Condenado un joven por reventar con una piedra de 10 kilos la luna de un coche de la Guardia Civil
Ocurrió durante las fiestas patronales de la localidad de Chia (Huesca). El joven que lanzó la piedra pagará una multa y la reparación del coche.
26 septiembre, 2023 10:20El Juzgado de lo Penal número 1 de Huesca ha condenado a un joven por reventar con una piedra de 10 kilos la luna de un coche de la Guardia Civil.
La sentencia, fechada el pasado 18 de septiembre y a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, le considera autor de un delito leve de daños y le impone una multa de 50 días con una cuota diaria de 8 euros (400 euros). Además, en concepto de responsabilidad civil, deberá pagar los 432,82 euros que costó la reparación del vehículo.
Junto a él ha sido condenado otro joven, amigo del anterior, por un delito de resistencia a la autoridad. Ambos estaban juntos cuando sucedieron los hechos y, según detalla la resolución, este último forcejeó con los guardias civiles que les localizaron y detuvieron. La Justicia le impone una sanción de seis meses con una cuota diaria de 10 euros (1800 euros).
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Sin embargo, ha sido absuelto del delito de daños del que también se le acusaba, ya que no está demostrado que él tirase la piedra contra el coche y sí está indiciariamente probado que lo hizo el primero.
Según narra la sentencia, a las 03.50 de la madrugada del día 29 de mayo de 2022, durante las fiestas patronales de la localidad de Chía (Huesca), el primero de los jóvenes, "con ánimo de menoscabar bienes públicos", lanzó una piedra "de grandes dimensiones (26 centímetros x 15 cm x 15 cm) y de un peso aproximado de 10 kilogramos" contra la luna de un vehículo oficial de la Guardia Civil.
El todoterreno estaba aparcado frente al Ayuntamiento, en la Plaza Mayor de la localidad.
No obstante, el juez reconoce que, pese a que ambos jóvenes estaban juntos en ese momento, "no está acreditado que actuaron conjuntamente y de común acuerdo".
"Tras un periodo de búsqueda, en la que participaron parte de los vecinos del pueblo, se localizó una furgoneta estacionada en la parte trasera de la iglesia", detalla la resolución. Ambos acusados fueron identificados inmediatamente por un vecino, que declaró que se había levantado de madrugada beber agua y fue entonces cuando escuchó el "estruendo" causado por los destrozos y vio a los jóvenes en la plaza, que estaba vacía.
Una vez los dos acusados fueron localizados en la furgoneta, la Guardia Civil comunicó al primero de ellos, que responde a las siglas de F. J. M. A., que estaba detenido por un delito de daños.
El segundo, J. A. G. M., tardó en salir de la furgoneta, "haciendo caso omiso a los requerimientos del agente de la Guardia Civil y una vez que lo hizo, se negó a identificarse, y obstaculizo la labor policial, haciendo aspavientos con las manos, dando manotazos, alguno de los cuales alcanzaron al referido agente; e intentando marcharse y quitarse de encima al agente que intentaba proceder a su detención".
"En ese ínterin, a la vez que intentaba zafarse del agente, con un deambular poco estable, se golpeó la cabeza con la puerta del vehículo policial", señala la sentencia.
Jorge Piedrafita, el abogado de la acusación particular como parte de los servicios jurídicos de Independientes de la Guardia Civil (IGC), considera que la condena impuesta "es insuficiente en base a los hechos probados".
Por ello, según traslada a EL ESPAÑOL, se plantea interponer un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Huesca "para incrementar la condena, tanto en su extensión como en la inclusión del delito de atentado, y que tenga un verdadero efecto disuasivo".