
Enrique Santiago, diputado de Sumar y líder del PCE, discute con Miguel Tellado y Cuca Gamarra (PP), a la salida del Congreso.
El PP tumba en un mismo día la protección al lobo y la Agencia de Salud en un pleno crispado por el Gobierno y sus socios
Las votaciones muestran que mientras Sánchez negocia en Bruselas el rearme de Europa, en el Congreso se constata que carece de apoyo político.
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Si para Pedro Sánchez este jueves se convirtió en el día más negro de esta legislatura en el Congreso, para el PP supuso una triple victoria en forma de distintas votaciones. Todo ello en un pleno crispado y caótico, con insultos, gritos y hasta golpes en los escaños, mientras el presidente negociaba en Bruselas el rearme de la Unión Europea.
En todas esas votaciones, con una derrota tras otra para el Gobierno, afloraron las divisiones internas del Ejecutivo y se evidenció la debilidad parlamentaria del PSOE, así como sus dificultades para sacar adelante iniciativas.
En una de las votaciones, y contra todo pronóstico, los de Alberto Núñez Feijóo unieron sus votos a los de Junts, socio habitual del Gobierno, para tumbar la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública, un organismo que debía gestionar y coordinar las crisis y amenazas de salud presentes y emergentes.
Fue un giro de guión inesperado porque en un principio el PP y los de Carles Puigdemont iban a votar a favor, pero a última hora cambiaron su voto.
¿El motivo? Para los populares, el discurso de la ministra de Sanidad, Mónica García, fue determinante, porque "su idea de agencia no es precisamente la nuestra". "Y ver al doctor Simón ya desde la tribuna tomando posesión al frente de la agencia, no lo compartimos", explican fuentes del PP.
Los independentistas catalanes votaron en contra en represalia por el "atropello" perpetrado por la Mesa del Congreso, donde la izquierda tiene mayoría, al permitir que este martes se votara una norma —la ley de desperdicio alimentario— sin incluir una enmienda del PP, incorporada en el Senado, relativa a una rebaja del IVA de los alimentos básicos.
Fuentes del Gobierno no ocultaban su malestar contra el partido de Carles Puigdemont y, resignados, aseguraban que tendrán que volver a enviar el proyecto de ley al Congreso y arrancar una nueva negociación con Junts.
Salir de la OTAN
En otra de las votaciones, PP, Vox, Junts y PNV sumaron sus escaños para rebajar la protección al lobo, lo que implica que se podrá volver a cazarlo al norte del río Duero.
Se trata de una polémica enmienda, que fue incorporada al texto de esa norma -aprobada hoy- en el trámite previo en el Senado para sacar al lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre), en el caso de las poblaciones de la zona norte del Duero.
La alianza entre las cuatro formaciones de derecha es un asunto especialmente sensible para el Gobierno, no sólo por el hecho de que se estén explorando continuamente mayorías alternativas a la de investidura, sino porque hay posiciones encontradas en el seno del Ejecutivo en torno al lobo y la ganadería y ese tipo de debates pueden hacer mucho daño a la izquierda.
Por último, el Gobierno se partió en dos en una iniciativa del BNG en la que se pedía que España saliera de la OTAN. La formación de Yolanda Díaz votó a favor de abandonar la Alianza Atlántica y en contra de incrementar el gasto en Defensa, tanto en España como en el conjunto de la Unión Europea. El PSOE, en cambio, votó justo lo contrario: permanencia y aumentar el gasto militar, en línea con lo que está defendiendo Pedro Sánchez.
En contra de la posición del Gobierno votaron también los otros partidos de la izquierda, es decir, ERC, Bildu, BNG y Podemos.
Estas votaciones no tienen efecto práctico, pero sí político porque muestran que mientras el presidente del Gobierno está negociando en Bruselas sobre el rearme de Europa, en el Congreso se constata que carece de apoyo político para seguir adelante.
Por eso, Sánchez ha decidido no someter a votación las decisiones vinculadas a ese aumento de gasto militar. Negocia sin tener detrás respaldo político.