El tribunal de Villarejo no ha encontrado 5 días en los próximos 8 meses para poder juzgarle a tiempo

El comisario jubilado José Manuel Villarejo ha recuperado este miércoles la libertad por decisión del juez que instruye el caso Tándem, el macroproceso que tiene en jaque a partidos políticos como Unidas Podemos y PP, a exresponsables gubernamentales, a bancos y empresas del Ibex y hasta la propia fiscal general, Dolores Delgado, una de las personas grabadas por el poderoso agente de las cloacas.

Ha sido la Fiscalía Anticorrupción la que ha pedido al juez García-Castellón la libertad del policía al que investiga desde 2017 y contra el que pide un siglo de cárcel en las tres piezas del macroproceso ya terminadas y preparadas para ir a juicio: Iron, Land y Pintor. Son tres de los encargos de espionaje con medios ilícitos e incompatibles con su condición policial que, a cambio del pago de relevantes cantidades, presuntamente efectuó Villarejo para que sus clientes tuvieran posiciones ventajosas frente a sus oponentes.

La petición de los fiscales se producía a las 24 horas de conocer una resolución en la que la Sección Penal Cuarta, con duros reproches a Anticorrupción, ratificaba su decisión del pasado 10 de febrero de decretar la libertad provisional de Villarejo en las tres piezas mencionadas. La Fiscalía ha preferido no agotar todo el tiempo posible de prisión preventiva -cuatro años, que vencían el próximo 3 de noviembre- para poder solicitar su reingreso en la cárcel en el supuesto de que el excomisario decida huir u opte por no comparecer a juicio.

Tanto los fiscales como García-Castellón coinciden en que, además del riesgo de fuga, de reiteración delictiva y de destrucción de pruebas, la prisión provisional de Villarejo tenía la finalidad "esencial" de asegurar su presencia en el juicio de las primeras piezas del caso Tándem.

Pero ese objetivo se ha visto frustrado por otra decisión que distintas fuentes de la Audiencia Nacional consideran "incomprensible": la Sección Penal Cuarta, presidida por Ángela Murillo, ha retrasado hasta los días 13, 14, 15, 16 y 17 del próximo diciembre el juicio de las piezas Iron, Land y Pintor. En otras palabras, el tribunal ha señalado la vista oral para una fecha que superaba sobradamente el plazo máximo de prisión preventiva: a Villarejo habría que haberlo puesto en libertad, en todo caso y como muy tarde, el 3 de noviembre anterior.

"¿No han encontrado cinco días en los próximos ocho meses para poder juzgar tres piezas en las que, además, hay conformidades de varios acusados?", se preguntaban este miércoles, incrédulas, las fuentes de la Audiencia Nacional consultadas, aludiendo al hecho de que los acuerdos entre las defensas y la Fiscalía agilizan notablemente las vistas.

En realidad, son diez los meses en los que la Sección Penal Cuarta no ha podido hallar un hueco para juzgar a tiempo a Villarejo, ya que las piezas fueron elevadas a la Sala a finales del año pasado.

A partir de ahí, no fue hasta el 10 de febrero cuando el tribunal tomó otra decisión controvertida: acumuló las tres piezas para juzgarlas juntas, conformando un banquillo de 26 acusados. "Nada obligaba a acumular. Podían haber señalado una de las piezas y llevarla a juicio con un banquillo más reducido, con menos días de vista y sin necesidad de tener que disponer de una sala grande", dicen fuentes de la Fiscalía.

Estas fuentes rebaten el reproche de la Sala sobre una cierta incoherencia del Ministerio Público, que impugnó la libertad de Villarejo argumentando que las piezas de Tándem ya preparadas para el enjuiciamiento "reflejan una especial intensidad criminal" cuando en ninguna de ellas se acusa por organización criminal, "lo que [el fiscal] pudo haber hecho en buena lógica", según la Sección.

"La imputación del delito de organización criminal está en la pieza principal [aún no concluida]", explican fuentes de la Fiscalía. El Ministerio Público no considera, por ello, correcto trasladar esa acusación a cada una de las piezas del caso Tándem, estructuradas para agilizar la investigación y la tramitación procesal. "Es verdad que se corre el riesgo de perder la visión de conjunto de la trama delictiva, pero las piezas separadas es la única forma de avanzar", sostienen. El avance de Tándem tendrá que enfrentarse ahora a lo que depare la nueva situación del principal encausado, con toda su capacidad de acción, en libertad.