Rubiales pide que sus hijas declaren en el juicio por el beso a Jenni Hermoso, al que califica de "no sexual"
En su escrito de defensa, incide en el que beso fue consentido y recuerda que la deportista, poco después, quita hierro al asunto en una entrevista.
28 mayo, 2024 10:52El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, ha solicitado que sus dos hijas declaren como testigos en el juicio sobre el beso en la boca que dio a la futbolista Jenni Hermoso.
Los hechos ocurrieron el pasado 20 de agosto, durante la entrega de medallas de la final del Mundial femenino, disputada en Sídney (Australia). La Fiscalía de la Audiencia Nacional, que presentó la querella que desencadenó este procedimiento judicial, acusa al granadino de los delitos de agresión sexual y de coacciones y pide para él una pena total de dos años y medio de prisión.
Rubiales será juzgado próximamente por este suceso. Y EL ESPAÑOL ha tenido acceso a su escrito de defensa, en el que incide en el que el beso no tuvo un carácter sexual ni un ánimo "libidinoso".
"Las señoras [nombres omitidos] son las hijas de Luis Rubiales. Estuvieron ambas en la final del Mundial Femenino de Fútbol en Sídney y viajaron de vuelta en el avión a España junto a las jugadoras, sus familiares y amigos y los miembros de la RFEF, pudiendo aportar elementos valorativos al Juzgado de lo Penal [que juzgará a Rubiales] sobre los hechos de autos (...) y lo que ocurrió en el vuelo de vuelta a España", expone dicho documento.
Luis Rubiales narra en su escrito de defensa que durante la entrega de medallas conversó brevemente con Hermoso y la felicitó por el triunfo. "Ambos abrieron los brazos, abrazándose afectuosamente, diciéndole la señora Hermoso al señor Rubiales: 'La que hemos liado', a lo que contestó el señor Rubiales: 'Este Mundial lo hemos ganado gracias a ti'", explica su abogada, Olga Tubau.
[La Fiscalía pide dos años y medio de cárcel para Rubiales por besar a Jenni Hermoso y coaccionarla]
A renglón seguido, el escrito de defensa destaca que Rubiales quiso "manifestar con esas palabras [a Hermoso] que era una jugadora de gran valía", ya que días atrás había fallado un penalti, lo que le afectó en el ánimo. Recuerda también que la deportista coge con los brazos al por entonces máximo responsable de la RFEF y "le alza del suelo".
"Cuando este volvió a tener los pies sobre la tarima, mientras seguían abrazados él y Jennifer Hermoso se dieron mutuamente un beso en las mejillas, y cuando separaron sus cabezas, el señor Rubiales puso sus manos sobre las mejillas de Hermoso y le preguntó: '¿Te puedo dar un besito?', contestando la señora Hermoso: 'Vale'", relata el escrito de defensa, de 13 páginas.
El relato de la defensa de Rubiales incide también en que, tras el beso, la jugadora, "lejos de realizar algún gesto que revelara rechazo, incomodidad o contrariedad", dio dos palmadas en el costado a quien era entonces presidente de la Federación y se alejó sonriendo.
"El beso que dio el señor Rubiales a la señora Hermoso, con su consentimiento, fue una manifestación de euforia, de máxima alegría y satisfacción por el extraordinario triunfo deportivo de la Selección Femenina al ganar la Copa Mundial de Fútbol Femenina. No hubo en la conducta del señor Rubiales ningún ánimo sexual o libidinoso".
"¿Un besito?"
Tal y como avanzó EL ESPAÑOL, dos peritos —ambos, personas sordas lectores de labios— declararon ante el juez de la Audiencia Nacional que investigó estos hechos y confirmaron que Rubiales preguntó a Hermoso por dicho "besito".
El escrito de defensa del granadino también incide en que la deportista concedió una entrevista a la Cadena COPE al finalizar la entrega de medallas. Allí, quitó hierro al beso y pronosticó que se quedaría en una "anécdota" sin importancia. "Segurísimo que no va a ir a más", señaló.
La defensa de Luis Rubiales relata que, "a la vista del tratamiento informativo que a nivel nacional e internacional suscitó el beso", responsables de los gabinetes de Presidencia y Comunicación de la RFEF plantearon que el directivo y la jugadora emitieran un comunicado conjunto. Ella, finalmente, lo rechaza.
No obstante, en contra de la versión de la Fiscalía, Rubiales recalca que nunca "pidió ni ordenó" al resto de los investigados en esta causa que mediasen con la futbolista ni con miembros de su familia para hacerle cambiar de opinión. ¿Quiénes son el resto de imputados? Jorge Vilda (entonces seleccionador femenino y hoy seleccionador de Marruecos), Rubén Rivera (responsable en aquellos días de Marketing de la RFEF) y Albert Luque (director deportivo de la Federación aquel verano). A cada uno de ellos, la Fiscalía les acusa de un delito de coacciones.
Más testigos
Además de las dos hijas de Rubiales, su defensa pide al Juzgado de lo Penal que comparezcan como testigos en el juicio otras personas vinculadas a la RFEF.
Entre ellos, Montse Tomé (sucesora de Vilda como seleccionadora femenina), Miguel García Caba (responsable de Integridad de la RFEF), José María Timón (exdirector de gabinete del granadino), Luis de la Fuente (seleccionador nacional masculino), Rafa Hermoso (hermano de Jenni) y las futbolistas Alexia Putellas, Irene Paredes y Laia Codina.
Asimismo, el escrito firmado por Tubau solicita que acudan al juicio los dos lectores de labios a ratificar su informe, así como dos expertos criminalísticos, autores de otro dictamen, para analizar durante la vista la "comunicación no verbal y el lenguaje corporal" de Luis Rubiales y de Jenni Hermoso durante la entrega de medallas.