La jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, que ha ampliado la investigación por sedición sobre el exmayor de los Mossos d'esquadra, Josep Lluis Trapero, por los hechos ocurridos bajo su responsabilidad durante el referéndum del 1 de octubre, pone el foco ahora en otros mandos del Cuerpo catalán.
La titular del juzgado central de instrucción número 3 ha solicitado a la Policía Judicial de la Guardia Civil que "identifique y comunique a este Juzgado la identidad de los agentes de los Mossos d'Esquadra que realizaron actuaciones de vigilancia sobre cuarteles de la Guardia Civil y comisarías de la Policía Nacional o sobre efectivos de dichos cuerpos el día 1 de octubre".
En un auto emitido este lunes, la jueza habla de la "inactividad" de los Mossos desde el día 20 de septiembre hasta la celebración del referéndum enmascarada bajo los principios de "actuación de proporcionalidad, congruencia y oportunidad".
Según Lamela, con la finalidad de permitir el plan estratégico que perseguía la independencia, la cúpula de los Mossos, comandada por Trapero y en conexión directa con los miembros del comité estratégico, diseñó un plan premeditado para evitar actuar.
"Capacidad investigadora e intimidatoria"
Lamela sitúa a la policía catalana como una pieza "esencial" dentro del plan de los separatistas por la "capacidad investigadora e intimidatoria del cuerpo integrado por más de 17.000 efectivos armados, con el potencial efecto coercitivo que los mismos representan".
En este sentido, y tras la doble imputación de Trapero -que tendrá que volver a declarar el próximo viernes por los hechos relativos al 1 de octubre- la jueza abre el foco de investigación ahora a quienes cumplieron sus órdenes: los mandos intermedios que hicieron labores de contravigilancia la jornada del referéndum y los días previos, a quienes pide identificar.
Como destaca la jueza, los políticos que diseñaron el plan separatista barajaron "el papel que debían desempeñar los Mossos en el Estado independiente, planteándose incluso la posibilidad de conferirles funciones de seguridad externa y/o interna".
Como ya declaró ante la jueza Diego Pérez de los Cobos, el coordinador de los todos los cuerpos policiales que actuaron el 1-O, los Mossos recopilaron información acerca de dónde se dirigía la Guardia Civil a lo largo del día. Una información que trasladaron a los manifestantes en los colegios electorales para alertarles de sus pasos.
Lamela considera probados estos hechos y destaca que la policía autonómica "también fue utilizada para controlar las acciones de la Guardia Civil y la Policía Nacional el día 1 de octubre, lo que debían comunicar a sus superiores". Una comunicación que, según la instructora, tenía carácter prioritario debiendo el resto de equipos dejar la red libre ante estas órdenes.