Consuelo Madrigal, ex fiscal general, ficha por la Asociación de Fiscales: "La situación merece ayudar"

Madrigal anunció por sorpresa su integración en la Asociación de Fiscales durante el congreso celebrado el viernes y sábado pasado en Zaragoza, en el que ella y los otros tres fiscales de Sala encargados de la causa del 'procés' -Javier Zaragoza, Jaime Moreno y Fidel Cadena- recibieron el Premio Carmen Tagle y Luis Portero.

Este galardón, instituido por la AF en honor a los dos fiscales asesinados por ETA, les fue concedido “por su encomiable labor en defensa de la legalidad y del Estado de Derecho". También lo recibieron los fiscales de Vigilancia Penitenciaria de Cataluña y, a título póstumo, la fiscal antidroga Cristina Toro. Ni Dolores Delgado ni la ministra de Justicia, Pilar Llop, asistieron a la ceremonia, a la que habían sido invitadas.

Durante su intervención en agradecimiento al premio, Madrigal comunicó su intención de unirse a la Asociación de Fiscales. Aunque lo llevaba meditando hace tiempo, fueron las conclusiones aprobadas por el congreso las que la llevaron a hacerlo en este momento. Una de las conclusiones, aprobada por unanimidad, pide la "inmediata dimisión" de Dolores Delgado como fiscal general "por carecer de idoneidad por su directa procedencia de la política y por sus conflictos de intereses".

Madrigal considera que "la situación en la que se encuentra la Fiscalía merece colaborar, especialmente por los fiscales más jóvenes y por la dignidad y el futuro de una institución a la que pretende darse la investigación de los delitos", ha manifestado la exfiscal general a EL ESPAÑOL.

Conflictos de interés

Durante el congreso de la AF hubo una crítica generalizada a la actuación de Delgado, "condicionada por conflictos de intereses tanto por su procedencia de la política como por sus relaciones personales y sus contactos con personajes como el excomisario Villarejo", implicado en un macroproceso en el que el despacho de la pareja de Delgado, Baltasar Garzón, actúa como defensor, señalan fuentes de la asociación.

Madrigal comparte que Delgado debería abstenerse de intervenir "tanto directamente como indirectamente a través del jefe de la secretaría técnica, Álvaro García" en todos los asuntos relacionados con el Gobierno o con los partidos, así como en todos aquellos casos en los que se manifiestan conflictos de intereses.

En el congreso también se puso de manifiesto el "desprestigio institucional ocasionado por la actuación de Delgado y García en el caso Stampa", en referencia a la denuncia del exfiscal anticorrupción Ignacio Stampa sobre las actuaciones llevadas a cabo por Álvaro García que determinaron su salida de la Fiscalía Anticorrupción y de la investigación a Villarejo.

La fiscal general se ha negado a facilitar a los vocales de la AF en el Consejo Fiscal información relativa a si el bufete de Garzón ha ejercido o ejerce la defensa de algunos de los investigados en el caso Tándem-Villarejo, las diligencias de investigación abiertas a Stampa (que fueron archivas cuatro meses después de que se resolviera el concurso de vacantes para Anticorrupción en el que participó) y si se han abierto expedientes disciplinarios contra él.

"Agencia de colocación de la UPF"

Hubo, asimismo, una manifiesta irritación por la política de nombramientos, que ha llevado a la AF a recurrir promociones como la de Eduardo Esteban, exdirigente de la Unión Progresista de Fiscales, minoritaria en la carrera pero privilegiada por la fiscal general en los ascensos a la primera categoría.

"Delgado no sólo coloca a sus amigos, como Álvaro García y Diego Villafañe, sino también a sus mujeres. Esto no se ha visto nunca", indican fuentes de la Asociación de Fiscales.

Se refieren al nombramiento de Pilar Fernández, esposa de Álvaro García, como fiscal adscrita a la fiscal de Sala de Violencia de Género, Teresa Peramato, también de la UPF, y a la designación Olalla Vázquez, esposa de Villafañe, para la Inspección Fiscal. A este puesto concurrieron 16 peticionarios pero Delgado ha designado a Vázquez, 1.000 puestos más moderna en el escalafón que otros candidatos, en un cuerpo de 2.700 profesionales.