Jorge Fernández y su abogado, a su llegada a la Audiencia Nacional el pasado día 13./

Jorge Fernández y su abogado, a su llegada a la Audiencia Nacional el pasado día 13./ Eduardo Parra / EP

Tribunales

El exministro Fernández entregará al juez un móvil antiguo para que se vea si hay mensajes de Kitchen

El exresponsable Interior considera "sorprendente" que no se reclame a su exnúmero dos el teléfono que usaba en 2013, cuando se espió a Bárcenas

17 noviembre, 2020 02:23

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El exministro del Interior Jorge Fernández ha anunciado en un escrito presentado este lunes al juez García-Castellón que entregará el teléfono móvil anterior el que utiliza en la actualidad con la finalidad de que se compruebe si hay rastro de los mensajes que su exnúmero dos, Francisco Martínez, dice haber intercambiado con él sobre la llamada operación Kitchen.

Fernández niega haber recibido o enviado mensajes que, según el exsecretario de Estado de Seguridad, pondrían de manifiesto que el exresponsable de Interior conocía el operativo policial montado en 2013 para llevar a cabo un presunto espionaje ilegal a Luis Bárcenas, extesorero del PP, y sustraerle documentos sobre la financiación del partido que podían ser comprometedores.

Esos mensajes fueron protocolizados por Martínez en dos actas notariales extendidas en junio y octubre de 2019, pero la defensa de Jorge Fernández, que ejerce el letrado Jesús Mandri, ha aportado un informe pericial que concluye que existe "una amplia posibilidad de manipulación" de los mensajes.

Además, "en ninguna de las actas se puede visualizar que el número de procedencia de los mensajes sea el de Jorge Fernández Díaz", subraya el perito.

En todo caso, Fernández entregará a requerimiento del juez el dispositivo que utilizaba hasta el pasado abril, cuando se le estropeó y lo cambió por el actual. Aclara, no obstante, que no es el que usaba en 2013, del que "no dispone", según el escrito dirigido a la Audiencia Nacional.

El extitular de Interior no deja de manifestar su "asombro y perplejidad" ante el hecho de que al exsecretario de Estado, que es el que sostiene la existencia de los mensajes, "no se le haya requerido para que aporte el terminal de telefonía que utilizaba en 2013 a fin de acreditar la realidad de tales comunicaciones", mientras que a Jorge Fernández se le reclama "de modo persistente".

El pasado 30 de octubre el exministro aceptó el examen de su móvil actual para que se comprobara que no tiene ningún mensaje de Martínez y que no escribe "k" en vez de "qu", lo que se verificó por el letrado de la Administración de Justicia seleccionando al azar varios chats.

Esto es relevante porque en uno de los whatsapp protocolizados por el antiguo número dos de Interior se transcribe un supuesto mensaje del exministro en estos términos: "Yo lo tendré al acabar el Consejo, así hemos kedado. Total coordinación y medios. Hay que conseguir esa info...".

Carga de la prueba

"Se está produciendo una suerte de inversión de la carga de la prueba, exigiéndose a Fernández Díaz que sea él quien pruebe que no envió los mensajes", se queja la defensa, que sostiene -a tenor el informe pericial- que las actas notariales "se otorgaron en circunstancias cuando menos extrañas e irregulares".

El escrito alude al descubrimiento por los investigadores policiales de un chat de Whatsapp en el teléfono intervenido a Francisco Martínez el pasado 13 de marzo y en el que intercambia mensajes con uno de los notarios a los que había acudido en 2019 para protocolizar las supuestas conversaciones con Jorge Fernández.

Un informe policial recoge mensajes cruzados entre Martínez y el notario el 11 de marzo de 2020, dos días después de que García-Castellón solicitara al Consejo General del Notariado las actas protocolizadas por el exnúmero dos de Interior.

Fuentes próximas al notario han explicado que él y Francisco Martínez son amigos desde hace muchos años e intercambian mensajes con habitualidad. Ello, añadieron, no afecta en absoluto a la intangibilidad del acta, que fue protocolizada en 2019 y se limita a dar fe de los mensajes de móvil que el exsecretario de Estado quiso exhibir, sin determinar su procedencia.