Diez palabras en una grabación de la UCO bastan para explicar una estrategia mediática con repercusiones en la política española al menos desde 2015. “El sándwich al PSOE con la Sexta funciona de cine”, le dice Mauricio Casals, hombre fuerte de Atresmedia, a Edmundo Rodríguez Sobrino, consejero delegado de La Razón, en prisión por sus actividades como presidente de Inassa, la filial del Canal de Isabel II en Latinoamérica.
Tanto la literalidad de su expresión como el contexto en que se produce implican una confesión de lo que una y otra vez se ha denunciado desde distintas posiciones políticas: que La Sexta, a través de sus programas de actualidad y debate, viene potenciando a Podemos para hacer “un sándwich al PSOE” -y a Ciudadanos- en beneficio del PP.
Casals, presidente de La Razón y adjunto al presidente de Atresmedia, hace esta reflexión a Rodríguez Sobrino para explicarle que “por ahí no vas a obtener denuncias”, cuando este le dice que “no estaría de más que se sepa por ahí que Planeta puede verse favorecido con una universidad privada”.
La conversación, interceptada por la Guardia Civil y a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, se produce en el contexto de la ofensiva de La Razón contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, para proteger a Rodríguez Sobrino de las investigaciones sobre el Canal de Isabel II que han terminado enviándole a prisión.
Tanto Casals como el director del periódico, Francisco Marhuenda, estuvieron investigados por coacciones, obstrucción a la Justicia y organización criminal, pero finalmente tanto la Fiscalía Anticorrupción como el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco tuvieron que archivar su investigación porque la presunta víctima, Cristina Cifuentes, negó tales coacciones a pesar de las grabaciones.
Edmundo y Casals vs. Creuheras
La grabación pone de relieve la disparidad de intereses entre los dos principales accionistas de La Razón, Planeta y el propio Rodríguez Sobrino –representante del empresario mejicano José Ramiro Garza Cantú-, y el papel de Mauricio Casals como puente entre ambos.
La conversación se produce el pasado 26 de octubre cuando Edmundo Rodríguez Sobrino llama a Casals para contarle que “en el consejo, Creuheras (presidente de Planeta y Atresmedia) dijo que había que tratar bien a la Señora (Cristina Cifuentes) porque van a dar dos universidades y ellos quieren aspirar a una, y para ellos es muy importante la operación”.
Rodríguez Sobrino se refiere al proceso puesto en marcha por la Comunidad de Madrid y añade, refiriéndose a Creuheras: “¡Qué hijo de puta es!”. Casals parece darle la razón y repite varias veces: “Acojonante, sí, sí, acojonante, sí, sí, acojonante”.
“Me han estado tomando el pelo vulgarmente”, se queja Rodríguez Sobrino al explicar la resistencia de Planeta a proseguir con la presión de La Razón contra Cifuentes y a sumar a ella al resto de Atresmedia, tal y como le había prometido Casals.
Tratando de contener su enfado, Casals le dice que “el objetivo es parar la judicialización”, y le aconseja mantener un perfil bajo: “Lo mejor es hacerse siempre el boludo”. Casals tranquiliza a Rodríguez Sobrino y le dice que, aunque “desde el periódico es evidente que no nos han dejado hacer lo que pensábamos” -en relación a la ofensiva contra Cifuentes-, no debe de preocuparse porque “me voy a dejar los cojones para defenderte” y que utilizará la estrategia del “boca-oreja”. “Somos más peligrosos en el boca-oreja nosotros que no en el periódico”.
"Que se sepa que Planeta pude verse favorecido"
Es entonces cuando Rodríguez Sobrino suelta la propuesta de que “no estaría de más que se sepa por ahí que Planeta pueda verse favorecido con una universidad privada”. Y añade: “Porque, macho, ya les han dado bastantes cosas, ¿no?”, refiriéndose sin duda a las concesiones de radio y televisión del grupo Atresmedia.
En la réplica a esa propuesta es en la que Casals admite la operación política puesta en marcha a través de La Sexta: “Lo que pasa es que es una trenza complicada porque el sándwich al PSOE con La Sexta funciona de cine y por ahí no vas a obtener denuncias”.
Aunque Casals no lo especifica, todo sugiere que se refiere a que Podemos no se haría eco de ninguna denuncia que afectara a los propietarios de la cadena que le sirve de principal plataforma mediática. También cabría la interpretación de que la debilidad del PSOE, acentuada por el “sándwich” al que le somete La Sexta, lo neutraliza como ariete de denuncia. La fusión entre Antena 3 y la Sexta que dio pie a la creación del grupo Atresmedia fue autorizada por el Gobierno de Rajoy en contra del dictamen de la Comisión Nacional de la Competencia.
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