estos meses por "no trabajar por la unidad de los venezolanos, sino tratar de importar su división a España, como si fuésemos aquí también unos chavistas y los otros antichavistas". Según fuentes diplomáticas, la transición democrática en el país caribeño debe llegar pacíficamente y como consecuencia de una negociación.
Es cierto que el Gobierno de España tampoco reconoce la "legitimidad democrática" de la proclamación a la que se apresta Maduro este 10 de enero. Exteriores recuerda que tanto Naciones Unidas como el Centro Carter certificaron la validez de los cálculos anunciados por la oposición democrática, en referencia a una victoria de González Urrutia "por más de 30 puntos" sobre Nicolás Maduro.
España y la UE
Tampoco España reconoció la legitimidad de la victoria del heredero de Hugo Chávez en el anterior ciclo electoral. De hecho, Pedro Sánchez llegó a reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela.
Aunque el realismo de los hechos impulsó un cambio en la posición española. Desde Exteriores siempre se recuerda que es la oposición democrática venezolana la que insiste al Gobierno de España que mida las sanciones a la tiranía de Maduro y que, por ejemplo, no responda con una crisis diplomática a las provocaciones, las agresiones y la represión del régimen.
El pasado mes de septiembre, el propio Albares propuso en el Consejo de la Unión Europea nuevas sanciones al régimen venezolano, pero éstas no fueron aprobadas, ante la falta de unanimidad entre los Veintisiete. Fuentes europeas confirman que los Veintisiete ya han anticipado los escenarios que pueden abrirse en los próximos días, ante las manifestaciones de este jueves en todo el país, y ante una posible toma de posesión por duplicado, de Maduro y de González Urrutia.
A pesar de miedo europeo a "repetir un error como el de Guaidó", incluso se está estudiando una reacción común de la UE si la tiranía bolivariana cumple con su amenaza de arrestar a Edmundo González. Ya esta semana, el régimen ha "secuestrado" a su yerno en Caracas, mientras llevaba a sus hijos al colegio, según ha denunciado la oposición.
En todo caso, nueve expresidentes latinoamericanos y varios líderes opositores, como el exalcalde de Caracas Antonio Ledezma, viajan a Caracas acompañando a Edmundo González, a cuya cabeza ha puesto precio el régimen de Maduro. "Si viene, lo detendremos, y si esos expresidentes quieren su parte en ello, la tendrán", ha desafiado Diosdado Cabello, hombre fuerte del madurismo y actual ministro de Exteriores.
La oposición democrática venezolana, incluso sus líderes refugiados en España como Leopoldo López, ha criticado la "ambigüedad" del Gobierno Sánchez en los últimos años. Y sobre todo, la actitud "perniciosa" del expresidente Zapatero, a quien acusan de ser, a la vez, "el embajador de Maduro en España" y una influencia perjudicial en Sánchez para "la transición democrática que recupere la libertad" en Venezuela.