Dolores Delgado, ministra de Justicia hasta hace 38 días, ha manifestado esta tarde ante la Comisión de Justicia del Congreso que los fiscales "debemos ser autónomos frente al Poder Ejecutivo".
Delgado, que está compareciendo en la Cámara para que las fuerzas parlamentarias evalúen su idoneidad para el cargo de fiscal general, ha considerado que su pertenencia al Ejecutivo hasta fechas recientes "no debería producir desasosiego".
"Si se parte del concepto de servicio público, el hecho de haber sido ministra no debe entenderse como una debilidad sino como una fortaleza", ha dicho Delgado, cuya designación como responsable del Ministerio Público es vista en sectores profesionales y políticos con desconfianza desde el punto de vista del principio de imparcialidad que debe regir la actuación de la Fiscalía.
Delgado se ha puesto el traje de "fiscal de trinchera", como se ha autodefinido, y ha obviado su puesto número 5 en la lista electoral encabezada por Pedro Sánchez, su activa participación en las campañas electorales de Ferraz o su beligerancia política frente a la oposición. Ni siquiera ha mencionado su desempeño como exdiputada socialista hasta el pasado enero.
Según ha dicho al glosar su trayectoria profesional, "he actuado siempre guiada por la defensa de la legalidad" y por su vocación de "compromiso con el servicio público". "Mal se puede pensar que una servidora pública con alma de fiscal puede traicionar sus convicciones mantenidas durante 30 años".
El cargo de ministra le ha proporcionado "un profundo y mejor conocimiento de la Justicia" y no hay motivo para la sospecha porque "el sistema preserva la autonomía, imparcialidad e independencia del Ministerio Fiscal".
"Poner bajo sospecha permanente a la Fiscalía es injusto para quienes todos los días acuden a sus puestos de trabajo para defender la legalidad y el interés publico y social", ha dicho.
Según ha manifestado, el principio de jerarquía del Ministerio Fiscal "no es un mando robótico". "Mi concepción pasa por considerar a los fiscales como los grandes profesionales que son. Debemos ser autónomos frente al Poder Ejecutivo y responsables ante la sociedad y nuestra propia jerarquía interna", ha señalado.
"Democratización" del acceso
Delgado ha presentado un programa de trabajo uno de cuyos aspectos es la "democratización del sistema de acceso a la carrera judicial y fiscal".
Según ha dicho, "la oposición es un método de selección objetivo pero es necesario introducir variaciones en el sistema de acceso. Es absolutamente necesario remover aquellos obstáculos que impiden que todos, con independencia de su nivel económico o del lugar donde residan, puedan prepararse para el acceso en igualdad de condiciones e idénticas oportunidades".
Delgado ha hablado del establecimiento de un "sistema público de becas", de "incorporar [en las pruebas de acceso] habilidades no exclusivamente memorísticas e idiomas extranjeros" y de "unificar la formación de fiscales y jueces en prácticas.
Nada de ello fue desarrollado durante su etapa como ministra de Justicia -no fue ni siquiera planteado-, como tampoco fue suprimido el artículo 324 de la ley procesal penal, eliminación a la que ha instado a las fuerzas políticas para impedir que se sigan generando espacios de impunidad.