Bárcenas pretende que el tribunal crea que fue un lince en los negocios
Insiste en que todo su dinero en Suiza es ajeno al PP y se niega a hablar de la 'caja b' del partido y de Rajoy.
18 enero, 2017 02:56Noticias relacionadas
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El extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas desplegó este martes toda su artillería para hacer creer al tribunal que le juzga que todo su patrimonio oculto en Suiza durante años no es producto de la corrupción política sino fruto de su buena mano en los negocios. Durante décadas fue gerente del PP y en los últimos años llegó a la tesorería del partido en sustitución de Álvaro Lapuerta. Sin embargo, esto no le quitó tiempo para dedicarse a sus negocios.
Unos negocios que, según él, le granjearon grandes éxitos. Llegó a ganar en una sola operación siete millones de euros con la venta de una acciones de Endesa en el año 2007. ¿Pudo ser fruto de información privilegiada, tal y como insinuó la fiscal? Pues no, según Bárcenas. "Era información pública, uno aplica el sentido común, ve el valor de la compañía. Y la insistencia que había en el mercado era que era una empresa 'opable' con el interés de muchísimas compañías. Vi una buena posibilidad y gané”, aseguró.
La fiscal, que le pide 42 años y medio de cárcel, no se cree esta versión. Bárcenas llegó a ingresar hasta ocho millones de euros en sus cuentas suizas pero las explicaciones del extesorero, sin base documental, no convencieron a la Fiscalía Anticorrupción. El acusado aseguró que una parte de esos ingresos en efectivo en sus cuentas helvéticas las hicieron realmente unos inversores uruguayos. No les conocía, pero quedaba previamente con ellos en Ginebra, tomaban un café y les acompañaba al banco para que hicieran esos ingresos.
Nada del PP
El dinero que escondió en Suiza no venía de la corrupción ni de la 'caja b' del PP, ni el partido tenía nada que ver. Según relató, sus múltiples negocios le funcionaron y le hicieron ganar más de 8 de euros entre 2003 y 2008: más de 600.000 euros en un negocio inmobiliario en Argetina; casi 930.000 con su socio Francisco Yáñez —ya fallecido— con un aserradero en Costa Rica; 942.840 euros del grupo uruguayo Centenary; y desde el grupo Serena Digital, 50.000 euros.
La venta de obras de arte, realizadas con la ayuda de su amigo y antecesor en la tesorería del PP, Rosendo Naseiro, le reportaron 1,84 millones de euros. También ingresó una devolución de 174.000 euros de un préstamo de Luis Fraga, sobrino del fundador del PP, Manuel Fraga (fallecido).
De todo esto no tiene ningún documento. “Terminé el pasado domingo de recabar toda la información”, explicó a la fiscal, que se mostró incrédula ante estos nuevos datos.
“La primera vez que me preguntan sobre esto, en 2013, estaba preparando una documentación exhaustiva, con una tabla para cuadrar las cantidades. Eso se interrumpe cuando me envían a prisión. Le digo al juez Ruz que la documentación la tengo pero la aportaría cuando lo tuviese todo. Tras la libertad me puse a trabajar sobre ella y lo terminé de hacer el pasado domingo”, indicó.
“¿Y puede usted mostrar algún documento que avale esto, aunque lo haya aportado sorpresivamente?”, espetó la fiscal, ante las risas de los abogados y el resto de acusados de la sala. Según se justificó, la causa lleva abierta nueve años y en ese tiempo se han muerto varias personas, algunas de ellas que podían acreditar su versión, y ha ido tirando documentos que confiaba que los bancos tendrían guardados y que resulta que ya no los tienen.
Bárcenas ha querido demostrar que ante todo es un hombre con mucho olfato para los negocios y muy versátil, con visión para diversos tipos de negocios. Todo lo que iba ganando y guardado en el extranjero era su "fondo de inversiones" particular. Todo se truncó cuando Suiza decide "incumplir el secreto bancario" e informar a la Justicia española de todo su emporio.